Si bien en Estados Unidos muchos conciertos, giras y festivales ya se habían puesto en…
Jonathan Davis: «hablo con chicos trap metal y hip hop totalmente inspirados por Korn»
Jonathan Davis, quien sabe de problemas de salud mental, dice que está en un mejor lugar mental, hoy más que nunca, «donde no estoy en un estado constante de miedo, ansiedad o depresión», dice y que «este es el álbum donde estoy en un buen lugar. He sobrevivido y lo he descubierto”. Esta es la diferencia que Korn plantea en «Requiem», su reciente nuevo álbum de estudio, el cual parece estar a bastante distancia emocional que «The Nothing», salido en 2019 en una verdadera crisis de Davis habiendo perdido a su ex-esposa.
Sus declaraciones llegan en una nueva entrevista con NME a propósito de la salida del disco. “Siempre va a haber esta oscuridad que me abofetea en la cara de nuevo, hasta que le azote el trasero”, dice. “Es esta culpa constante en la parte de atrás de tu cabeza”, dice, tratando de explicar el eterno tira y afloja mental. “Si te lanzas de cabeza y enfrentas el problema… vas a mejorar y eventualmente llegará la felicidad”. Él ríe. “Me tomó 50 años darme cuenta de esa mierda en una pandemia. Pero me ha ayudado. Realmente lo ha hecho”.
Como todos los álbumes de Korn, ‘Requiem’ es un reflejo claro del estado emocional de Davis, pero su tema de curación es lo que motoriza el álbum. Según Munky, toda la banda ha tenido COVID: en un momento durante su gira estadounidense de 2021, se quedó en Salt Lake City para aislarse mientras la gira continuaba sin él. Davis tardó tres meses en recuperarse de la enfermedad, y cuando regresó al escenario, se vio obligado a realizar espectáculos sentado en el trono, usando un tanque de oxígeno.
En la retrospectiva Davis siempre recuerda un punto cúlmine que llegó en 2005. El género (nu -metal) había caído a un pozo sin fondo, llevándose consigo el tirón y la relevancia de las grandes ligas de Korn: la banda cayó hasta lugares recónditos. Mirando hacia atrás, Jonathan admite que le preocupaba que la carrera de la banda pudiera estar llegando a su fin. “Eso pasó por mi cerebro”, dice, “pero también estaba como, ‘¿A quién le importa? Todavía estamos tocando y estoy feliz de ganarme la vida tocando música’”.
Cada vez más en estos días, han llegado a considerar ese legado. “A principios de la década de 2000, todo giraba en torno a la fiesta”, dijo Munky. “No nos importaba el mañana; no nos importaba lo que dejábamos atrás. Ahora nos importa y llevamos eso al estudio en este disco”. Dice que la banda quiere ser recordada «como la banda que ayudó a la gente» con las letras de Davis, señalando a la gente «la luz al final del túnel». En la actualidad las retribuciones llegan de parte de su fanaticada joven: “Hablo con chicos que hacen trap metal y hip-hop totalmente inspirados por Korn”, dice Davis, reconociendo la influencia que su banda sigue teniendo en la forma de la música pesada. “Nos vieron cuando éramos niños en MTV y cuando los conozco, dicen: ‘¡Oh, Dios mío!’”
Para el propio Davis, ‘Requiem’ se relaciona con un sentido más amplio de autoaceptación, ayudándolo a mantener su enfoque en el futuro y celebrar el pasado. “Estábamos tan en contra de todo y de todos”, dice, recordando la etiqueta de nu-metal que se les impuso. “Éramos jóvenes, chicos punk: ‘Vete a la mierda. ¡No nos etiquetes! Ahora que me he calmado, ya no me importa una mierda. Llámanos como carajo quieras.»