Lacrimosa en Chile: Ciudad gótica
Ya desde las 20:00 pm se podía ver en los alrededores del club Blondie como iban llegando los fanáticos de los alemanes de Lacrimosa, en un esperado regreso que no demoró en agotar localidades, por cierto. Ahí estaban esos característicos atuendos góticos, que hasta algo graciosamente contrastaban con la cantidad de comerciantes ambulantes informales de este extraño galpón capitalino que de día sirve para el comercio y en la noche para el new wave, rock y la bohemia.
Ya dentro del recinto la ansiedad crecía y a las 21:10 las luces se apagaron dándole entrada a la banda de apoyo del dúo alemán, que tocaron la intro de «Wenn unsere Helden sterben» tema de su nuevo disco Testimonium, y ya la emoción creció al ver salir a escena al ya legendario frontman Tilo Wolff, a pesar de ser un tema reciente, los fans lo cantaron a todo pulmón y subió el furor al salir la impecable e histórica Anne Nurmi detrás de sus teclados.
Con la dinámica de los primeros temas «Nach dem Sturm», «Zwischen allen Stühlen» la cosa avanzaba y prometía, pero al escuchar la intro de «Der Morgen danach», clásico del 2001, fue que la Blondie entraría en calor, al igual que la imagen espectacular en llamas que proyectaba la banda audiovisualmente.
A partir de aquí cada tema fue encendiendo más y más a los fans que invitaban los histriónicos movimientos de Tilo y Anne sobre el escenario, poca fue la interacción del vocalista, quien se comportó sobrio en todo momento, pero conectado emocionalmente con las letras y el público, ahora cuando era el turno de Anne para liderar en temas como en «Not every pain hurts», los fans ovacionaban hasta incluso llegar a intimidarla un poco.
Fueron alternando clásicos de toda su discografía, con temas del Testimonium como la intensa «Weltenbrand», donde destacó la densidad sonora del bajo de Sebastian Hausmann. La Blondie explotaría con la clásica “Alleine Zu Zweit” del disco Elodia (1999) para el primer encore junto con «If the World Stood Still a Day» y «Alles Lüge» y cuando creíamos que era todo, la banda regresa para terminar por todo lo alto con la épica «Durch Nacht und Flut».
Sin duda alguna el dúo alemán mantuvo la nota alta durante todo el show en el que supieron resumir su catálogo lo mejor que pudieron para dejar contentos a todos los fans, cosa complicada con una discografía tan extensa, pero que se logró. Lacrimosa se encuentra en un gran momento y este es un tour del que vale la pena haber sido parte.
Por Alain Villarroel
