Gary Numan: «Android in La La Land», la reivindicación de la locura
La historia de la música había sido algo injusta con Gary Numan, y esa era la imagen que nos había quedado en la retina al leer su prensa y ver sus documentales anteriores. Por eso, para él mismo y para los directores a cargo de este proyecto Steve Read y Rob Alexander, era casi imperioso mostrarnos a un Gary Numan que le daba la vuelta a la vida, a esos magros episodios donde se mostraba al mundo como un cuasi ignorante músico que creía que había inventado un estilo, un hombre que tuvo su momento de fama muy potenciado con el suceso de ‘Cars’, pero que debido a una lamentable crisis creativa cayó en el olvido para crítica y fans.
El documental de este ícono de la música electrónica entonces se centra en el proceso de grabación de su último disco a la fecha «Splinter» y todas las inseguridades y traumas que tuvieron consecuencia en él a partir de sus fracasos para afrontar este desafío, pero por otro lado nos muestra las ganas inmensas que tuvo de salir adelante con este trabajo, reflejando su parte más íntima frente a las cámaras (difícil auto desafío para un reconocido tipo que sufre de Asperger), pero con la ayuda de su esposa-vital en el documental-y sus tres divertidas y adorables hijas nos va entregando un emotivo relato de cómo logra salir adelante con la ayuda de su familia.
El film tiene grandes momentos cotidianos, entre otras cosas lo bien que le hizo su pareja actual que fue parte de su fans club Gemma O’Neil, quien en parte se roba un poco la película con su buen humor y su forma de manejar a Gary, y sus hijas proporcionan una cuota de inocencia y ternura en medio de un nido que se desvaría debido a los problemas psiquiátricos no solo de él, sino de ella, pese a que en todo momemto queda claro que es el sostén del núcleo familiar.
Momentos musicales de su época de gloria tras el lanzamiento de sus discos aclamados también podemos encontrar, como así también momentos culmines como cuando compartió escena con Nine Inch Nails o Smashing Pumpkins como reflejo de la admiración de las nuevas generaciones, además de imágenes en el estudio creando nueva música. El epílogo da de forma muy certera y metafórica con el resultado de lo que sucedió con su disco «Splinter», con un final notable e ingenioso de parte de los directores, que hacen fluir emoción y dejarte solo con ganas de aplaudir mientras se muestran los créditos. Un imperdible de In-Edit 2016.