Francisco Victoria: La sinceridad del tránsito por una herida

Francisco Victoria: La sinceridad del tránsito por una herida

Entre cafés y tecitos de media tarde es que conversamos largo y tendido con Francisco Victoria, quien dentro de la vorágine del lanzamiento de su segundo disco, intenta tomar un merecido descanso para recuperar energías y hacer frente a este auspicioso 2022 en la tranquila y serena localidad de Isla Negra.

Herida: Una Radiografía a la génesis de la emotividad

El pasado viernes 28 de enero, Francisco Rojas nos regaló su segundo trabajo discográfico, el que llega como una aproximación a la consagración de su carrera como músico, puesto que transita desde las más profundas emociones hacia una propuesta creativa honesta conectada con la armonía performática más sincera como declaratoria hacia todas y todos quienes conecten con este bellísimo Long Play, sobre esto Francisco nos comenta que: “Es un disco que se demoró casi cuatro años en hacerse, yo creo que la última fase del disco comenzó hace dos años junto con la llegada del covid. Ha sido un proceso super lento (…) Al mismo tiempo comenzó [el proceso creativo de] una de las canciones las compuse justo después de publicar mi primer disco, entonces ha sido un recorrido super heavy, porque entre medio de hacer las canciones del disco y no saber cómo se iba configurar ni como se iba a llamar, me tocó trabajar con otros artistas, producir otros proyectos con otras personas y de pronto empecé a entender que me faltaba harto camino por recorrer en el oficio, en producir”.

No obstante, una de las premisas articuladoras de este lanzamiento es la profundidad del ejercicio analítico de la toma de decisiones, casi como una aproximación a la significancia del impacto de las responsabilidades -individuales y/o colectivas- que se toman a lo largo del tránsito de la vida. Es por esto que cada decisión, cada camino tomado dentro de este álbum simboliza la profundidad del entramado de “Herida”, sobre esto nos comparte que “Había tomado la decisión de producir yo solo este disco, entonces creo que el proceso duró tanto tiempo porque mi vida y mis decisiones se demoraron mucho también en decantar, en definir en que persona me estaba convirtiendo, en qué artista me estaba convirtiendo, era como una suerte de cierre a la adolescencia medio definitivo, como de dejar de padecer cosas y tomar postura, tomar decisiones y decir las cosas más directa, que es como lo que yo creo que empieza a pasar con el tiempo, porque con el tiempo he ido sintiendo que las definiciones son super más importantes y son mucho más tajantes también con respecto a lo personal y lo artístico, y eso yo creo que se traspasó harto al disco”.

Retomando la idea del trabajo de construcción conceptual, para Francisco la conexión socio-política y cultural también es un punto de inflexión en lo respectivo a la generativa de interpretación de contexto como inspiración y reflexión, lo que para la producción de Herida se transformó en un eslabón más a la profundidad narrativa y gramática de este LP, en palabras del artista “Se dio como en un contexto de la revuelta social que abrió un tajo super grande en un sentir más colectivos, como en una manera de expresarnos también que tenía mucho que ver con esta frontalidad y esta cosa muy incisiva, y yo creo que fue super imposible escaparse de eso en el proceso de escribir las letras del disco”.

“Son muchos factores los que configuraron las capas y como está compuesto el álbum, como está definido en su sonido. Pero creo que en cuanto al carácter tiene que ver con una suma de cosas, una suma de resoluciones y una suma de posturas que llegado a determinado momento uno tiene que tomar para seguir existiendo después de mucho daño, después de mucho trauma, después de fracaso también. Yo creo que todas esas cosas se van acumulando y empiezan a forjar un lenguaje dentro de uno y como uno se refiere a las cosas”.

Uno de los puntos más importantes que configura este disco es la dinámica sincera, abierta, responsable y noble del simbolismo lingüístico de la herida como trauma, puesto que gran parte de la orgánica de esta pieza en la carrera de Francisco, se vincula al trabajo personal y emotivo como otra arista en la configuración del autocuidado, en este sentido, desde la absoluta sinceridad conectamos con el corazón del músico y también con la intimidad de la acción creativa, quién es enfático al reconocer que “No me atrevería a decir que las canciones son una sublimación de algún tipo de ejercicio psico-mágico de algo, pero sí me atrevería de decir que son un reflejo super fidedigno del desde donde me hice cargo de cada una de estas experiencias y desde donde me comprometí con esta perspectiva de cada una de las piezas del álbum para que se generase este relato, y que finalmente diera esta sensación de ser una gran definición, un gran poema, una obra sola, como una unidad. Entonces, (…) falta mucha visibilización de eso, no he querido tomarlo como bandera por supuesto, porque hay que siempre mantener una perspectiva personal respecto al trauma y a lo que significa para uno y como se relaciona con eso, pero para mí en lo personal con el disco, se trata mucho de esos vistazos a tajo abierto del como uno se siente, y cuáles son las frustraciones, y cuáles son los antagonistas y cuáles son tus resoluciones, causa y efecto, y descubrir responsabilidades, y desmenuzar los procesos, y creo que todo eso no hubiese sucedido si no hubiese estado en paralelo en terapia, que es una cosa bien inaccesible en un país como Chile”.

La profundidad de los trabajos colaborativos como construcción de aprendizaje colectivo

Es preciso destacar que la capacidad de expresión de Francisco se vincula directamente con la disposición sincera y genuina de hablar con la propia humildad que te da el corazón como aproximación simbiótica de alguien que ve en cada oportunidad una posibilidad de conexión y aprendizaje, es por esto que es enfático al reconocer que “No hay ningún espacio donde uno no tenga un aprendizaje, y creer que eso no es así, es como una equivocación”, por lo mismo todos y cada uno de los trabajos colaborativos que ha realizado a lo largo de su carrera los atesora como verdaderas cátedras aplicables a cada espacio de la vida artística y personal, en este sentido Francisco reconoce que “Si me pongo a pensar bien pragmáticamente, después de esa colaboración con Dulce y Agraz ella me abrió un universo gigantesco como de la palabra, como acercarse a la poesía, a como escribir, a donde escribir y desde donde escribir, qué cuestionarse. Con ella tenemos una relación súper linda alrededor de la escritura. Y si bien ella tiene unas maneras muy específicas y muy especiales y muy únicas también de relacionarse con la palabra, que tiene mucho más que ver con que construye la palabra es algo especial y es super bonito, como versus yo, que soy como más bruto, como este disco, que es super directo, a ratos pasa por cosas mega específicas, pero sí tenemos algo que compartimos, que es como el análisis de la palabra, nos opinamos y nos criticamos un montón siempre, eso es muy bacán, eso es una costumbre más antigua (…) con ella es muy especial, ella me critica, yo le pido su opinión, ella me pide mi opinión, y tenemos un intercambio super constructivo».

«Luego me tocó colaborar con Juliana Gattas, con quien somos super amigos (…) y con ella aprendí muchas cosas a nivel personal, o sea, grabamos su voz en un hotel, que ni me acuerdo acá en Viña creo, porque había venido a tocar con Miranda!, y nos juntamos a grabar en su pieza de hotel. Tengo unas fotos así como… ocupamos la cortina del hotel como para grabar, y me gusta mucho esa cosa que tiene como para vivir la vida, y los momentos, y llenarlos de significados que es muy bacán, y como que a mí siempre me ha ayudado a tomarle el peso a lo performativo de todas las situaciones como de tu vida en general, y aparte la quiero mucho».

«Ahora, este disco tiene una colaboración con Nami Nagakura que es una amiga de Japón que es una artista que la conocí porque era amiga del artista que hizo la carátula, que se llama Esteban Vargas. Ella vive en Fuji, (…) en un monte al lado de Japón con su hijo y vivimos como mucho de la revuelta social juntos, o sea, la noche que estalló todo ella se quedó en mi casa con mi amigo Esteban, tuvimos muchas conversaciones, participamos en muchos proyectos como de fotografía, y fue muy linda esa colaboración, y finalmente, hablamos de todo lo que yo estaba pasando, como todo el momento con lo que estaba sucediendo con relación al álbum, las experiencias personales, y de pronto salió esta idea… de hecho a Esteban se le ocurrió la idea de que podríamos colaborar en alguna cosa audiovisual que todavía no aparece, pero como el estricto sentido de la palabra colaborar. Y Nami tomó esta postura, escribió este poema maravilloso que está en japonés, pero que va un poco, como que me marcó un poco la línea de otra relación entre canciones, y como del álbum que también es la razón porque se sentía tan bien abrir el álbum con esa canción que es que hace un pequeño resumen de como hacerse cargo un poco de las cosas, todo lo que ha pasado hasta ahora no es una coincidencia, fue tu decisión, y ahora está pudiendo ver realmente quién eres tú y que esto es más lindo de lo que tu te imaginas, me encantó ese feedback. Y luego ella volvió a Japón, grabamos a distancia con 12 horas de diferencia, una locura”.

Por otra parte, en esta relación reflexiva de acción colaborativa Francisco nos abre su corazón para conectar con sus recuerdos más significativos, por lo que la colaboración con Francisca Valenzuela resulta ser una articulación de inmarcesible admiración “Con la Fran, que es la segunda colaboración del disco (…) ha sido heavy, yo la respeto mucho, la he ido a ver a Temuco cuando vivía en Victoria, fue de los primeros shows que vi que eran más producidos en lo visual, y en compromiso con la performance, y que años más tarde estaba yo terminando el disco y había estado una canción de ella que se llamaba «Ya no se trata de tí», que a mí me encanta, que es un hit así pero mal, y como que tenía mucho que ver el relato esa canción, esta canción que estaba haciendo yo. La canción me estaba quedando media alta, y era como «¿Por qué siempre escribo canciones que me quedan tan altas en el registro?», y de pronto fue como «Okay, quizás debería colaborar con alguien», y fue muy como que la hubiese escrito pensando para la Fran para que ella la cantara, se la mandé, y yo le dije «Obvio que si no te gusta, chao da lo mismo, todo bien. Te amo, Bye», y ella como «Me encanta, quiero demasiado hacerlo” (…) ella es un ejemplo de rigurosidad y profesionalismo impresionante”.

Es evidente que este año será uno de los años consagratorios de Francisco Victoria, puesto que a la fecha ha tenido un positivo feedback en lo relativo a este nuevo lanzamiento, tanto por la calidad de las canciones, su profundidad, pero también por su capacidad compositiva. A su vez, tendremos la posibilidad de disfrutar de este disco en vivo el viernes 18 de marzo en la décima versión del Festival Lollapalooza, y sobre este tema nos adelanta que “Hay hartas posibilidades de compartir escenario con Dulce y Agraz, estamos el mismo día en el Lollapalooza, yo creo que eso tiene que responderlo ella sí. Pero, yo estoy preparándome de diversas maneras, yo me vine cerca de Isla Negra como a descansar un poco, «descansar» entre comillas, descansar supongo del ruido, o de lo agitado de estar corriendo de un lugar a otro(…). Y luego de eso va a empezar el período como de aprender las canciones nuevas, de armar la puesta en escena, de plantear la visualidad del show, que yo creo que va a ser algo bien sobrio, monocromo, casi rockero donde se trate mucho de las canciones y como de las cosas más a la antigua, como de interpretación del cuerpo, del espacio, de las canciones”.

Karin Ramirez Raunigg

De música, libros y otras cosas.

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