John Garcia: “John Garcia and the Band of Gold” (2019)
Napalm Records, 2019
Muchos años han pasado desde la disolución de Kyuss, banda influyente por excelencia y referente ineludible de los noventa, si aludimos al stoner y al llamado “rock del desierto”. De lo que fue esa formación, han surgido otras propuestas amparadas bajo el paraguas de la creatividad de quienes algún día la formaron, por lo cual es correcto decir que Kyuss sigue siendo fuente de buen beber para ellos; sin embargo, da la impresión que a John Garcia le ha costado capitalizar ese éxito más que a sus ex compañeros. La denominada “voz del stoner” alumbra los inicios de 2019 con nuevo combo llamado Band of Gold.
Escuchado el disco, queda la grata sensación de que logró recrear lo que mejor le queda. Porque este homónimo redibuja el espíritu de los creadores de “Blues for the Red Sun”, pero le agrega un matiz más rockero, propuesta que ya nos había compartido a través de Unida y Hermano.
Producido por Chriss Goss, el objetivo de Garcia es darle al público más stoner justamente lo que quiere escuchar a través de “Popcorn (Hit Me When You Can)”, que nos deja la influencia sabbathiana de años setenteros, junto con “Apache Junction”, la que tiene un medio tiempo marcado por el rock y no tanto por el stoner, sentenciando con más energía en el riff y el ritmo poderoso de la batería. “My Everything” y “Kentucky II” rinden cuenta de que cuando John está inspirado, resplandece como el oro. “Cheyletiella” y “Softer Side” son extensas, espesas, trabajadas hasta el mínimo detalle y con un punto lisérgico que nos hace extrañar ese desierto de antaño, quedándose como las más completas.
Si bien es predecible y clásico, es eso mismo lo que atrae y logra que repasemos el trabajo entero, entendiendo que la técnica está dominada y que esa voz le da a los temas un poder extra, al estar muy bien interpretadas. Como era de esperar, el tinte vocal sin igual de Garcia marca el devenir del álbum, pero éste se retroalimenta con riffs densos y aires de psicodelia como base de toda la escucha. En general, estos podrían ser temas que no encontraron lugar en los discos de Kyuss debido al enorme nivel que tenían los que sí entraron, pero no por eso vamos a decir que estos 40 minutos son desperdicio, por el contrario, hacen prevalecer a Garcia como un músico al cual le queda resto por entregar.