La Cumbre del Rock Chileno 2017: Así vivimos la jornada que celebró la música chilena
Tras cinco años de ausencia, este 2017 arrancó en materia de festivales de gran envergadura con La Cumbre del Rock Chileno, un evento que a gran escala celebra lo mejor de nuestra música nacional, de una escena que cada vez se hace más amplia y diversa y que, debido a esto por ahí residen algunas polémicas y discusiones por la inclusión de algunas bandas en un festival que lleva el apellido «rock» a un evento que opta propiamente por el rock como una cuestión de actitud en la propuesta, más que en el sentido purista del formato banda o artistas de guitarra, bajo, batería y de estridencia escénica.
La parrilla fue bastante amplia este año, donde pudimos ver cosas pop derechamente como Javiera Mena o Alex Anwandter, el punk rock directo de Los Miserables, regresos de bandas esenciales como Weichafe o Lucybell, números nostálgicos como Aparato Raro o Nadie, el reggae cosecha nacional de unos insignes como Gondwana y las excelentes propuestas de gran momento actual como Ases Falsos, Camila Moreno y Mon Laferte, para tener luego un emotivo cierre con un gran homenaje a Jorge González, en su despedida de los escenarios y la participación de emblemas del rock patrio como Los Tres o Chancho en Piedra.
Desde acá revisamos algunas de las actuaciones que pudimos ver, en una jornada marcada por el incesante calor que azotó el recinto de Avenida Grecia.
A las 11:00, muy temprano arrancaba todo, en una jornada que duraría bastante más de lo presupuestado. Ases Falsos con el talento vocal de Cristóbal Briceño al frente aprovechó de mostrar las canciones de su reciente «El Hombre Puede». Pese a lo temprano y el calor la gente y la fiel fanaticada de la banda estuvieron ahí para celebrar sus canciones como ‘Gehena’, ‘Pacífico’ y ‘Simetría’. Gonzalo Yáñez por su parte brilló con sus canciones y una gran performance de ‘Ser indio’, en un entretenido show que continuaba mientras el público empezaba de a poco a llegar a la fiesta nacional en vivo.
El turno era para unos representantes del rock puro y duro como Weichafe, que siguen siendo parte de grandes festivales desde su regreso a la fecha, quienes dedicaron su show al «perseguido pueblo mapuche» como diría Pierattini (tónica recurrente en las bandas que desfilaron en el evento, por cierto y en este caso con proyecciones visuales). ‘SW’ y ‘La fuerza viene de la tierra’ de su reciente disco, un tributo a íconos nacionales con unas rockeras versiones de ‘Déjate caer’ de Los Tres y ‘Estrechez de corazón’ de Los Prisioneros y su clásico ‘Pichanga’ dejaron claro la fuerza de una de las mejores bandas del hard rock chileno.
Y cuando la tarde ya empezaba a causar los primeros estragos por los fuertes rayos de sol dos bandas que tienen mucha historia azotaban los escenarios: Sinergia y Los Miserables. La primera con trajes espaciales y un equipo de músicos de apoyo bastante especial (vientos incluidos) desataban los primeros mosh con ‘Te enojai por todo’, ‘Hágalo bien’ o ‘Mi señora’ en una de las potentes presentaciones del evento. Los Miserables hicieron lo suyo en el marco de la celebración de sus 25 años, con su reconocida actitud punk y discurso político y social, dedicándole ‘El crack’ a Gabriel Boric, haciendo algunos guiños a AC/DC e invocando sus cuatro mandamientos «Sexo, fútbol, cerveza y rock’n roll». También aprovecharon de mencionar a bandas que deberían haber estado (Criminal, Dorso, BBS Paranoicos entre otras).
La tarde aguardaba la presencia femenina también de insignes como Nicole y Javiera Parra, ambas rescatando sus éxitos pasados más alguna que otra sorpresa en versiones de otros artistas (Nicole con ‘Tren al sur’ de Los Prisioneros y la Parra celebrando el legado histórico de su apellido), en tanto Camila Moreno presentó un set cargado al buen momento que vive actualmente cerrando con una potentísima versión de ‘Incendié’.
Llegaba la hora del funk con Los Tetas y una celebración de 20 años de hits que han quedado en la retina, ‘Cha cha cha’ dejó bastante movido un estadio que se llenaba aún más y ‘La medicina’ llegó con la sorpresa de Mon Laferte para hacer los coros junto a los insignes Tea Time y C-Funk. Era el rock noventero que decía bastante presente en este evento, algo que se replicaría con las actuaciones de Lucybell y Saiko, que hacían gala de sus hits reconocidos. En el caso de la banda de Claudio Valenzuela ‘Mataz’ o ‘Sálvame la vida’ recorrían su importancia con verdaderos himnos, el vocalista además habló en sala de prensa de reivindicar el legado histórico del rock nacional. En el caso de Saiko (y pese a algunos problemas con el micrófono) Denise Malebrán demostró su sensual voz aun regalándole al público junto a la banda temas inolvidables como ‘Cuando miro en tus ojos’ o ‘Lo que mereces’ dedicada las mujeres. La verdad es que hubieron muchas mujeres que deslumbraron el festival, el caso de Mon Laferte fue sobresaliente con un show de calidad musical e interpretativa (qué gran vozarrón, nos dejó conmocionados a todos su fuerza).
Nano Stern es un número asegurado en eventos de este tipo y la reacción del público celebró sus canciones folk en una ya más que consolidada carrera, al igual que el abanico de Hits bailables de Joe Vasconcelos bastante celebrados. Por otra parte López y este proyecto que abarca la mitad de otra de las grandes bandas nacionales como Los Bunkers recibió bastantes aplausos, y claro, más aún cuando Álvaro López interpretaba el tema de la banda penquista en tributo a Silvio Rodríguez ‘Quien fuera’, además de mostrar ‘El drogadicto’ y ‘Lo que pudo ser’, las canciones de este nuevo proyecto que editó primer disco en 2016: López Vol. 1 (EP). López muestra una propuesta que, si bien no se aleja demasiado de lo que hacían Los Bunkers, se sustenta en muy buenas canciones, y tiende a mostrar menos inclinación por las texturas Beatles, y más de la canción romántica latinoamericana y un cierto olor a Los Ángeles Negros.
Luego de ello, y después que la programación había estado marchando a la perfección, se produjo un problema técnico entre la banda Día Cero y la organización- según explicó el encargado de prensa del festival Roberto Carreño-, lo cual dejó por varios minutos los escenarios en silencio hasta que la banda de integrantes de La Ley hizo su aparición, en un show que aseguró los grandes hits de la banda que hoy integran históricos como Pedro Frugone, Mauricio Clavería y Rodrigo Aboitiz, sumando a Ignacio Redard en la voz. ‘Día cero’, ‘Tejedores de ilusión’ y ‘El duelo’ sonaron en un show que tiene bastante apoyo visual, aunque sin lugar a dudas que el fantasma de Beto Cuevas sobrevolaba el estadio con más peso que nunca. Todo pasaba cuando la noche caía de frentón en el Nacional.
Llegaba uno de los momentos más esperados de la noche, que es cuando Jorge González es homenajeado en su última presentación en vivo, tal como lo anticipara antes. Las pantallas gigantes nos mostraban diversos «momentos Jorge González» de su trayectoria, para luego iluminar con su presencia, en un show en que cantó bien pese a su estado, lo que demuestra que lo puede hacer, aunque el riesgo de estar así expuesto es lo que hay que evitar a toda costa por el bien de su salud. ‘Trenes’, ‘Amiga mía’, ‘Nada es para siempre’, ‘Mi casa en el árbol’, su curioso cover en español de ‘Knockin’ on Heaven’s Door’ de los Bob Dylan y el remate con dos clásicos irrefutables de Los Prisioneros como ‘Tren al sur ‘ y ‘El baile de los que sobran’ marcaron una presentación sin duda histórica y significativa. González al final premiado con la Orden al Mérito Pablo Neruda, merecido galardón, pero lamentablemente para él ha llegado el momento de cuidarse, más que seguir mostrando algo que todos reconocemos: ser uno de los verdaderos próceres de la música chilena.
Lo que siguió fue al mismo tiempo histórico y algo muy curioso, el traspaso de la estatuilla de Jorge González a Álvaro Henríquez como premio a ícono de la música chilena, algo que el cantante de Los tres se lo tomó como tal, con toda la ironía del mundo, lanzando un «tienen un gusto increíble».
Luego de aquello partió inmediatamente el show de Los Tres. Probablemente, nos daremos cuenta a lo largo del año de que no fue casualidad la partida y el cierre de la presentación de los penquistas con ‘Bolsa de mareo’ y ‘Restoran’, la apertura (bueno, casi) y cierre de Fome (1997), que este año cumple 20 años. Algo deben tener preparado Henríquez, Titae y compañía para este año.
La banda se vio en buena forma. Desde la salida de Ángel Parra que Los Tres están viviendo algo así como un segundo aire, detuvieron el piloto automático, y en sus shows se está notando algo más de dedicación, de sangre y de afán de entretener, a la altura del legado de la banda. Así, además de las dos mencionadas de Fome, los clásicos de siempre compartieron espacio con otras más nuevas como ‘A palos con l’aguila’, la más rockera de su último disco, y sin duda, una entretenida canción. Buen show, y esperamos que sea solo la antesala de una serie de celebraciones del que es, para muchos, uno de los mejores discos de la historia del rock chileno.
Qué buena canción que es ‘Acuario’, sin duda, una de las mejores composiciones de este siglo. Y en vivo, crece mucho más. Esta es una de las razones por las que vale la pena estar en un concierto de Manuel García, porque, pese a que desde la trinchera de los más tradicionalistas del rock lo miran con desdén y desconfianza, un músico versátil como García puede partir con un himno de la nueva trova como ‘La gran capital’, pero al rato pasearse por el pop sicodélico de ‘Acuario’, o la onda mestiza de las nuevas canciones de su disco Harmony Lane, una aventura de mestizaje gringo-chileno que ya está cosechando alabanzas. Ni hablar de la increíble ‘Medusa’, una ranchera repleta de sangre y lágrimas. Sin duda, Manuel García, hoy en día, es la institución del rock popular chileno.
Chancho en Piedra le dieron broche al rock en La Cumbre con su singular estilo y disfraces: el batero Toño Corvalán con tremendo afro y Lalo «Cabezón» Ibeas salió como princesa Leia en una especie de tributo a la recién fallecida Carrie Fisher que encarnara al icónico personaje de Star Wars. Y como es sabido los shows de Los Chancho es una caja de sorpresas, jams y momentos especiales. Guiños a otro recién fallecido como George Michael en ‘Multi-ricachón’ o covers de clásicos del funk como ‘Play That Funky Music’ de Wild Cherry o ‘Night of the Thumpasorus Peoples’ de Parliament. La infaltable ‘Guach Perry’ o ‘Locura espacial’ no faltaron (esta última al gran cierre con ‘Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos’ de Los Prisioneros metida ahí entremedio).
Pese a las polémicas por el cartel, discusiones y posibles problemas técnicos que pudieron suceder, no cabe duda que el festival nos presentó nostalgia de un legado combinado con grandes momentos que viven actuales bandas y artistas nacionales. No fue un festival netamente de «rock», claro está, pero sí que fue un festival que nos ofreció grandes momentos y, sobretodo, que viene a celebrar que en Chile tenemos música de calidad en todos los estilos y argumentos de sobra para sentirnos orgullosos.
Por Patricio Avendaño R./Felipe Godoy O.
Fotos: Jerrol Salas