Conciertos que hicieron historia: la despedida de Soda Stereo (1997)
“Estas líneas surgen de lo que he percibido estos días en la calle, en los fans que se me acercan, en la gente que me rodea y en mi propia experiencia personal. Comparto la tristeza que genera en muchos la noticia de nuestra separación. Yo mismo estoy sumergido en ese estado porque pocas cosas han sido tan importantes en mi vida como Soda Stereo. Cualquiera sabe que es imposible llevar una banda sin cierto nivel de conflicto. Es un frágil equilibrio en la pugna de ideas que muy pocos consiguen mantener por quince años, como nosotros orgullosamente hicimos”. Lo anterior, es un extracto de la carta abierta que escribió Gustavo Cerati y publicada el 1 de mayo de 1997, y que significó la separación –ya sabemos, no definitiva- de una de las grandes bandas de rock latinoamericanas de todos los tiempos.
Fue el 20 de septiembre de 1997 la despedida que sería la oficial de los escenarios de Soda Stereo, a pesar que varios de sus integrantes aseveraban que algún día podrían volver a tocar. “Yo me la paso despidiendo en los aeropuertos pero esta cosa es más magnánima. Se me ocurre que por mucho tiempo eso no va a pasar, pero no puedo asegurar que alguna vez nos encontremos y que queramos tocar juntos. Pero la idea, en todo caso, es que cada uno siga por su camino”, dijo en su momento Gustavo Cerati. Por su parte, Charly Alberti expresó que “quizás algún día, en algunos años, nos cruzamos y nos den ganas de tocar y lo hacemos, pero hoy lo que estamos pensando es todo lo contrario”.
El estadio de River Plate estaba colmado. No cabía más gente y las entradas en la reventa estaban por las nubes. Salen los tres al escenario y Zeta agradece a la gente y dice “cómo se agrandó la familia”. Gus, no se quedó atrás y como buen frontman y orador sus palabras nunca fueron al azar: “Hola. Llegó la hora. Llegó el minuto. Segundo. Instante. Supongo que tienen sed. Soda Stereo. Buenos Aires, Argentina”. Con ese discurso dieron comienzo con la “Ciudad de la furia”, sencillo del “Doble vida”, para hacer explotar a todo el “Monumental”.
“El rito”, “Hombre al agua”, “(En) el séptimo día” y “Canción animal”, desataron la euforia de los más de 60 mil asistentes, que parecían, por momentos, millones. Solo algunos ripios en la sonoridad de ciertos pasajes en la guitarra y bajo en el inicio, pero nada que fuese a opacar la que sería la gran noche de los argentinos. Además, en el recital contaron con la colaboración de los músicos Axel Krygier en saxo y flauta; ‘Twetty’ González en teclados y Alejandro Terán en percusión y guitarra. Sin embargo, los tres hicieron variadas tareas en cuanto al sonido, pues realizaron las tareas multi intrumentistas en todas las canciones.
La noche fue la que siempre soñó la agrupación y la coronaron con varios éxitos, pero también con maneras diferentes como fue “Signos”. La canción del disco de 1986 fue tocada en una especie de versión “unplugged”, relajando el ambiente y bajando las revoluciones del reducto del barrio porteño de Belgrano. “Zoom”, “Ella usó mi cabeza” (con violines incluidos), “Luna roja”, con un juego de luces impecable y “Té para tres”, siguieron. En “Sobredosis de TV” invitaron a Richard Coleman, el fundador de las bandas Fricción y Los 7 delfines, además de ser un colaborador permanente en los proyectos de Cerati para contribuir en la guitarra de uno de los primeros éxitos de Soda.
En “Persiana americana” invitaron al escenario a Fabián Quintiero, quien fue parte de los primeros años de la agrupación tocando los teclados. “Yo te prefiero irreversible…” y el público enloqueció. Sin duda una de las mejores, por lejos, canciones del trío. “Un millón de años luz”, cerró lo que sería la primera tanda de canciones. La segunda parte, contempló “Remolinos” y “Primavera Cero”, para que en la tercera parte y final dejaran a “Cae el sol” y la magistral “De música ligera”, que hizo temblar el estadio Antonio Vespucio Liberti. “No solo no hubiéramos sido nada sin ustedes, sino con toda la gente que estuvo a nuestro alrededor desde el comienzo; algunos siguen hasta hoy. ¡Gracias totales!”, con esas palabras, que ya se volvieron inmortales con el paso de los años, selló lo que sería -supuestamente- el último concierto de Soda Stereo.
El 20 de septiembre será recordado por ser la despedida de los escenarios de Gustavo Cerati, Charly Alberti y Zeta Bosio como todos los conocemos, donde tocaron 27 canciones, repasando la gran y nutrida discografía que ostentaron por más de 15 años. No obstante, elegir esa fecha estuvo calculado desde antes, pues al día siguiente (21) comenzaría la “Primavera cero” de una de las más grandes agrupaciones del rock latinoamericano. Incluso, el regreso que tuvieron a los megaconciertos fue un 20 de septiembre, pero del 2007 para la gira «Me verás volver», dejando prácticamente sin efecto el nombre elegido hace más de dos décadas. “Todo comenzó en la pileta del estadio de River (Plate) y terminó en el estadio de fútbol”, dijo Alberti sobre lo que fue el inicio y el final de la banda en el coliseo del “Millo”.