Llegó la segunda mitad del 2022, y con ello comienza el año en que se…
La Renga: La detonación de 20 años tocando en Chile
El frio invernal santiaguino no frenó que miles de fanáticos repletaran el Movistar Arena vistiendo sus armaduras de cuero y parches, banderas de Argentina, Uruguay, Perú, Paraguay e incluso banderas Mapuches se apoderaban del entorno aludiendo su amor infinito por los argentinos de La Renga. Jóvenes, padres e hijos esperando ver a sus ídolos que ya han traspasado al menos una generación del rock n roll que Chizzo, Tete y Tanque nos entregan cada cierto tiempo con sus letras llenas de actitud rock’n roll, psicodelia, revolución y vivencias casi infra humanas.
Para calentar motores y entrar en calor a eso de las 20 horas los chilenos de Voltage salían a escena a dar un buen espectáculo de hard rock para tocar parte de sus éxitos y sacudir las cabezas de los hambrientos fans esperando disfrutar cada momento con buen rock, “Nada que Esconder” fue el primer tema que la banda lanzó a la fanaticada, el que fue bien recibido y aplaudido, para seguir con “De Frente” y “Un Mundo Inmarcesible”. El grupo agradecía la enorme recepción que se le dio ya que era su primera vez ante una audiencia masiva, “No Vales Nada” y “Pánico” seguían sonando y ya el público entraba en calor saltando y coreando parte de sus temas; “Encrucijada” cerraba la presentación de los nacionales en el Movistar y la gente los despidió con ovación pidiendo más, pero había que guardar energías para el plato principal que ya se avecinaba.
A eso de las 21:20 horas, La Renga sale a escena a celebrar junto a sus fans chilenos sus 20 años tocando su buen rock en Chile, “Buena Pipa”, “Elefantes Pogueando”, “Panic Show”, “Despedazado por mil partes” y “Parece un Caso Perdido”, encendieron el fuego que necesitaba para derretir el frio de la noche de sábado en Santiago. Chizzo Nápoli saluda a su público contento de estar en Chile una vez más ya que en sus palabras: «la mierda del covid nos tuvo separado por mucho tiempo». Llega el momento alto cuando el músico y cantante toca el emblemático riff de “La balada del Diablo y La Muerte”, la cual hizo encender todas las linternas de celulares para grabar e incrustar en la memoria la balada más amada por los fanáticos de La Renga, la que se cantó con la más infinita pasión y a todo pulmón, incluso a capela cuando Chizzo hizo parar sus instrumentos. El argentino seguía mencionando que tocarían todo su nuevo álbum que en algunos momentos la fanaticada escuchaba con todo el respeto que sus ídolos se merecen, pero cuando se venían los clásicos de siempre se coreaban a toda garganta, “Llegó la Hora” y “Bien Alto” se encargaron de ello. Tete seguía igual de energético que en sus comienzos saltando, tocando, y avivando a su público, incluso pateó su parlante ya que no podía escuchar su bajo y al igual que un niño encaprichado se sentó a tocar hasta que el asunto fue solucionado.
El cierre y despedida de la gran noche renguera terminaba con “A la carga mi Rocanrol”, “Oscuro Diamante” y “Hablando de la Libertad”, con sus acérrimos fanáticos cansados y más que felices por la gran noche y el haber disfrutado de 30 temas y más de 2 horas del mejor repertorio de La Renga, quienes despedían felices y agradecidos de una vez más no ser defraudados y saber que nuevamente sus ídolos entregan todo cada vez que pisan suelo chileno: su energía, entrega y calidad no han cambiado nada, incluso siguen tocando igual o mejor que esa primera vez que llegaron a Chile por ahí por el 2002 en el estadio Víctor Jara cuando nos demostraron su rocanrol, para así dar inicio a un amor incondicional por su música, el que ha perdurado ya 20 años.
Por Carlos Ramírez