La Ruta hacia Lollapaloza 2015: Kasabian, la expertiz de manipular el sonido rock
Fueron los dueños de los primeros años de la década 2000. Es una banda a la que se le pueden achacar muchos adjetivos, menos el de poco arriesgados. Les gusta alardear sobre su música, de la diferencia que marcan, de su atrevimiento, y aunque en el camino de pronto nos hemos decepcionado un poco, siempre tienen la fórmula para inventar buenos hits, de esos que no salen de tu cabeza y que los hacen invitados de lujo, y candidatos a dejar la fiesta arriba, en Lollapalooza Chile.
Desde 2004 que vienen marcando pautas en cuanto a propuesta de rock alternativo. Cuando lanzaron el sencillo «Club Foot» se hicieron escuchar fuerte en las radios, marcando un estilo rítmico psicodélico y setentero, que sería su sello de presentación.
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Influenciados notoriamente por Noel Gallagher, lanzan “Empire” en 2006, sin causar el revuelo necesario, pero llenándose de conciertos que aumentaron su popularidad, la que explotaría mundialmente en 2009 con el lanzamiento de “West Ryder Pauper Lunatic Asylum”. En este material Kasabian llevó su sonido más allá, jugando con los cambios de tiempo y de ritmo, extendiendo los riffs y creando secuencias magnificas, como ocurre entre “Where Did All Love Go” y “Swarfiga”, dando como resultado un gran momento psicodélico que sería sello de toda su propuesta. Pero no todo son beats y sintetizadores; en el disco hay buenas baladas como “Ladies and Gentlemen” y “Hapiness”, las que a pesar de tener un ritmo pausado no se salvan de sonar muy años ‘70. Este álbum llegó al Nº1 de los charts y deberíamos escuchar varios éxitos cuando se presenten en nuestro Lollapalooza.
Luego de alcanzar el estrellato vino el siguiente paso: “Velociraptor!”, disco con el cual tienen motivos para estar alegres y sacar pecho; sigue muy presente la psicodelia, hay sonido retro, hay electro rock en un compendio de 11 temas. No puedes parar, el álbum te envuelve y te hace viajar por estilos y eras diferentes; es cierto que se “pierden en el bosque”, pero este disco englobó un concepto que, tras 11 años de carrera, es apreciable seguir encontrando en una banda: evolución. Recién en esta etapa, se presentan por primera vez en Latinoamérica.
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Y el año pasado cayó en mis manos aquel disco de portada fucsia y al mirarla te causa la duda de si Kasabian seguirá en esa etapa evolutiva o estamos en presencia del adiós a la banda que metió a la batidora el retro rock clásico. Luego de escuchar “48:13” nos damos cuenta que siguen ahí, con un disco marcado por el famoso “menos es más” y que bien puede significar una transición luego de dos discos hiper ventas. Por lo menos, en “48:13” van al grano, no se escuchan tan imaginativos pero con un sonido simple hacen saltar a la fanaticada y que ésta tararee sus temas una y otra vez. Ese es el efecto Kasabian.
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Ellos son un grupo para disfrutar, principalmente de la originalidad mostrada en 2009 y 2011, discos que sin duda adornarán la presentación en Lollapalooza. Podemos asegurar que su sonido siempre ha estado un paso por delante, innovando y reinventándose, jugando con el arte del sonido rock, por eso son carta segura digan lo que digan.
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