Avispada navideña que seducirá a muchas y muchos. Deftones ha lanzado su propia línea de…
“(Like) Linus”: el primer demo de Deftones, los seminales bosquejos de todo un sonido
Independiente, 1993
Antes que el mundo del rock y metal cayera rendido ante ese poderoso debut («Adrenaline»), Deftones tenía ciertas cartas guardadas bajo la manga. Algunas que sirvieron y otras que se quedaron en esa manga del olvido en un demo que no es para nada reconocido en su historia a nivel masivo. Los de Sacramento no quisieron editar esto como oficial, pero bien sabemos que en la fanaticada de la banda este puñado de demos tiene un valor especial, quizá ni tanto porque fue lo primero que registraron, sino porque hoy, a más de 25 años, suena como algo que nunca se atrevieron a mostrar y sumamente distinto y seminal, y aunque sin duda está la firma de los riffs de Stephen Carpenter, es la voz de Chino Moreno la que nos suena, (aunque bastante irreconocible a ratos), nos diría claramente por donde iban a ir los caminos de una de las bandas más importantes del rock/metal alternativo del planeta.
Y es que este demo, pese a tener canciones bien pesadas, es una especie de híbrido de varios sonidos, como si la banda estuviera buscando su dirección, como un post metal adelantado a su tiempo, con una voz de Chino muy bien lograda, pero no esa voz desgarrada, rabiosa ni intimidante que le conocimos. Este demo nos da a conocer como nunca la sutileza vocal del hombre tras el micrófono, cantando mucho más parecido a Morrissey que a Jonathan Davis. Musicalmente tenemos canciones sorprendentes: guiños al reggae, con la extraordinaria ‘Answers’ que coquetea con el estilo antes de entregarse al metal, canciones que divagan en estilos, pero que tienen el denominador común en escapes a esos murallones de guitarras de Carpenter siempre presentes y marcados (aunque sonando de forma bien primitiva) como la exquisita ‘Christmas’ (una buena canción de Navidad, realmente con rapeos formidables) o entregas al grunge y ese rock/metal alternativo con urgencia de Incubus como ‘Hump’, en una época en que sonaba más fuerte que nunca ese estilo, pero que no fue, por suerte, la elección del grupo.
Temas como ‘Teething’ y lo que está en la última parte nos lleva al encuentro de lo que conocimos más, pero el tema que da título al álbum (en referencia al creador de la marca corporativa Linux, Linus Torvalds), suena más a Nirvana e incluso podemos encontrar algunas características en los tonos de Chino de Maynard James Keenan; con ‘Venison’ pasa lo mismo, hay un sabor en la voz de Chino que no le escuchamos más, que no dejaba de ser interesante, y el rap trepidante y agresivo de ‘Freaks’ nos lleva de viaje a los frenéticos rapeos de Lynn Strait de Snot o cosas como Hed Pe. Lo extraordinario es que esto estuvo antes. Y aunque este disco haya sido desconocido por la banda en parte, para la época que fue facturado, aún era muy innovador.
Los temas paridos en el garage de Stephen Carpenter en el norte de California en 1988, bien podrían haber sido parte de un debut, pero la banda optó por algo mucho más potente. En 1992, cuando grabaron la cinta, escuchamos un disco que en su mayor parte se puede asemejar a lo que se convertiría en Adrenaline de 1995, pero la verdad es que la diferencia entre el demo y el álbum debut es abismante y sorprende, y cómo pulieron las canciones y agregaron nuevo material.
La calidad del sonido es definitivamente mala para el estándar de la banda, pero eso al mismo tiempo le otorga un agregado especial. Cada cierto tiempo estos temas nos van recordando distintas etapas de la banda, y sobre todo, decir que recapturaron un poco este sonido más limpio en el gran «White Pony» el 2000. La producción débil y la escritura de las canciones están ligeramente por encima del promedio. Algunas pistas continuarían evolucionando para llegar a Adrenaline, como ‘Engine No 9’, ‘7 Words’ y ‘Root’ (sin duda igual sonando distintos, y sin el fichaje con el sello de Madonna y el dinero que eso implicaba ni la mano productora agresiva de Terry Date), sin embargo, la mayoría de estas pistas casi nunca se incluirían en sus shows en vivo, pero gracias a los streamings y a internet nos podemos deleitar y/o sorprender cada cierto tiempo con ese seminal diseño estructural que creó todo un nuevo sonido en el rock.
Por Patricio Avendaño R.