Limp Bizkit en Lollapalooza Chile 2024: La Vieja confiable

Limp Bizkit en Lollapalooza Chile 2024: La Vieja confiable

Una de las fiestas más intensas del festival las ofrecieron Fred Durst y cia. 

Fotos: Jerrol Salas 

Bastó que la banda presentara a Wes Borland y que empezaran a sonar los primeros e inconfundibles riffs de «Break Stuff», apenas entrada la banda al escenario, para que entendiéramos que esto iba a estallar: Limp Bizkit se ha anotado ya con algunas recordadas presentaciones en el país, y bastante ha pasado desde su explosión y máximo apogeo, pero es esta sagrada racha de hits que dejaron en la década de los 2000’s la que hace que, una y otra vez, sus fans lo entreguen todo sea donde sea. En Lolla así fue cuando caía la tarde con una de las convocatorias más altas del viernes y un verdadero mar de gente que se fue uniendo, saltando y vibrando estas canciones que, más que fueran parte del fenómeno nu metal de loas 2000’s -donde fueron vitales- son canciones transversales al rock y la cultura popular. 

«Dad Vibes» o el Papi Chulo Fred Durst con colorido buzo y barba frondosa blanca fue el alma de la fiesta, pese a no encontrarse en su mejor rango vocal, la energía de John Otto, y el extraordinario talento de Borland, como siempre, disfrazado de un bizarro ser entre marino y galáctico como salido de otra dimensión. Si bien sigue siendo uno de los músicos reconocidos de su generación, más por sus proyectos paralelos y su trabajo solista de vanguardia, es más conocido por los riffs cargados y afinados de estos clásicos (y debe ser lo que mejor le renta, por cierto). Pero no hay un Limp Bizkit en toda su ecuación sin el trabajo en las tornamesas de Dj Lethal, y la destreza al bajo de Sam Rivers, quien no dejó de hacer eco del show en su cuenta de Instagram más tarde. 

Pero, ¿Qué pasaba en la cancha? De verdad hubo de todo: pero principalmente ganas de moshear, disfrutar y cantar canciones incrustadas tanto en el memorial como «Rollin», «Nookie», «Break Stuff» (dos veces con una versión de presentación y otra más cargada de pólvora al final) o las que nunca fallan: «My Way», «Boiler», «My Generation», además de sus reconocidos covers «Faith» (George Michael) y una especie de relajo después de tanta intensidad con «Behind Blue Eyes», la bien lograda relectura del clásico de The Who y utilizada para la película Gothika. 

Sus guiños a Metallica (especialmente temas del Master of Puppets) e incluso un cover de «Heart Shaped Box» de Nirvana sirvieron de entremés solamente para un show frontal, sin puntos bajos ni muchas ganas de experimentar. «La vieja confiable» estuvo a la orden del día, pero qué importaba, porque eso era lo que esperaba este público y la banda leyó bien el formato, que por cierto, no difiere mucho en los setlist de su gira de reunión hasta la fecha. Pese a que la banda sacó un disco en 2021, entienden totalmente que lo que plantean arriba del escenario es la celebración histórica de un legado, que cerraba con el cántico «Vamos Chilenos!», tan reconocido para los partidos de la roja, soltando algunas risas. 

Está claro que todavía hay un lugar para Limp Bizkit en los corazones de los (nu) metaleros de todo el mundo. Y aunque es posible que ya no tengan la misma relevancia cultural que alguna vez tuvieron, es obvio que la nostalgia aún funciona (y puede pagar las cuentas). 

 

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