Hypocrisy: un cruce entre metal y ciencia ficción

Hypocrisy: un cruce entre metal y ciencia ficción

Pocas bandas pueden presumir una carrera de más de 30 años y seguir siendo referentes en el death metal, tanto en su forma más clásica como en sus vertientes más melódicas y experimentales. Hypocrisy, liderada por el multifacético Peter Tägtgren, ha dejado una marca indeleble en la escena metalera internacional y pese a la cancelación del festival CL.Rock, se presentarán en Santiago el próximo 10 de noviembre en un cartel triple que incluye a los moldavos Infected Rain y a los suecos Grá, en Sala Metrónomo, presentado por Chamuco Productions.

La historia de Hypocrisy comenzó en Ludvika, Suecia, en 1991, con una propuesta de death metal que combinaba brutalidad y técnica, quizá influenciado por la temporada que pasó Tägtgren en Florida, cuando se gestaba la escena metalera de este particular sitio a finales de los 80’s y principios de los 90’s. En sus primeros discos, como «Penetralia» y «Osculum Obscenum», exploraron temáticas oscuras y extremas, caracterizadas por un sonido crudo y veloz. Estos trabajos iniciales los posicionaron como una de las bandas clave del movimiento death metal europeo en los años 90. Su estilo, con riffs aplastantes y guturales profundos, ofrecía una agresividad que atraía a fanáticos de toda Europa, aunque era similar a otras propuestas del otro lado del Atlántico.

No obstante, hubo una evolución en sus siguientes dos discos: «The Fourth Dimension» de 1994 y «Abducted» de 1996, con el que Hypocrisy dio un giro fundamental, una nueva era en su sonido, introduciendo elementos melódicos y temáticas de ciencia ficción, abducciones alienígenas y conspiraciones, que se volverían recurrentes en la banda. Este cambio le dio a Hypocrisy un toque único, y canciones como «Roswell 47» se convirtieron en himnos que aún hoy son infaltables en sus presentaciones en vivo. Tägtgren, conocido por su habilidad para capturar atmósferas sombrías y melódicas, logró con Abducted uno de los discos más innovadores del death metal melódico, explorando sonidos y temáticas que muy pocas bandas del género se atrevían a tocar en ese momento y que en discos posteriores como «The Final Chapter» y «Hypocrisy», la banda continuó profundizando en esa fusión de death metal con elementos melódicos y letras introspectivas. Estos álbumes consolidaron a Hypocrisy como una banda de culto y expandieron su audiencia, llevándolos a realizar giras internacionales y a participar en importantes festivales de metal. Y es innegable la influencia que por ejemplo una canción como “Until The End” tiene en una banda como Gojira hoy en día.

Otro gran salto hacia un sonido aún más maduro y experimental llegó con «Virus» en 2005, un álbum que combinaba la ferocidad del death metal clásico con una producción pulida y toques de modernidad. Este disco destacó por sus composiciones bien estructuradas y complejas, donde Tägtgren demostró su habilidad tanto como guitarrista como productor (ya para este momento con varias producciones de PAIN, su proyecto más personal), estableciendo un estándar en la producción de metal extremo.  Hypocrisy ha mantenido una carrera consistente, explorando distintos aspectos de la agresividad y la melodía, y con cada álbum ha traído algo nuevo a su sonido, su discografía sigue siendo una mezcla de brutalidad y sofisticación, con letras que abordan desde temas extraterrestres hasta cuestiones filosóficas y existenciales.

Hypocrisy en vivo es un espectáculo intenso y visceral. Tägtgren y su banda no sólo entregan una ejecución impecable, sino que logran crear una atmósfera que envuelve al público en sus historias de ciencia ficción y muerte. Su presencia en el escenario es arrolladora, y el sonido de su música en vivo es tan poderoso como en sus grabaciones, un testamento de la habilidad y profesionalismo que han cultivado a lo largo de su carrera. Si eres amante del death metal melódico con una temática única y atmósferas sombrías, Hypocrisy es una banda que no puedes dejar de escuchar. Su legado es un viaje a lo desconocido, y su música sigue siendo una referencia obligada en el metal extremo.

Ricardo Mora

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