Un álbum que estuvimos esperando de alguna manera y se mantuvo en sorpresa. Precedido el…
Jack White y el collage sonoro de Fear Of The Dawn
Third Man Records
Probablemente, Jack White sea uno de los últimos guardianes del indie rock de la vieja escuela. Por ello, cuando anuncia lanzamiento de dos álbumes en un mismo año, todos quedamos expectantes para escuchar en qué faceta viene. Fear Of The Dawn es la primera de estas dos entregas y llega después de Boarding House Reach (2018), donde el ex de White Stripes dio rienda suelta a su veta más experimental, en contraposición a lo que venía haciendo en solitario o en sus proyectos The Raconteurs y Dead Wheater. Mientras que en esas bandas encuentra el equilibrio entre el quiebre y lo clásico, gracias al contrapunto que le generan Brendan Benson y Alison Mosshart, cuando está por cuenta propia esas limitaciones no existen y asoma en su horizonte el complejo esfuerzo de continuar el camino ascendente de una carrera que, en solitario, ha tenido altibajos. Es probable que durante estos 4 años que le tomaron para dar forma a este disco, White se haya preguntado qué más puede aportar a su nutrido historial profesional, considerando el escenario actual de la industria.
Es por esto, que este trabajo del oriundo de Detroit puede parecer un ejercicio autoimpuesto, en el que el propio guitarrista trata de ponerse contra las cuerdas y bajo el lema de no repetir paradigmas conocidos. Pareciera que entre la línea abstracta y exploratoria que comenzó a desarrollar en el álbum previo, Fear Of The Dawn tratara de encontrar un camino propio que no consistiera en un continuismo poco llamativo y, por ello, la evolución de sonidos cobra una forma atípica. Tímidamente, el autor va tomando la temperatura de su propio proyecto, arrancando de manera salvaje, pero plana, con ‘Taking Me Back’, un tema extraño para partir porque no ofrece incentivos más allá del coro.
Con ‘The White Raven’ se suelta más y juega con distorsiones diversas, pero en ‘Hi-De-Ho’ empieza a alejarse del guion. A pesar de su interesante línea de bajo, la alianza con Q-Tip (A Tribe Called Quest) suena extraña y fuera de contexto. ‘Eosophobia’ también se nota rara cuando trata de combinar reggae con los riffs entrecortados tan propios de White; y más encima, le agregó un reprise de la misma canción que tampoco termina de aportar. En ‘Into The Twilight’ se sobresatura y es una lástima porque era una buena intención, a la que le agrega demasiada sal y pimienta con el Hammond, convertido en un miembro más en este alocado torrente de ritmos; el mismo Hammond destaca mejor en otros temas, como ‘That Was Then, This Is Now’ y ‘Morning, Noon and Night’, con buenos solos espaciales que nos remitirán a la cara más setentera de este tremendo artista.
Muchos seguimos esperando EL gran álbum de Jack White, ese que termine por confirmar toda su creatividad y virtuosismo como multiinstrumentista y baluarte del rock de estos 30 años. Fear Of The Dawn es una interesante constatación de su versatilidad y sus inconformismos, y es justamente ahí donde debe detenerse y responder esa pregunta sobre cuál debe ser su próximo aporte a la música.