Joe Satriani en Chile: La magia de una noche instrumental

Es extraño ir a al concierto de un rockero y saber que debes estar sentado. Acostumbrados a la vibración, locura y entrega de un show tradicional, no es fácil encontrar las mismas sensaciones en otro tipo de propuesta. Y eso se obtiene en conciertos como el que anoche brindó Joe Satriani, uno de los guitarristas instrumentales más importantes en el mundo del rock y que ha alcanzado gran notoriedad no solamente por su virtuosismo, plasmado en 15 nominaciones al Grammy y 10 millones de discos vendidos, sino que además porque otros guitarristas lo han requerido para perfeccionar su propia técnica. Con esa historia y con el aplaudido disco “Shockwave Supernova” bajo el brazo, Satch se presentó acompañado por una banda de lujo: Mike Keneally (guitarra), Marco Minnemann (batería y uno de los más vitoreados en cada intervención) y Bryan Beller (bajo), los que no fueron comparsa y aportaron soporte y lucidez, tanto en solitario como en conjunto, para gozar un show equilibrado entre técnica y emoción.

Pero ellos no estaban solos. A las 20 horas, el Cariola ya estaba al 80%, con un público variado en edad (muchos adolescentes con sus padres) y entre los que pudimos reconocer a músicos, productores y, por supuesto, guitarristas, que no solamente iban a ver a Satriani; también era un plato fuerte la presencia de Claudio Cordero Trío como telonero. Los nacionales aprovecharon su tiempo para desplegar todo el poderío, energía y calidad de “Quasar”, su alabado disco lanzado este año. El show permitió reconocer el crecimiento de Felipe Cortés en batería, Mauricio Nader en bajo y el propio Claudio Cordero hacia un sonido más duro. A pesar de contar con un poco más de media hora, sacaron aplausos en cada interpretación, todo el show fue gritado y avivado por los músicos, especialmente por un enérgico Mauricio Nader, siendo “Megalodón”, con esas cuidadas estructuras progresivas, una de las más celebradas dentro de una presentación en sintonía con la calidad de quien era el invitado principal.

A las 21 hrs en punto, Joe Satriani arremetió con una nueva clase práctica. Una intro instrumental y unas imágenes en la pantalla de fondo sirvieron como arranque del show, el que integraría temas del “Satriani Songbook” junto a varias de su nueva placa. Destacaremos los momentos más aplaudidos de un setlist de 20 temas (incluidos tres solos), que partieron con “Shockwave Supernova”, la que funcionó muy bien ya que la gente estaba entusiasmada y quería pasar pronto a los clásicos, lo que se produjo con los acordes de “Flying in a Blue Dream”, la que brilló por su cuidada ejecución y porque sonó especialmente bien. Esos fantásticos in crescendo de los primeros minutos se equilibran muy bien con los efectos que tiene el tema hacia el final. Gritos y aplausos señalaban que los asistentes ya habían entrado en onda con el show; luego, fue el turno de “Ice 9” y el Cariola se vino abajo.

Es realmente increíble la perfección que logra este vanagloriado tema, más reposado en el fraseado principal pero equilibrado con una rítmica heavy difícil de explicar; puede que los pedales ayuden mucho, pero el tema tiene una onda superlativa, rockera, a ratos muy ochentera, lo que logró que el público se entregara a ella a ojos cerrados. Satch siguió desplegando su cosecha de éxitos con la fantástica “Crystal Planet”, tan heavy y melódica a la vez; con ese frenético inicio, perfecto para un cabeceo (pero estábamos sentados!) y en el que la guitarra despliega su genialidad. Con una melodía claramente más hard rock, sacó vítores y fue aplaudida a rabiar porque la gente reconoce, en este tema, uno de los discos más aclamados del guitarrista; “On Peregrine Wings” fue otra de las destacadas por ese ritmo medio latino y un groove super bien logrado, en una de sus composiciones más completas; siguió “Crazy Joey” con esa línea de bajo tropical que la vuelve tan alegre.

Uno de los mejores momentos de la noche se produjo ante los acordes de “Always With Me, Always With You”, uno de sus clásicos más reconocibles. Más de alguno dijo “¡Ah! ¿Esta es de Satriani?”. Se asomó con un tapping perfecto, hasta lograr una melodía que invitó a cerrar los ojos y disfrutar. Y para un buen cierre sólo bastaron dos emblemas: “Big Bad Moon” y ese espléndido solo de armónica, a cargo del propio guitarrista; con una estructura compleja, el tema elevó la calidad del show aún más, gracias a la cantidad de efectos. Y para cerrar, qué mejor que “Surfing With the Alien”. Qué más decir de este temazo rockero, efectivo, con ese solo que está rankeado entre los mejores 30 de la historia por la Guitar World. Un final especial, para decir que el show quedó por lo alto.

En general, el sonido estuvo a la altura y no hubo dificultades para distinguir cada instrumento. La batería sonó más que bien, muy inspirada y sacando vítores en cada intervención. Obviamente, la guitarra de Joe cargaba con el protagonismo, lo que no quitó que el bajo sonara bien y que la segunda guitarra y teclados no se apreciaran. Si hay algo que aplaudirle a Satch es que no se “come” el show y comparte su protagonismo con su banda, para quienes pidió aplausos en varias oportunidades; cada cual hizo su solo de manera brillante, pero destacamos la clase que dio Marco Minnemann, una bestia que tocó con gran fuerza y una tremenda precisión.

Cuando tienes en frente a un Joe en este estado de gracia y que sigue manejando una técnica insuperable, su show se vuelve una clase de indescriptible de habilidad, la que choca frontalmente con la sencillez con la que se deslizan sus dedos en el tapping a dos manos, harmonics y otras técnicas. El setlist estuvo equilibrado, sorprendiendo lo bien que ensamblan las nuevas canciones con sus temas clásicos, lo que refleja su coherencia musical. Otro acierto fue el apoyo en imágenes para cada tema, las que desprendían un halo futurista, con alusiones al espacio, los planetas de cristal, los cohetes viajando por tonalidades azules y las máquinas del tiempo. Y si a eso le sumamos lo bien que estuvo Claudio Cordero Trio es para concluir que hubo un show lleno de digitación, técnica pura, carisma y alternativas que abarcaron hard rock, heavy, tonos más pop y algunas baladas.

Fue la noche de la guitarra eléctrica en todas sus alternativas, transformada hace años en baluarte por uno de los líderes del rock instrumental.

Fotos: Matías Cornejo

Setlist:

Shockwave Supernova
Flying in a Blue Dream
Ice 9
Crystal Planet
On Peregrine Wings
Friends
If I Could Fly
Butterfly and Zebra
Cataclysmic
Summer Song
Drum Solo
Crazy Joey
Keyboard Solo
Luminous Flesh Giants
Always With Me, Always With You
Bass Solo
Crowd Chant
Satch Boogie
Big Bad Moon
Surfing With the Alien