Helmet- «Betty»: La historia de un riff que hizo escuela

Interscope, 1994 

Si hay una banda que en los años 90’ influenció a gran parte de la música pesada que se hacía en esa época y que aún no tiene el crédito que se merece por ello, esos son los Helmet de Page Hamilton. Luego de la edición de Meantime (1992) y un cierto éxito con rotación de videos en cadenas como MTV, todo era expectativa con lo que rodeaba al mundo Helmet, claro que no era fácil brillar por aquellas épocas por todo lo que pasaba en el rock, el grunge buscaba revalidarse como una nueva oferta musical más allá del fervor de adolescentes incomprendidos, aparecían de a poco demos o discos de bandas que años después dominarían todo (el caso de Korn) pero Helmet aún no tenía mucho que decir.

Betty (1994), su tercera placa en ese entonces, editada por el sello Interscope debía ser la consolidación a nivel comercial, porque el respeto de sus pares ya lo tenían. Entre varias loas que se puede encontrar por la web hacia la banda, una de ellas es significativa si vemos de quien viene. Shane Embury de Napalm Death, en algún momento para Decibel Magazine comento qué discos influenciaron la salida de cada disco de su mítica banda de grindcore. Y entre ellas figura el nombre de Strap it on (1990) el primer disco de los comandados por Hamilton. Embury describe que para la época de la creación de Fear, Emptiness, Despair (1994) aún continuaban muy pegados con los riffs repetitivos de Helmet y que eso sin duda fue incorporado al sonido de la banda. Como también influyó en el sonido de muchas bandas en ese momento.

¿Acaso no es Refuse/Resist de Sepultura una canción llena del alma Helmet? Otro que destaca la importancia del factor Helmet en el metal de los 90 y lo que vino después es Scott Ian de Anthrax, para Loudersound el calvo guitarrista comentó “Meantime» de Helmet. Tomaron todo lo mejor que me gustaba del metal y lo redujeron al mínimo. Cuando el riff de ‘In The Meantime’ entra, es una puta locura. Es como si te golpearan la cabeza con un martillo. Desde Pantera a Sepultura, pasando por Korn y Slipknot, todas esas bandas… hay mucho de Helmet ahí».

De ahí que Betty, era un álbum esperado por todo aquel que quisiera lograr un riff que entrara en la memoria de los 90’ y ahí está “Wilma´s rainbow”, Hamilton lo hace de nuevo, su maldito riff queda grabado para siempre después del primer play, tiene todo el elemento Helmet, riffs entrecortados que vuelven una y otra vez y un coro bien cantable logran el cometido. No más de cuatro minutos de efectividad en su mayor grado. “Milquetoast” es otro de los potenciales del álbum, tampoco hay que desmerecer el trabajo en las percusiones de John Stainer, quien sabe dónde acentuar cada plato que golpea y el sonido de su caja crea escuela. Hay una presentación de Helmet en el show de Jon Stewart (1994) donde puedes ver cuatro tipos de bermudas en una onda muy hardcore style demoliendo todo para un show televisivo, era lo que se hacía en la época en USA.

“Biscuit’s for Smut” parece como si a Nine Inchs Nails le hubieran implantado a la fuerza guitarras para que sonaran de verdad, la onda noventera esta al día en un álbum vanguardista por donde se vea. Incluso se dieron el lujo de incorporar en un disco que era al todo o nada, una canción del calibre de «Beautiful Love», una especie de noise Jazz que le da un cierto respiro a cada ladrillazo recibido en las guitarras de Hamilton y Echeverria. “The Silver Hawaiian” también tiene ese lado alternativo, un Primus en potencia, ¿Funk? Es 1994, aún hay tiempo de improvisar y ser distintos, lujos que pocos se daban. Como en “Sam Hell”, donde no sabes si es Helmet o unos Rolling Stones trasnochados.

Luego para Helmet vendría el que sería quizá su último disco de impacto, Aftertaste (1997) para ese momento ya habían proliferado todos sus clones o esas bandas que ellos inspiraron ¿Deftones, Korn? Le deberían pagar royalties amistosos al señor Hamilton, por la eternidad y si hilamos más fino varios insignes guitarristas de metal. Aun así, ahí estará Betty siempre para recordar quien era la influencia en los ya lejanos años 90’.

Por Nelson Silva A.