Los lazos que unieron a Nirvana/Kurt Cobain con R.E.M./Michael Stipe
No hay duda que dos grandes bandas del rock de la historia son Nirvana y R.E.M., una por representar fielmente el espíritu del grunge con una corta pero devastadora existencia y la segunda, por ser un referente claro para las nuevas generaciones de rock alternativo y hacer historia desde el underground hacia el reconocimiento masivo debido a grandes discos y canciones incrustadas en el inconsciente colectivo.
Y hay una relación entre ambas más estrecha que lo que podríamos suponer; sin ir más allá, el año 2011 fue el propio Michael Stipe quien reveló que envió un boleto de avión y un chofer a la casa de Cobain en Seattle para tratar de conseguir que fuera a grabar con él en sus últimos meses de vida y cuando estaba más crítico, pero que el adorado ídolo de Nirvana no saldría de su casa. «Estuve tratando de salvar su vida» decía en su momento.
Stipe lo explicaba de esta manera: «Construí un proyecto para intentar sacar a Kurt de un estado de ánimo. Le envié un billete de avión y un chofer, y él pegó el billete de avión en la pared en el dormitorio y el conductor se quedó sentado fuera de la casa durante 10 horas. Kurt no saldría y no contestaría el teléfono».
Pero la cosa no queda ahí, Kurt Cobain admiraba mucho la música de los de Athens, Georgia y, aparte de sindicarlos dentro de esa famosa lista hecha a puño y letra de él mismo de sus discos y bandas que lo marcaron, en el mismo momento de encontrarlo muerto encontraron puesto en el reproductor el «Automatic for the People», último disco de la banda de Stipe a la fecha en ese entonces.
Cobain, que siempre tuvo ese conflicto existencial para lidiar con la fama admiraba como lo hacía R.E.M y por esos años noventa a la revista Rolling Stone comentaba: «No sé cómo hacen lo que hacen, Dios, ellos son los mejores, han tratado con su éxito como santos, y siguen entregando gran música».
Stipe después de su suicidio quedó perplejo, como muchos en todo el mundo, pero él particularmente por lo que había tratado de hacer. Acto seguido, hizo un tema en honor a Cobain, titulado “Let Me In”, que incluso podemos escuchar en el interesante y particularmente ruidoso disco «Monster», publicado en 1994.
“Le escribí la canción después de que se suicidó, justo a la mitad de las sesiones de Monster. La letra hablaba de mí al teléfono con él, tratando desesperadamente de sacarlo del estado mental en el que se encontraba, del modo más fraternal posible. Quería expresarle que no necesitaba presionarse por todo el entorno y que saldría adelante”, dijo muy dolido el cantante de R.E.M.
En el desenchufado hay pistas claras de lo que hubiese querido Cobain de seguir con la banda: temas acústicos, muy introvertidos en el estilo de R.E.M., pero con esa pasión desgarradora que siempre lo caracterizó. Algo que habría sido verdaderamente maravilloso. Ojalá los hubiésemos podido escuchar, pero lamentablemente el destino dictó otra cosa que parece haber estado sentenciada desde mucho antes.