Korn: “The Nothing” (2019)
Roadrunner / Elektra, 2019
Korn es uno de los nombres firmes y solventes dentro de la escena metal de los últimos 25 años. Y tras el buen desempeño de “The Serenity of Suffering” (2016), el planeta rock estaba ansioso de escuchar la nueva producción de los de Bakersfield titulada “The Nothing”, el que nuevamente contó con el respaldo de Roadrunner Records y la producción de uno que sabe de estas lides: Nick Raskulinecz.
Tras un par de escuchas es claro que el trabajo busca continuar la línea de sus dos antecesores, pero con un aura más oscura. Tormento, castigo, dolor es lo que atraviesa la lírica del disco, algo que tiene mucho sentido si recordamos que el año pasado Jonathan Davis perdió a su madre y a su ex esposa, tragedias que permiten que las canciones se sumerjan en los recovecos más profundos del metal de Korn. En cuanto al sonido, no hay queja, porque es encontrarse con lo mejor que la banda sabe ofrecer al regresar a los mejores acordes noventeros, pero igualmente buscando salir de la comodidad con momentos sumamente pesados, con Jonathan llegando al gutural y con una batería brutal de Ray Luzier.
“The End Begins” y gruñidos poderosos de Davis en un track que acapara lo mejor de Korn en cada una de sus etapas. “Cold” debiera ser un obligado en sus futuros setlist pues cuenta con riffs inmensos, fuertes y pesados, los que siguen a los lamentos de Jonathan colocando elementos de base del estilo. “You’ll Never Find Me” es otro buen tema, con una producción que recuerda a “Falling Away from Me” y que completa una gran experiencia gracias a esos rasgueos sensacionales. “The Seduction of Indulgence” sigue con el toque desgarrador, al son de percusiones grandiosas. “Can You Hear Me” y ese corazón destrozado que trata de seguir latiendo al ritmo de guitarras demoledoras. Davis profundiza aún más en “This Loss” y “Surrender to Failure”, ambos llenos de culpa, mientras que los fans de cepa gozarán con “Idiosyncrasy” y su remembranza de “A New Level” de Pantera, o con la dinámica “The Darkness Is Revealing”, la innovadora “Finally Free”, y la demoníaca y exultante “H@rd3r”.
La portada habla por sí sola. El bien y el mal, las elecciones que tomamos nos ponen en posición de ser marionetas del destino. Tal como señaló Jonathan en una entrevista, en junio pasado, el concepto del álbum se basa en que “la nada es el lugar donde las energías en blanco y negro se adhieren a nuestras almas y dan forma a nuestras emociones, elecciones, perspectivas y, en última instancia, a nuestra propia existencia. Las fuerzas existen, donde el alma encuentra su refugio. Bienvenidos a… la nada».
Es un muy buen retorno. Aunque sea sofocante y desesperante en su mensaje, se sabe acompañar de riffs intensos y profundos resultando un buen promedio entre “The Paradigm Shift” y “The Serenity of Suffering”, agregando el touch emotivo de “Issues”. En un año donde Slipknot, Tool y Rammstein han acaparado los comentarios entregando álbumes que aseguran sus legados, Korn lidió con esa presión extra y se despachó un registro urgente tras una visita al infierno, lo que tiñe este décimotercer álbum de su carrera de emocionalidad e ira que los fans abrazarán y le darán todo el crédito. Una banda sobreviviente y que renueva sus votos con creatividad y confiando en el espíritu del género que ayudaron a fundar.