La máquina aplanadora Jake Bugg: A un año del Shangri La

La máquina aplanadora Jake Bugg: A un año del Shangri La

Mercury Records / Island Records, 2013

Triunfar a los 19 años, y no ser ni parecido al estereotipo de jovencito británico, que pega en las radios con un par de temas compuestos por otros y arreglado por los mejores productores. Jake Bugg no es nada de eso, es muchísimo más.

El año pasado, a esta misma fecha del año (noviembre), lanzó un disco que dejó atónito al mundo del rock, y que logró que los seguidores del blues y del folk fijaran sus ojos con especial atención en este nuevo amo de la escena musical. Su irrupción en el panorama tiene un parecido a la “Articmanía” del año 2005. Revisemos track por track las sensaciones que nos dejó este disco “Shangri La”.

Empezamos con “There’s a Beast and We All Feed It” que es un revival hacia el mejor folk y el blues de la Inglaterra de los 70. Este primer tema es un golpe al mentón porque no da respiro; los más estudiosos lo asocian al skiffle practicado por los Beatles, pero con una crítica radical y sincera a los medios. Seguimos con un poderoso riff que nos mete de lleno en “Slumville Sunrise” y nos deja con la sensación de escuchar una canción perfecta. Como composición es bien movida, parecida a ‘Taste It’, pero lo que cambia es el envoltorio. Esto es puro rock sin término medio. La mano del productor Rick Rubin se nota en el total aprovechamiento de guitarras y esos aparatitos mágicos que suelen usar los productores. Si quiso sonar como Chuck Berry está bien cercano a lo logrado.

Escuchar “What Doesn’t Kill You” es un deleite, y solo llevamos tres temas. Bugg no baja el ritmo; su voz dispara a toda velocidad. Hay mucha influencia del garage clásico. El estribillo es uno de los mejores del disco. “Me and You” es un respiro necesario a estas alturas, pero igualmente un respiro de alto nivel. Se escucha lírico pero perfecto. “Messed Up Kids” es un tema lleno de melodías distintas que evoca el ‘Two Fingers’ pero con un estilo más de himno, muy parecido a lo que hacía Oasis en los 90.

“A Song About Love” es una hermosa balada que empieza tímida, pero que cuando agarra velocidad se convierte en épica. Un tema que pone los pelos de punta y nuevamente me recuerda a Oasis y sus mejores momentos. “All Your Reasons” es lo más parecido a Neil Young que se presenta en el disco. La mano de Rubin se nota porque se logra un ritmo americano común, que hemos escuchado antes, pero que tiene el sello Bugg: un estribillo ganador.

En “Kingpin” escuchamos el mejor R&B. Es pegadizo, no te lo sacas de la cabeza. “Kitchen Table” se mete en la experimentación. Se nota que hay mucha producción encima porque hay capas que ir descubriendo. Es sofisticada, suena muy madura. Un buen tema por la variedad que se escucha.

“Pine Trees” es un regreso a la esencia. Se van fuera los aparatos de apoyo y se escucha todo muy natural, casi como un demo, lo que nos hace valorar aún más la propuesta musical de Bugg como un creador de nuevas atmósferas. Llegamos a “Simple Pleasures”, otro gran paso en evolución y madurez; ahora sí que se parece a Dylan sacándole el jugo a esa guitarra acústica. Un tema inmenso que era el cierre preciso para el disco, pero él prefirió matar con “Storm Passes Away” y un homenaje al blues clásico que lo llevó a la escena mundial. Hay hartos arreglos en la canción pero satisface plenamente al oído.

“Shangri La” no es una revolución, pero tampoco fue un disco sacado porque el sello te apuró a cumplir con el contrato. Acá hubo tiempo dedicado, el que se demuestra en la excelente composición, en la exquisita factura total del disco y sus arreglos de lujo a cargo del notable Rick Rubin, quien fijó sus ojos en este jovencito por algo. Lo más rescatable de “Shangri La” es que nos permite afirmar que estamos en presencia del futuro de la música: Jake Bugg

Quizás no sea Neil Young, pero le ha abierto muchas puertas a la recuperación del buen folk, del rock y del blues más clásico, y ya todos queremos escuchar un siguiente disco. Eso habla muy bien de ti.

Macarena Polanco

Un comentario en «La máquina aplanadora Jake Bugg: A un año del Shangri La»

  1. Rock and Roll! qué más se puede decir!?
    Su música es perfecta, suena tan bien el disco como escucharlo en vivo.
    Las críticas sólo pueden ser POSITIVAS!

    Keep on rocking!!!

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