Idles estampa el reflejo de nuestra era en “Ultra Mono”

Idles estampa el reflejo de nuestra era en “Ultra Mono”

Partisan Records, 2020

La sensación de unidad, la guerra, el feminismo. Crear canciones con estas temáticas, en tiempos revolucionados, pareciera ser una fórmula fácil, pero nada más alejado de esa creencia si la banda en la que tocas le toca vivir en épocas infames, como la actual, y no hay más remedio que reflejarla. Si con “Brutalism” (2017) los de Bristol mostraron sensibilidad y guitarras crudas, con “Joy as an Act of Resistance” (2018) se consolidaron, mientras que con “Ultra Mono” (2020) confirman su interés por mirar la sociedad y abordarla con canciones que reflejan el azote de cada día. Warren Ellis (Nick Cave and the Bad Sees), Jamie Cullum y el productor Kenny Beats, son algunos de los nombres que participaron de las creaciones, mientras que la banda se llena de fuerza en la interpretación e impone a Joe Talbot como una voz necesaria de escuchar, cargada de emocionalidad, la cual es consecuencia de vivir en una sociedad machista, poco empática y en constante confrontación.

Y así se lee en “War”, donde Talbot imita los sonidos de distintas armas y lanza gritos contra la guerra, arrastrando el sonido hacia nueva ferocidad y mezclando el caos sonoro habitual, con aires metal. “Grounds” prosigue la fórmula golpeando al mentón, enganchando directo, mientras apela a la unidad. “Ne Touche Pas Moi” habla sobre la propiedad del cuerpo y tiene la colaboración de Jehnny Beth; la ex Savages es solo una muestra de la variada asistencia que hay en el disco, la cual es fruto de el atrevimiento de Idles con las temáticas que están en el ojo del huracán, desde el Brexit hasta Donald Trump, como en “Mr. Motivator”, la que pega y pega y deja listo el machaque sonoro para un buen mosh. La agresividad de “Kill Them With Kindness” y el ritmo monótono (la principal crítica) de “Hymn”, “Reigns” y “Model Village”, invitan a resistir esta época violenta gritando a su lado.

“Ultra Mono” es muy disfrutable y confirma los principios de la banda, aunque algunos digan que el resultado es más simple que los anteriores. Sin embargo, el apelar al sentimiento, a lo empático en una era perversa, no debiera significar restarle puntos porque este es el tiempo que les tocó reflejar, y no hay tiempo que perder en esa batalla. La música también es el espejo de lo político y social, e Idles está proponiendo esta reivindicación del punk en la era de lo precario.

Macarena Polanco

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