Pese a que la portada de este emblemático disco—primero de una de las bandas que…
Grandes Portadas del Rock: Nirvana – «Nevermind» (1991)
Cuando un disco es tan grandioso y trascendente, a veces da lo mismo lo que muestre su portada, pero el «Nevermind» de Nirvana tiene grandes cosas por todos sus frentes. Su portada el día de hoy es tan potente e icónica que no ha dejado indiferentes ni a sus fans, ni a músicos, ni a periodistas, ni tampoco a otros grandes realizadores de portadas históricas. Y también al personaje que salió en la portada, quien tras 25 años su salida, demandó a la banda, pero ahora queremos centrarnos en su origen.
Cuando se lanzó el libro de las 100 mejores portadas de discos, con la contribución y opinión de enormes exponentes del diseño en la tapa de álbumes, «Nevermind» no dejó de ser materia de opinión. «Una imagen llena de poesía y cinismo». Así es como las leyendas de las portadas Storm Thorgerson y Aubrey Powell del proyecto tras Hipgnosis (Pink Floyd, Led Zeppelin y muchas más) describen la portada en aquel escrito.
Kurt Cobain apareció con dos ideas. La primera fue una foto de un nacimiento bajo el agua. Para la segunda, el cantante le mostró al diseñador la foto del mono que aparece en la contraportada del álbum. Fisher a ciegas optó con la idea del nacimiento bajo el agua.
Sin embargo, Charles Cross (biógrafo de Cobain, Hendrix y otras estrellas del rock) también tuvo que decir mediante sus investigaciones y entrevistas al respecto, en una nota publicada por Spin de septiembre de 2011: «A Kurt se le ocurrió la idea de la tapa para ‘Nevermind’, pero su idea inicial se parecía muy poco a la imagen final de un bebé flotando desnudo en una piscina. Había visto un programa de televisión nocturno de un parto bajo el agua, y quería una fotografía de la cabeza de un bebé justo cuando comenzaba a salir de la vagina; llegó a esbozar la imagen en su diario. Sin embargo, cuando Kurt intentó licenciar la insana fotografía de aquello, fue rechazado. La foto del bebé desnudo fue el Plan B de respaldo y resultó ser la final«.
Según se explayan Thorgerson y Powell acerca del significado, piensan que la portada es «una crítica cortante de la sociedad contemporánea, que está preocupada por el dinero y todos sus concomitantes materialistas». En tanto el creador de la foto piensa que «se trata de un abandono de la inocencia y que todos persiguen dinero cada vez más rápido». Fisher profundiza un poco más:
«Kurt era intelectual y pensaba profundamente en su trabajo, y aunque nunca dio una justificación para el contenido del diseño, debo suponer que el bebé desnudo simbolizaba su propia inocencia, el agua representaba un entorno extraño, y el billete de anzuelo y el dólar su vida creativa entrando en el mundo corporativo del rock».
La versión de Robert Fisher en el mencionado libro 100 Greatest Album Covers no hace referencia a Cobain que intenta licenciar una imagen: «Investigué fotografías de nacimientos submarinos, pero las encontré demasiado gráficas para la portada de un álbum. Aunque el valor del shock fue bueno, Geffen nunca lo habría aprobado. Encontré una foto de un bebé nadando bajo el agua que me gustaba. Le mostré a Kurt la foto del bebé y le gustó, pero sentí que necesitaba algo más».
El costo de licenciar la imagen era prohibitivo, por lo que Geffen contrató a Kirk Weddle para que tomara una foto similar. «La banda no había eclosionado a su máximo nivel todavía, estaban debajo de mi radar cuando hice la sesión», dijo a Digital Photography School. Geffen le pagó al fotógrafo 1,000 dolares por sus servicios. Weddle montó una tienda en una escuela de natación en Pasadena y llevó a un grupo de padres que trajeron a sus bebés. Uno de esos padres fue Rick Elden, quien según algunas versiones era amigo de Fisher, y otros eran amigos del fotógrafo Weddle. El hijo de Elden, Spencer es el bebé protagonista en cuestión, y retoma la historia en un artículo de enero de 2015 para The Guardian:
«Tenía cuatro meses y mi papá asistía a la escuela de arte en ese momento, y sus amigos a menudo pedían ayuda con sus proyectos. Entonces, su amigo el fotógrafo Kirk Weddle lo llamó y le dijo: «¿Quieres ganar algo de dinero hoy y tirar a tu hijo en la piscina?». Y aceptó. Mis padres me llevaron allí, aparentemente me lavaron la cara para estimular mi reflejo nauseoso, me sumergieron, tomaron algunas fotos y me sacaron. Y eso fue todo. Les pagaron $200 y fueron a comer tacos después. No fue gran cosa». En aquellas sesiones los propios integrantes de Nirvana se tomaron unas fotos bajo el agua que quedaron como legendarias además.
Weddle recuerda que la foto de Spencer «se destacó como la toma perfecta», garantizando la inmortalidad del niño a cambio de dos segundos en una piscina. «Me alegra que me hayan elegido. Y también me alegro de que no haya sido por un álbum de Backstreet Boys», escribió Elden en The Guardian.
Con eso resuelto, todavía quedaba la cuestión de ese «algo más» que Cobain sentía que la foto necesitaba. Todo llega de vuelta a Fisher: «Lanzamos todo tipo de ideas y en un momento Kurt medio en broma sugirió un anzuelo. Pasamos el día pensando en todas las cosas que podrías poner en un anzuelo; había carne, un CD, un pez. Alguien sugirió un billete de un dólar y eso ganó», explica.
Y así lo dictó la historia. Hoy en día se han escrito variadas entrevistas y profundizaciones acerca de lo que representó la portada del disco que nos dejó himnos inolvidables de toda una generación como ‘Smells Like Teen Spirit’, ‘Come as You Are’, ‘Lithium’ y muchas más y que sigue adornado la discoteca de muchos de nosotros como un obligado en todo tipo de versiones.
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