La diversa tarde de viernes en Lollapalooza Chile 2018: Volbeat, David Byrne, LCD Soundsystem
Volbeat
El sideshow ya había dejado claro que los daneses saben conjugar equilibradamente fuerza rockera y melodías. Y saben, también, qué tienen qué hacer para tener al público en su bolsillo. El ánimo jamás decayó en el show de Lollapalooza y provocó momentos intensos en el Acer Stage. «The Devil’s Bleeding Crown”, “Heaven nor Hell / A Warrior’s Call / I Only Want to Be with You”, “Lola Montez”, “16 Dollars”, “Sad Man’s Tongue” (con la intro “Ring of Fire” de Johnny Cash), la singular “Seal the Deal”, “For Evigt”, “Black Rose” y “Still Counting” sellaron un espectáculo preciso y lleno de riffs agresivos.
Mientras Volbeat desataba el mosh y levantaba el polvo, David Byrne dejaba estampada, en el otro escenario, su impronta de caballero, de ese que igual hace reverencia al espíritu punk de inicios de los ‘70, pero sin llegar al extremo del estereotipo, porque lo suyo era el mensaje, la lírica. Lleno de teatralidad y completamente lúdico, David Byrne presentó un espectáculo sorprendente y llamativo, pero igualmente elegante y macizo, con elementos que distinguen este show de cualquier otro visto en Lollapalooza.
Recorrió todos sus éxitos con una banda en movimiento constante y con instrumentalistas virtuosos, para repasar temas de Talking Heads, en su mayoría. Baile, elocuencia, de traje y sin zapatos, con un escenario que simulaba el de un teatro, se mostró enérgico y experimental, practicando coreografías de cada canción e incluyendo en éstas a sus músicos, vestidos igual que él, y ejecutando sus instrumentos de pie, sin un soporte, desatando aplausos espontáneos.
“Slippery People”, “Everybody’s Coming to My House”, “This Must Be the Place”, “Once in a Lifetime”,”Toe Jam” (cover de Brighton Port Authority ), “Born Under Punches (The Heat Goe On)” fueron las más bailadas al compás de este sofisticado precursor de la new wave y que pareciera haber armado este espectáculo en una época adelantada a esta; es tan maestro que fue capaz de dejar fuera del setlist a “Psycho Killer”, una de las más pedidas por un grupo del público, y causar la histeria con «Burning down the house”.
LCD Soundsystem
Venían a armar la fiesta, a pesar de que sus canciones son interpretadas por James Murphy con una emotividad profunda. LCD Soundsystem es una banda sumamente sólida y que exuda bastante rock, a pesar de su apoyo fuertemente electrónico y sus variantes de synth pop. Con un juego de luces oscuras, cargado al violeta, fucsia y amarillo, transmitieron la sensación de una gran disco, con un imparable setlist bailable y basado en “American Dream”, uno de los mejores discos de 2017 y que los puso de nuevo en la primera línea. El sonido fue potente y la banda sacó brillo a su trayectoria.
Punto bordeado y uno de los imperdibles de esta primera jornada, aunque el público empezara a trasladarse de escenario cuando el reloj señalaba que pronto iniciaría la actuación de Pearl Jam. Igualmente, la calidad y pulcra producción del espectáculo de los LCD Soundsystem, cuidado al detalle, manifiesta que están en el punto álgido de una carrera, tras 6 largos años de silencio.
“Oh Baby”, “Daft Punk Is Playing at My House”, “I Can Change”, “Call the Police”, “Get Innocuous!”, “You Wanted a Hit”, “Tribulations”, “Movement”, “Yr City’s a Sucker” y varias más conjugaron la apuesta a ganador que, hoy por hoy, engalana a los neoyorquinos. Tremenda banda.
Por Macarena Polanco G.