Greta Van Fleet en Lollapalooza Chile 2019: Aplacando mezquindad
La noche anterior habían debutado en un sideshow que agotó las entradas y que tuvo amplitud de críticas positivas. No ha sido fácil para la joven banda hacerle frente a los comentarios que señalan un parecido evidente, en la forma y fondo, a la propuesta que llevó a la cima a Led Zeppelin en los ’70, llevándolos, incluso, a tratar de desmarcarse de aquella época a punta de declaraciones en que su énfasis es soltar ataduras al lazo que los une de forma evidente a ese sonido.
A puertas cerradas, el debut había sido efervescente, pero ahora había que escucharlos en formato festival y hay que decir que nadie quedó indiferente. Nadie. “The Cold Win”, “Safari Song”, “Black Smoke Rising”, la sensacional “When the Curtains Falls” y la definitiva “Highway Tune” daban paso a los gritos, aplausos y comentarios de la gente, la que igual se debatía en la discusión que ha mantenido al grupo en la cresta de la ola. Josh tiene una voz a veces calcada a la de Robert Plant en sus años mozos, pero es evidente que no le importa y se para en el escenario con desparpajo y personalidad; Jacob y Sam son un deleite en las cuerdas y elevan la apuesta a punta de riffs largos y complejos, junto a solos de batería cargados de energía y frescura.
Es hora de aceptarlo. Sus edades fluctúan entre los 19 y 22 años, y a esa corta edad se pararon en el VTR Stage con un talento que clara por ser pulido y desarrollado; cada uno en su instrumento demostró pasión por lo que hace. En la era de la música urbana, Greta Van Fleet logra revivir detalles y atmósferas de las viejas glorias del rock y tal como lo escribimos cuando comentamos su disco debut, ahora deberán dejar de lado los temores y buscar su propio camino por el rock, sin que sus ricas virtudes vocales e instrumentales sean aplacadas por críticas que, a estas alturas, son bastante mezquinas.