Hanabie: Una nueva (y adorable) locura metalcore kawaii extremo desde Japón
Japón tiene un largo historial de aportes interesantísimos en todo tipo de culturas. Musicalmente desde Ryuchi Sakamoto a Damo Suzuki, pasando por X Japan, The Gazette, Mono o los increíbles Boris. Y ahora parece que el metal que llega desde la tierra del sol naciente trepa mucho mas rápido de lo que pensamos. Hanabie combinan elementos de metalcore, groove metal, hyperpop, death metal en un estilo musical que llaman Harajuku-core, por lo que te puede surgir la sensata pregunta: ¿Qué diablos es eso? La verdad es que este «nuevo género» toma prestado su nombre del colorido distrito de moda y cultura juvenil de Tokio (zona cero para las tribus góticas, cosplay, punk, moteras y kawaii impecablemente vestidas) y que están creando cosas asombrosas artísticamente hablando hoy en día.
Una especie de reivindicación del otaku pero en modo infernal que quiere llegar a toda costa a una audiencia internacional. Y lo están haciendo. Se están convirtiendo rápidamente en una de las bandas metal con sonidos e imagen más impactantes y novedosas de Tokio y ya se han ganado fanáticos en todos los países mientras realizan giras con bandas e íconos como Limp Bizkit, Slash y Bring Me the Horizon, además de ya ostentar presencias en los festivales Rock Am Ring en Alemania o Resurrection Fest de España.
Sus videos musicales son toda un experiencia hipercinética y ahora alcanzan habitualmente millones de visitas en YouTube, inspirando comentarios extremadamente entusiastas de la mayoría de la «cultura occidental». El año pasado, toda esta marea de popularidad y esa frenética actividad de los fanáticos ayudó a que Epic Records de Sony las contratara y lanzara su segundo álbum de estudio, Reborn Superstar. Decir que todo esto fue un giro inesperado de los acontecimientos es quedarse corto. Ahora, ya no quieren ser sólo la primera banda que les viene a la mente cuando escuchan «grupo de chicas japonesas». Quieren ser la mejor banda en la que piensas cuando escuchas «rock». Y sí, mejores aún que BabyMetal.
Son muy conscientes de que el primer paso para lograr ese objetivo es salir de la sombra de esa banda que logró lo impensado al ser mundialmente aclamadas, conocidas y contando con la venia hasta del mismísimo Rob Halford. La verdad es que BM ayudó a abrir la puerta a los grupos de chicas japonesas que ahora están mucho más en la mira de las discográficas multinacionales y de los fans del metal joven y moderno de todo el mundo.
Pero, ¿Qué hay en lo musical? Como guitarrista Matsuri tiene un tono de guitarra muy pesado, denso. Ella escribe todas sus canciones, mientras que la cantante Yukina es la encargada de las letras y la visceralidad vocal, dejadas de forma bestial en temas como la atronadora Neet Game y el sencillo Run Away. Por su parte, la composición de Yukina adopta una inclinación abierta, reflexiva y sociológica, donde nos habla la cultura corporativa japonesa («Pardon Me, I Have to Go Now») hasta meditaciones ciberespaciales («OTAKU Lovely Densetsu»»). Esta colorida combinación del J-pop animado e hiperactivo con la melodía y la brutalidad del metalcore de finales de la década de 2000 también aportan una imagen kawaii irónica. Y es que Hanabie lleva las cosas un poco más allá. A diferencia de sus pares Baby Metal, ellas suenan mucho más esquizofrénicas, estéticamente coloridas y brutalmente más pesadas, de todas maneras.
«Nuestro primer álbum, Girls Reform Manifest, fue una recopilación de mis años de segundo año en la escuela secundaria y la universidad, así que creo que los escribí de una manera dura. Esta vez, en términos del concepto de las canciones, sentí que estaba bien Toqué todo lo que quise, así que escribí algunas frases en las que se destacó el bajo. Además, muchas de las canciones se parecen más a canciones de género mixto que a canciones estrictamente de metalcore, así que puse muchas frases maravillosas en ese sentido. también.»
Matsuri, Rolling Stone, Japón
«En 2024 se sentarán las bases para cosas más importantes», advirtió Yukina. «Estaremos actualizando y mejorando». Matsuri interviene: «Primero fue el mundo, ahora es el universo».