Iron Maiden en Inglaterra: El impresionante legado de la Bestia

Iron Maiden en Inglaterra: El impresionante legado de la Bestia

No todos los días se tiene el privilegio de presenciar el final de un tour de una leyenda como es Iron Maiden. Y nada menos que en Londres, su ciudad de nacimiento. Hace varias semanas algunos magazines comenzaron a mostrar reportajes fotográficos del show con que Iron Maiden encontró una nueva excusa para salir durante 2018 por parte de Europa a mostrar un trozo trascendental de su discografía.

El tour comenzó el 26 de mayo en Estonia y solo bastó que finalizara el concierto para que a través de las redes sociales se expandieran por todo el mundo dos elementos que hoy son imposibles de guardar como “sorpresa”: fotos del show que mostraran la escenografía con que Iron Maiden idealizó “Legacy of the Beast” y el setlist que la banda mostraría en su travesía por el viejo mundo. Sabemos que muy atrás quedaron los tiempos en que llegábamos sin conocer qué nos mostraría la banda en un show de cualquier característica.

A excepción de los shows en que las bandas muestran nuevas canciones, en el caso de Maiden, siempre se concentran en cuatro o cinco canciones del nuevo disco en las giras de un nuevo álbum, pero en los conciertos en que se han concentrado en sus viejos éxitos -como Somewhere Back in Time Tour (2008-09)- Harris y compañía. echan mano a lo más laureado y querido de su vasto repertorio. Creo no ser el único fan de Iron Maiden que le gustaría escuchar canciones como ‘To Tame a Land’, ‘Alexander the Great’, sin embargo la banda supo rescatar para “Legacy of the Beast“ canciones que su fanaticada más joven bien podría reconocer desde discos en vivo claves para el renacimiento de la Bestia a comienzos de siglo; ‘Sign of the Cross’ o ‘The Clansman’ son un claro ejemplo, ambas vienen en el clásico -a estas alturas- Rock in Rio (2002).

Vivir un show de Iron Maiden en Inglaterra es parecido a lo que vivimos en Chile ante cada arribo de la bestia (toda una ceremonia a estas alturas), pero jamás será igual. En Londres, de alguna forma se siente su localía, los locales se juntan en masa, amigos y familias completas desde temprano comenzaron a llegar al O2 Arena, y la previa parece ser la misma en todas partes: cerveza y sonrisas son la tónica que marcan la jornada, incluso en la estación de metro que nos dejó afuera de O2 Arena un hábil guitarrista interpretaba los clásicos de Maiden para encender el ambiente, y los fanáticos lo agradecían.

La clásica ‘Doctor Doctor’ de UFO, alerta que el concierto esta ad portas de comenzar y la emoción se apodera de los presentes. ‘Aces High’ es el primer y certero disparo de la banda a su fanaticada, el clásico salto de Bruce Dickinson -de envidiable estado físico- impacta, el hombre hace unas semanas cumplió sesenta veranos y aún se mueve como un joven inmortal. La escenografía se muestra y el espectáculo de Maiden toma ribetes teatrales que impresionan. ‘Where Eagles Dare’ sorprende a todos, quizá los que vieron desde su celular que era la siguiente canción no lo hicieron, pero nada iguala el poder que sentimos ante la pegada a los tambores de Nicko McBrain para abrir esa gran canción de Piece of Mind (1983). ‘2 Minutes to Midnight’ no necesita introducciones y Maiden domina absolutamente el escenario.

Para introducir ‘The Clansman’, Bruce habla con el público de Londres y les recuerda algunos sentimientos y conmemoraciones patriotas sobre luchas heroicas del pasado, el buen Bruce ademas de cantar bien, sabe muy bien para quien trabaja. ‘The Trooper’ y ‘Revelations’ continúan con la magistral clase de heavy metal británico, siendo ‘Piece of Mind’ el disco que más canciones trae a este intrépido Legacy of the Beast. Ya en ‘Revelations’ la escenografía se torna espectacular, y presenciamos la eucaristía de Harris y sus amigos como tal, los vitrales con distintos Eddies, que simbolizan los mismos que vemos en una iglesia, son simplemente ejemplares.

‘For the Greater Good of God’, es una de las gratas sorpresas del show. Perteneciente a A Matter of Life and Death (2006) es la única canción que tocan de sus últimos tres discos. ‘The Wicker Man’ y el riff de Smith en su inicio le devuelven la energía al show que, quizá con FTGGOG se perdió. En ‘Sign of the Cross’ y ‘Flight of Icarus’ el escenario nuevamente toma un protagonismo que convierte esta gira de Maiden en un imperdible, incluso en Flight of Icarus, Dickinson usa unos lanzallamas con los que dispara a diestra y siniestra mientras a su espalda el imponente Ícaro transforma la experiencia en una obra que es difícil de olvidar. ‘Fear of the Dark’, ‘The Number of the Beast’ y ‘Iron Maiden’ de su disco debut son cantadas de memoria por el público londinense y parece que todo queda en familia, longeva y múltiple por cierto, ya que muchos de los presentes tenían la edad promedio de la banda, incluso en el metro de Londres tuvimos la oportunidad de conversar con un tipo que vio a Iron Maiden por cinco libras con Paul Di’Anno a principios de los 80’s.

El encore estuvo a cargo de las clásicas ‘The Evil That Men Do’, ‘Hallowed Be Thy Name’ y un cierre muy bailable con ‘Run to the Hills’, mostrando a una banda activa y muy comprometida con el nivel del espectáculo que otorgan en “Legacy of the Beast“. Es de esperar, según algunos rumores, que Iron Maiden traiga el tour a Sudamérica durante 2019, por lo que muy pronto podríamos presenciar este homenaje a la calidad en Chile.

Por Nelson Silva A.

Fotos: Nelson Silva/FlickoftheFinger

Nacion Rock

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