«EVOL»: el endemoniado amor de Sonic Youth
STT Records, 1986
Cada cierto tiempo siempre es bueno echar mano a los discos de Sonic Youth previo a su fichaje con Geffen y su entrada al reconocimiento más masivo, aquel de aquella gran etapa de discos como «Goo», «Dirty» o el alucinante «Experimental Jet Set Trash and No Star», esa que llegó al arrancar la década de los noventa, pero no hay duda alguna que lo que hubo antes nunca dejará de ser interesante y de culto por todo lo que significó. Es muy importante en su impactante historia la palanca que accionaron de desarrollo del indie/noise, estilo del que ya son todos unos mentores. Aunque aquella primera etapa bien podríamos subdividirla en dos más: la locura sónica de sus primeros EPs, el difícil e incomprendido «Confusion is Sex» hasta cierto giro al pop con la llegada de «Bad Moon Rising» y por supuesto, el que nos cita ahora: un disco en que la banda no dejaba la ruidosa vanguardia, pero que contó más amables melodías al mismo tiempo, y también, un cúmulo de guiños artísticos, culturales y cinematográficos.
No es tan reconocido en su discografía. La bajista y cantante Kim Gordon lo describió una vez como un cementerio del idealismo de paz y amor de los años sesenta. (El título es «amor» al revés jugando con la palabra «Evil» y fue inspirado por el artista multimedia Tony Oursler, quien en 1984 ideó un video de comedia negra, también llamado «EVOL»). En esta siniestra referencia al amor, en años en que la pareja Gordon/Moore llevaban pocos años de casados, quisieron plasmar en esta obra de arte su propio significado del amor, emanado desde la fuerza destructiva de ser unos pilares del No Wave, pero como un nuevo tipo de arte conceptual sonoro y que dicho sea de paso, contó con unos brochazos bien gruesos de cultura norteamericana.
Hay variedad y muchos «momentos» para atesorar en esta quinta placa de los neoyorquinos. Desde la tribalidad dreampop sensual y mística de ‘Shadow of a Doubt’, pasando por la machacante instrumental ‘Death to Our Friends’, que nos sacude la cabeza en la medianía del disco; con «Secret Girl» nos metemos en una verdadera película de terror hasta que Kim Gordon nos deleita con sus primeras incursiones más «serias» como vocalista, o ‘Starpower’ (con guiños a la revistar Star, una favorita de los adolescentes de los 70’s), que arranca como una de las marchas más afiatadas de batería/guitarra y bajo que logra inmiscuirse con un invitado de pop ácido, pero sin dejar de infectarla desde después del primer minuto con ruidos, inquietantes lineas de bajo y guitarras corrosivas. Fue el primer disco de Sonic Youth en presentar al nuevo baterista/chico hardcore Steve Shelley, previamente de los Crucifucks (y alguien que permanecería muchos años en el grupo).
‘Green Line’ nos proporciona más terror auditivo con un espeluznante final pese a ser una canción de amor de Thurston a Kim y la fanganosa y de ultratumba ‘Marilyn Moore’, que es una especie de hechizo atonal que se inspiró en el libro de Norman Mailer sobre Marilyn Monroe, pero en lugar de un retrato brillante de su figura, Moore (quien se apropia del personaje con su propio apellido) canta cómo ella está «llena de desórdenes», con un «martillo en la mano y la cabeza en el suelo», en tanto ‘Madonna, Sean & Me’ es todo un viaje (también conocida como ‘Expressway to Yr. Skull’) con atormentados riffs que se convierten en el tema más largo del disco, para abrochar con un encendido y rocanrolero track como ‘Bubblegum’.
Lanzado por esa etiqueta de culto del hardcore underground SST (que solo por tener este disco en su catálogo ya lo es) y producido por Martin Bisi (quien había grabado su álbum anterior, Bad Moon Rising) personajes y referencias como Marilyn Monroe, Madonna, Charles Manson, el libro The Great Gatsby y Alfred Hitchcock desfilan mientras los despliegues de anotaciones subversivas en las letras, experimentación, búsqueda y noise nos hacen prácticamente explotar el cerebro. EVOL además de todo eso fue una afrenta a los mitos estadounidenses que lo fomentaron. Quizá no sea lo mejor de su inmensa discografía, pero su título, aparte de lo que explicamos más arriba, tal vez también provenga de esta cierta EVOLución de la banda, y vaya cómo evolucionaron de acá en adelante.
Por Patricio Avendaño R.