Interpol en el Caupolicán: el post punk celebró sus nuevos clásicos
Fotos: Guillermo Salazar
Sold out para su séptima visita al país, las cuales, desde 2008, son sinónimo de energía y vitalidad, esa que no va tan acorde a la estampa melancólica y oscura del post punk que han encarnado con solvencia. En 2002, unos jóvenes se empapaban del viraje musical neoyorquino y se reunían bajo el nombre de Interpol, lanzando un disco que, para muchos medios especializados, fue el álbum del año. Era Turn on the Bright Lights, el espectacular debut que los metió de lleno en las grandes ligas del rock; y dos años después, Antics sellaría la ruta de la fama y éxito mundial.
Hoy, el salir de gira para celebrar aniversarios es irse a la segura, por eso este show de Interpol se sentía diferente, porque solo venían a tocar esas canciones que siguen cautivando a quienes las hicieron suyas hace 20 años; es ese nicho cautivo el que les permite el sold out tempranamente, e incluso, explorando una nueva ciudad en esta ocasión (tocaron el jueves 30 en Viña del Mar).
El ambiente de esta celebración, se resume en un público totalmente conectado con las canciones de dos discos antológicos en el revival post punk de los ‘00, vibrando al son de los teclados, los paisajes sonoros, las texturas y la atmósfera tan propia de la banda, la que no ha cambiado a pesar de las décadas; la voz inconfundible de Paul Banks nos transportó a la juventud de aquellos inicios de siglo, de la era de las primeras descargas musicales, de las predominantes líneas de bajo que les hicieron herederos de un público que quería alejarse del nu-metal. Y a pesar del tiempo y de la ausencia de Sam Fogarino, la banda se sintió cómoda tocando aquellos éxitos nacidos en otra etapa, y a energía nerviosa del público hizo el resto con los coros eternos, en seguir la música con total fidelidad, en aplaudir la elegancia, la suavidad, la tranquilidad, el sonido envolvente. Esa complicidad única, ha permitido que Interpol vuelva constantemente a Chile.
La primera parte, incluyó el setlist de Bright Lights, vibrando al ritmo de ‘Specialist’, ‘Say Hello to the Angels’, ‘ Obstacle 1’, ‘ NYC’, ‘Roland’, ‘Leif Erikson’, ‘PDA’ y tras una breve pausa, salió el set de Antics y que sonó espectacular, a través de ‘Next Exit’, ‘ Evil’, ‘Narc’, Slow Hands’, ‘C’mere’, y el cierre con ‘A Time to be so Small’. Cada una de ellas coreada a todo pulmón, con aplausos y vítores, cada una de ellas constatando el ser parte de una historia especial para quienes se dieron cita en este show distinto y que se repletó una hora antes, justo cuando salió a escena Chini.png, quien tuvo la oportunidad de tocar casi media hora frente a muchas personas que pudieron conocer su propuesta dulce, calmada, pero con su touch rock que sacó muchos aplausos.
Con siete discos de estudio, Interpol dejó de lado la mayoría de sus producciones y trajo de regalo el repaso de sus dos primeros trabajos, en un íntimo Caupolicán, a pesar de que venían de brindar el concierto más grande de su carrera en el Zócalo de Ciudad de México, ante 160 mil asistentes. Es la fuerte presencia de Interpol, ya sea en formato más privado o masivo y que el paso del tiempo no ha dañado, sino que muy por el contrario, ha fortalecido. Bright Lights y Antics sellaron una noche de celebración de grandes canciones del actual siglo, pero que beben de la sangre legendaria del post punk, que moría en los ’00 y que ellos se encargaron de reflotar a través de estos dos discos, convirtiendo este setlist en los nuevos clásicos de esa música y que siguen extendiendo la influencia del punk como una corriente absolutamente revolucionaria en la historia contemporánea del rock.