“Infestissumam”: el sólido posicionamiento de Ghost
Sonet Records / Loma Vista, 2013
Formados en Suecia el año 2006, y tras el discreto debut Opus Eponymous (2010), Ghost se convirtió en un fenómeno gracias a su segunda placa: Infestissumam, publicada el 10 de abril de 2013 —y que se traduce del latín como “muy o lo más hostil”. Metallica se fijó en ellos y de cierta forma los apadrinó; lo que les dio mayor visibilidad. Pero eso fue un agregado, puesto que podían brillar por luz propia; debido al especial cuidado en cada toma de decisión, y meticulosa visión artística en todos sus aspectos.
Ya sea por su inclinación al sonido radial, que a ratos recuerda a Blue Öyster Cult, el recurso shock rock de la escuela de Alice Cooper o King Diamond —con el concepto de misa negra en sus conciertos; o el factor a la Kiss, manteniendo el misterio de sus integrantes —difícil tarea para esta época donde la información abunda en internet. Recién en 2017 se supo la identidad del vocalista —el magnético Papa Emeritus, en cualquiera de sus versiones, como así el Cardenal Copia; que resultó ser Tobias Forge, pero se continúa desconociendo a todos los instrumentistas —los siempre enmascarados Nameless Ghouls, que sólo se sabe que no siempre han sido los mismos.
El trabajo producido por Nick Raskulinecz, quien venía de hacerse cargo del álbum final de Rush —Clockwork Angels (2012); a ratos resultó un desafío. Acuartelados en Nashville, en el conservador estado de Tennessee, conllevó el problema de encontrar un coro que acompañase las canciones —de claro contenido satanista. La banda rememora el hecho: “Les dijimos lo que debían cantar, y uno de los tipos casi lloró; se lo tomó como ofensa, fue muy extraño. Por ello terminamos grabando el coro en Hollywood, donde la gente no tiene problema con adorar al diablo”. La portada, y las ilustraciones al interior del booklet de un oscuro tono de la naciente Edad Moderna, tampoco estuvieron exentas de polémica; que trajo de vuelta en una de sus esquinas al antiguo etiquetado de Parental Advisory —clásico en el afán por censurar placas de rock pesado durante los 80’s.
Tras la apertura del tema homónimo, Infestissumam, una introducción de menos de dos minutos que se apoya en armoniosos cantos gregorianos; de un momento a otro estalla con la entrada de las guitarras, y que sirve de puente que para Per Aspera ad Inferi —corte melódico que su nombre es traducido como “a través de las dificultades al infierno”. Secular Haze, single promocional que adelantó el álbum cuatro meses antes, llega a sonar carnavalesco gracias al elemento del órgano —“La idea era que se sintiese como una tormenta marítima, [remarcando] la sensación de la cercanía a casi haber muerto ahogado”, comentó uno de los Ghoul. El clip muestra la vibra retro que tanto les acomoda —incluso dejándole el formato de video 4:3, emulando lo que pudo ser una presentación en televisión de los 70’s.
Jigolo Har Megiddo, que mantiene el groove, le abre lugar a uno de los puntos altos: Ghuleh / Zombie Queen. Pieza que estuvo en carpeta durante varios años, que el inicio apacible del piano la orienta como balada; pero que por la mitad sufre un agitando y acelerado cambio de ritmo, casi tratándose de dos canciones dentro de una. “Tiene elementos muy típicos de la música sueca de los 70’s”, acotó uno de los Ghoul. El otro single promocional, Year Zero, es un éxito mayor —el primero que la mayoría de las personas les conoció; se trata de un verdadero himno de grandes arenas y estadios, que saca la tarea el pomposo coro con aquello de “Belial, Behemoth, Beelzebub, Asmodeus, Satanas, Lucifer”. El clip no pasó los filtros de censura, debido a algunos desnudos.
Body and Blood, una favorita en vivo que adoptó la costumbre de ser introducida por el discurso de “esto tiene que ver con comer carne y beber sangre” —algunas veces con un comentario de la culinaria local donde se encuentren. Idolatrine y Depth of Satan’s Eyes, medios tiempos le dejan la bajada de telón a Monstrance Clock. La escogida por mucho tiempo, hasta comienzos de 2019, que se encargó de cerrar los conciertos. Una citación a la cofradía, en un tempo pausado llamando a que “vengan juntos, juntos como uno; vengan juntos por el hijo de Lucifer”, en directo siendo el ideal broche de la ya mencionada misa negra.
Una pulida producción que llamó la atención; muy laureada, bien posicionada en los rankings y con varios premios a su haber. Infestissumam les quitó cualquier rastro de amateurismo, y preparó a Ghost como un número fuerte de la década recién pasada —valga decir que todavía en ascenso, pero siempre apuntando hacia arriba en sus siguientes lanzamientos. En tanto este, que a primera vista puede verse muy retorcido, en realidad es compuesto por varias capas; como acotó uno de los integrantes: “Trata de la presencia del Anticristo, el diablo. Pero el significado de aquello es cómo la humanidad, en predominancia por los hombres, ha considerado la presencia del diablo; a lo largo de la historia e incluso hoy en día. Esa es la razón de que el disco esté lleno de temáticas femeninas y sexuales. Como la Inquisición, con hombres acusando a las mujeres de ser el demonio sólo porque tenían una erección por ellas”.