Fantastic Negrito en Club Chocolate: delirios y grandeza
El artista de R&B dió un extravagante e íntimo concierto promocionando su último disco
Fotos: Francisco Aguilar
Si hay historias de superación y música relevantes de ser atendidas, sin duda la de Xavier Amin Dphrepaulezz, aka Fantastic Negrito podría ser una necesaria a la que recurrir. Víctima de varios maltratos y excesos, el músico afroamericano logró reorganizar su vida y carrera después de haber estado tres semanas en coma debido a un accidente automovilístico, cuyo ascenso después de la publicación de su disco «Fantastic Negrito» del 2012 simplemente no se ha detenido. Con ya dos premios Grammys a su haber por mejores discos de blues contemporáneo, Fantastic Negrito aprovechó la jornada para tomarse el escenario y mostrar a los asistentes locales todo aquello que tuviese que decir.
En formato dúo y de forma especial, el grupo local The blues Swinger hizo un pequeño repaso de éxitos de su carrera y de piezas de blues clásicas contando solo con armónica y una clásica guitarra Resonator, icónicas dentro del género y del origen de un sonido que definiría posteriormente la música contemporánea. El intento era el de mostrar blues en un estado lo más en bruto posible, tal como era concebido por sus practicantes afrodescendientes a inicios del siglo XX en los Estados Unidos. Sonidos provenientes de canciones como «Livia» y «Daughters» dan ambiente mientras comienzan paulatinamente a acomodarse los asistentes en sus ubicaciones, con cálida acogida.
Con 15 minutos de retraso sale Fantastic Negrito posteriormente al escenario, haciendo gala de la extravaganza y teatralidad que lo ha caracterizado en las presentaciones a la fecha. Acompañado de un grupo de lujo, la principal misión fue la de ofrecer canciones de su último disco «Son of a broken Man» del reciente año. A ratos el show parecía desarticulado, pero la fluidez y coordinación entre los músicos fue mostrando que el espíritu siempre estuvo de lado de mantener la naturalidad con la que el blues y el R&B ha construido sus cimientos. Y contar historias, por supuesto. El blues rock es un camino en el que contar historias, y Negrito se permitió contar algunas anécdotas respecto a su vida: cómo su dura infancia, sentir el desamor de su madre o las imposiciones religiosas de su padre lo hacen creer ahora que hay que vivir con convicciones propias. En sus propias palabras y con un español poco trabajado «En el mundo mucho es posible». También compartió que el histórico Robert Plant le dice «Mister Negrito«, cantante cercano en la actualidad al artista en cuestión.
«Runaway for You», «I’m So happy I Cry», «Oh Betty», «Chocolate Samuray», «An honest Man», «Son of a Broken Man», «Devil in My Pocket», «California Loner» y «Plastic Hamburguers» son algunas de las canciones que lo mantuvieron aproximadamente por una hora y cuarenta minutos en el escenario, en lo que posiblemente podría describirse como una jornada de expresión y catarsis cercana a las misas en iglesias. Y pues, el blues es pura manifestación de intimidad y superación, que es necesaria de ser compartida. El tecladista y amigo del músico Bryan Simmons sonreía por la acogida del público, y mientras veía como Fantastic Negrito circulaba en el escenario entre el canto, el tocar guitarra y también ir a ratos a tocar teclado entre canción y canción. Entre delirio y grandeza se sigue consolidando un referente importante del blues actual, el cual decidió de la manera más radical posible, mostrarse vulnerable y auténtico al mundo.