Unos gigantes que regresan con nuevas cosas son los Dinosaur Jr., la legendaria banda de…
Freak Scene: Una banda única en su especie llamada Dinosaur Jr.
Cuando supimos de este documental una sonrisa nos llegó de forma inmediata a la cara. Porque sí, la escena underground e independiente norteamericana es un fenómeno clave en la historia del rock y esta banda de alguna manera-pilar fundamental de todo un sonido-se lo merecía hace rato y mucho de ellos no se había documentado tan bien como se merece. El trabajo fiel de Michael Azerrad en su interesante libro «Esta banda podría ser tu vida» puede ser lo más cercano a ello, pero digámoslo, nada es tan potente como ver las imágenes de tu grupo de la vida en pantalla grande y sonando a todo cañón, junto con un montón de memorabilia, dibujos, portadas/afiches y fotografías de culto que este documental nos trae al frente.
Y personajes icónicos de aquel movimiento salen a defender a una banda que cambió vidas: Kim Gordon, Thurston Moore (Sonic Youth), por ejemplo; un siempre determinante en la escena como Henry Rollins o el héroe del indie rock Bob Mould recrean a punta de elogios y argumentos la consecuencia de la historia de un trío para nada exento de traspiés, conflictos, peleas algo infantiles, pero que marcaron a fuego una escena a punta de las murallas de guitarras (como bien se comenta en el film tan importantes como las de los Ramones o la Velvet Underground, incluso). La apatía de J Mascis, la locura de Murph o la independencia de Lou Barlow llegaron a un momento de colapso, pero unidos formaron una masa sónica y un poder indestructible (de hecho, como lo expone el gran Black Francis de Pixies con un ejemplo físico en que ocupa mucho sus manos que sacó algunas risas de los espectadores de In-Edit).
Reservados, freaks y tímidos fuera del escenario, los tres miembros se sentían incómodos con el lado social del negocio de la música. Sin embargo, a pesar de un comienzo lento y distante con los medios, Dinosaur Jr se movió gradualmente del underground para ser más viable comercialmente, haciendo giras con gente como Sonic Youth y Nirvana. Sin embargo, con el éxito llegaron compromisos creativos y conflictos internos, lo que provocó el caos como grupo artístico y humano.
Fundamentales para el grunge, adorados por Kurt Cobain e idolatrados por Sonic Youth (quienes querían que el propio Mascis fuera presidente de los Estados Unidos en una de sus más icónicas canciones), el registro que va en un correcto y trepidante pasar cronológico mediante etapas de discos esenciales como «You’re Living All Over Me», «Green Mind», «Where You Been» o «Without A Sound», sin dejar de darle espacio a una celebrada reunión y la tranquilidad con que la banda goza el día de hoy, se convierte en un verdadero regalo para quienes estamos ligados a la banda que encontró en las melodías entrañables, las letras existencialistas y guitarras furiosas y llenas de disonancia, de esas que lograron volar cabezas y engancharse como alfiler puntiagudo en el corazón de muchos desamparados y sedientos de un sonido que a la postre ha hecho historia.
Tal destreza narrativa se debe quizás al hecho de que el director Philipp Virus es cuñado de J Mascis y se valora fielmente como un retrato de un período innovador en la música estadounidense que también funciona como una reflexión conmovedora sobre los valores, la amistad y el crecimiento personal.