Korn en Chile: Poder intocable
No se presentaba como «la gran novedad» o algo inédito en nuestras tierras, pues ya con esta contamos la quinta visita de Korn a Chile, anotándose como una de las bandas que más le gusta frecuentar nuestros escenarios, pero sin duda que desde hace algunas semanas empezaba a cobrar algún carácter de especial, tanto por los comentarios del setlist y la gira, como por la curiosa incorporación de un niño de 12 años en el bajo, Tye Trujillo, hijo de Robert de Metallica y que vino a reemplazar a un miembro insigne e histórico como Fieldy en este tramo sudamericano.
El show fue sorprendente de principio a fin, explotando en un sonido muy mejorado con respecto a las últimas presentaciones y con una vitalidad en esencia única, quizá mejor que nunca. Ahí estaban sobre el escenario los emblemas Jonathan Davis, Brian «Head» Welch y James «Munky «Shaffer, sumados a la pericia en batería de Ray Luzier y a este niño prodigio infiltrado en el bajo pero que vaya que le dio buen plus a su show, demostrando que no está ahí por algún tipo de ‘cuña’ o por amiguismos antojadizos.
Con ‘Right Now’ arrancaba un demoledor concierto a Teatro Caupolicán repleto y con un público entregado totalmente en cuerpo, alma y bengalas. De la gigantografía de un Korn en rojo y su icónico logo pasó a ese niño de la portada del “Serenity of Suffering», último disco en cuestión que los trajo, que no movió mucho piso que digamos, pero Korn tiene argumentos de sobra para demostrar cuán rica y llena de grandes canciones es su carrera. ‘Here to Stay’ del «Untouchables» era la siguiente y la horda de fans de esa cancha dejaba el ambiente en llamas a punta de saltos y mosh, pues lo que teníamos al frente lo ameritaba.
Jonathan Davis, con su gótico pedestal del micrófono característico y su clásica falda, estuvo demostrando sus capacidades con una soltura como de antaño en versión madura. En muy buena forma, el crack del vozarrón de la banda (que mantiene intacto y ayer lo demostró) estuvo arengando a su gente y cantando de forma bestial, terminando por convencer que estábamos ante un show muy preocupado en que todo sonara bien y así no más fue.
Momento «Issues» con ‘Somebody Someone’, otro gran ‘hit’ que terminó en una pegada algo noise, cosa que replicarían en otros temas. La verdad es que el bajo del pequeño Tye sonó gigantesco, valiendo la pena decir que las cuatro cuerdas en el sonido de Korn es preponderante. Para su corta edad, el dominio del slap es magnífico y lo hacía con mucha soltura, algo asombroso, pues recordemos que esta es primera vez que se enfrenta a públicos realmente adultos y masivos en una gira oficial. El chico demostró que sabe, moviéndose, dando headbangings, con esa larga cabellera (casi más que él mismo) y haciendo gala de su talento, demostrando, cuál crack de años de oficio, cómo disfrutaba el show. Una verdadera promesa rockera.
Los guiños clásicos no faltaron, pues en la poderosa ‘Coming Undone’ estuvo el característico homenaje a ‘We Will Rock You’ de Queen y también dentro de ‘Shoots and Ladders’ ese brillante tema del debut con gaita ejecutada por el propio Davis, sonó la parte clímax de ‘One’ de Metallica, haciendo notar los valores de los enormes «Head» (éste luciendo una polera de «rock not dead» como queriendo dar un mensaje y declaración de principios) y el sólido «Munky», ambos con sus clásicos dreadlocks, como deteniendo el tiempo con su look y sonido, llevándonos al inicio de la banda, pues en cuanto a entrega y fuerza, pareciera que ahí estábamos, en plenos 90’s.
Luego del solo de batería de Ray Luzier, quien se luciera con sus piruetas en gran parte del show, llegó el momento de la inolvidable ‘Blind’ (qué grande) y como sonó ese legendario «are you ready!» a todo pulmón. Canción clave de la banda e himno histórico. Las poderosas ‘Twist’ y ‘Good God’ les continuaron en un momento en que no había tiempo para contención alguna ante este show impactante y de set muy bien elegido.
Luego de la despedida sabíamos que faltaba algo más y los acordes de ‘Falling Away From Me’ eran cantados con los «oh-oh» característicos del prendidísimo público, un tema parido con la intención del salto y headbanging a decir verdad. ‘Freak on a Leash’ daba el broche a un concierto que de seguro quedará no solo como uno de los mejores de la banda en Chile, sino como anotado desde ya como uno de los más sólidos del año. La despedida, ovacionados totalmente, con banderas chilenas como siempre y un sinfín de regalos por parte de la banda ante un público muy agradecido.
Pese a lo corto que se nos pudo haber hecho, debido a lo entretenido, bien jugado y solvente, dio mucho gusto verlos tan bien, recalcar eso es importante, una banda que ha pasado de todo, pero que en cuanto a núcleo se mantiene sólida y con sus integrantes esenciales, una banda que creó todo un nuevo sonido y que hoy parece estar muy conforme y disfrutando más que nunca de su marca totalmente importante e indeleble en la historia del rock.
Fotos : Jerrol salas
Setlist:
Right Now
Here to Stay
Rotting in Vain
Somebody Someone
Word Up!
Coming Undone
Insane
Y’All Want a Single
Make Me Bad
Shoots and Ladders
Blind
Twist
Good God
Encore:
Falling Away From Me
Freak on a Leash