Helloween Night en Chile | Arch Enemy, Kreator y Helloween: El rugido, la furia y la fiesta
Tres bandas brillantes del metal para una noche de Halloween que no se olvidará fácilmente
Con los años, nuestro país se ha transformado en parada obligatoria para bandas que llevan décadas enarbolando la bandera del metal y que se demoraron mucho tiempo en detectar que Chile era un país enamorado del género. Recuerdos como el de Monsters of Rock o Maquinaria han creado la necesidad del pueblo vestido de negro de tener meetings bien organizados y que permitan la reunión en torno a bandas fundamentales. Y si es así, el lleno es seguro.
Desde las 6 de la tarde, las poleras negras empezaron a rodear el Movistar Arena para Helloween Night, evento que agotó la preventa en 4 horas porque encantaba con su line up, tras traer el death melódico de Arch Enemy, la furia inagotable de Kreator y la alegría, la fiesta que siempre es sinónimo de Helloween.
La música entregó lo que prometió y más. A pesar de la nostalgia que estos nombres sugieren, en ningún momento apelaron a eso, solo a sus trayectorias, las que no necesitan de disfraces para impactar.
A fines de los años ’90, Arch Enemy fue una renovación para el género. Los suecos iniciaron puntualmente la jornada tras los acordes de “Ace of Spades” que avivaban el vaivén de una cámara que iba captando la emoción y la estampida del público hacia el sector más cercano al escenario. La gutural voz de Alissa White- Glutz fue un rugido pérfido, como nacido de la oscuridad más letal de las corrientes black. Desde el primer minuto hizo temblar la descarga de death metal melódico de la agrupación, la cual hizo un recorrido certero por varios clásicos como “War Eternal”, “You Will Know my Name”, “My Apocalypse” y la infaltable “Nemesis”.
La presencia de Alissa es cautivadora y afortunadamente tiene un don para conectar de manera especial con los fans. El sonido estuvo equilibrado y ella siempre en control de su voz gutural, la cual puede variar de tono sin mayor esfuerzo. Jeff Loomis maravilló con su rapidez impresionante y la solidez ya comprobada de Amott sellaron una presentación precisa, para un público bastante joven en realidad y que gozó con cada rugido. Punto de partida fantástico con una banda que se sostiene bajo la trayectoria de diez discos esenciales para el death melódico y con un público ansioso por verlos otra vez tras esa tibia performance de 2015, cuando Alissa estaba recién ingresada. Ahora estuvo mucho más cercana y en dominio de su rol.
Tras los suecos, vino la oscuridad. Con luces que no variaron del azul oscuro y el púrpura y fieles a su fama, Kreator disparó una descarga de thrash enojado, plagado de momentos brutales, dignos de dejar cuellos lesionados y del mejor mosh. La receta fue la dosis de “Phatom Antichrist”, “Satan is Real”, “Civilization Collapse”, “Hordes of Chaos” y “Violent Revolution”, con los himnos “Pleasure to Kill” y “Flag of Hate”, donde realmente se sintió el poder de esta música y el liderazgo de un Mille Petrozza cercano e instando al desorden y a participar activamente del show. Kreator terminó su paso por Helloween Night con la misma fuerza que le han enseñado a seguir a su legión, la que se dio cita realmente en masa y desplegando banderas desde las galerías. En un camino que parte en 1982 y hasta “Gods of Violence”, su último disco, los alemanes se encariñan más y más con Chile y eso se demuestra en el discurso y en una entregada presentación. Sin misericordia subieron el volumen del encuentro.
Y algo especial tienen las bandas alemanas que enganchan tan rápido con el público chileno. Desde su show el año pasado, con récord en la venta de entradas y un espectáculo de 2:30 hrs llenas de magia y emotividad, los presentes en ese espectáculo quedaron con ganas de más de la gira Pumpkins United de Helloween, bofetón nostálgico que era digno de ver otra vez. Y si alguien soñó que esa ocasión sería en la noche de Halloween, era lo más cercano a un cuento de hadas que las queridas calabazas estaban muy dispuestas a escribir y la fanaticada enfervorizada de acompañar. Hubo fiesta todo el rato, a pesar del cansancio de varios. Segmentos en los que mandó la guitarra, un bajo deslumbrante y la entrega de cada tema como si se fuera el más importante.
Deris estuvo acompañado de Michael Kiske y el fundador Kai Hansen y juntos hicieron un recorrido de más de treinta años con joyas como “Halloween”, “Dr. Stein” , “Are you Metal”, “Starlight”/Ride the Sky/Judas”, “Power”, “A Little time”, “How many tears”, la locura que desató “Keeper of the seven keys” y el cierre con “Future world” y la gloriosa “I want you” los gradúan como anfitriones perfectos para una noche de clásicos, de estilo, de entrega, de metal sólido, todo acompañado de una producción cuidada y con gráficas animadas que han sido perfecto complemento de la gira Pumpkins United, la cual le ha dado un gran aspecto a la banda con presentaciones en todos los festivales relevantes de Europa. Un agradecimiento a sus fanáticos y la mejor forma de graficarlo es un show con alineaciones históricas, que le dan el toque de nostalgia preciso a su estallido ganador de power metal.
Si Kreator es el tío enojado que rockea como nadie, Helloween es la familia feliz que rockea como ninguna. Y si a esta fórmula teutona probada, le sumas a una diosa de estilo único que ruge como pocos en la lírica radical de Arch Enemy, tenemos que agradecer un espectáculo de tal calidad y que solo dignifica la actualidad de quienes ya son leyendas. El negro predominante de la ropa contrastó con la sonrisa de 15.000 fans, de todas las edades como ya es costumbre, y que corrían de un lado a otro a encontrarse con amigos para comparar, comentar y mostrar las mejores fotos que lograron sacar, pasada la medianoche de un Halloween sin disfraces, solo con la carga metalera genuina del género y sus exponentes.
Macarena Polanco
Fotos: Jerrol Salas