Los Mil Caminos de Lucybell: presente, pasado y futuro de la insigne banda chilena

Importantes novedades y actividades tiene Lucybell en este complicado año, y pese a que no ha podido desarrollarlas por completo —debido a el estancamiento musical y orgánico que ha producido el Covid-19— la banda sigue en pie con sus proyectos, donde desde un buen tiempo a esta parte se han enfocado en revitalizar su carrera, ofreciendo nueva música, en comunión con colaboradores actuales y con ganas de celebrar un legado innegable en la música chilena, como por ejemplo «Amanece», el disco de ‘Luces no bélicas’ y ‘Milagro’, que cumplió dos décadas de vida este 2020.

Justamente fue con Eduardo Caces, uno de los protagonistas de aquel registro del año 2000 y actual bajista y músico de la banda, con quien tuvimos oportunidad de conversar de este disco que despierta mucha nostalgia entre sus fans, pero además aprovechamos de hablar de «Mil caminos», el nuevo trabajo de la banda que llega con versiones acústicas de otros temas de su discografía y alguno que otro tema nuevo que han ido de a poco mostrándonos.

Mil caminos 

Según Eduardo, esta idea ya venía siendo olfateada desde esa época en que él entró en la banda: «En esa época —cuando entré a la banda—estaban de moda los unplugged de MTV, esta cosa semi acústica. Eso de la banda rockera que recrea sus canciones de forma acústica» y desde esa etapa que la banda estaba con ganas de ello. El asunto se quedó en carpeta como nos revela, pero el bicho picó más fuerte cuando entre gira y gira empezaron a hacer algunas versiones acústicas de sus canciones. A fines de 2018 fue cuando la banda pensó en hacer un disco en este formato de forma más formal, aunque fue finalmente en noviembre del año pasado cuando se decidieron no sin antes pensarlo bastante de entrar al estudio: «Teníamos muchas dudas por los tiempos que estábamos viviendo, ya que tanto en Chile como en el mundo entero se vivían situaciones muy profundas, de protestas y necesidades de cambios sociales, pero providencialmente se dieron las cosas y logramos irnos a un estudio en las afueras de Santiago (Estudios del Sur) , donde nos embarcamos metiéndonos en la piel completa de esta atmósfera que Lucybell venía haciendo, pero esta vez de forma más plena, en torno a esta veta acústica, con arreglos de bronces, con arreglos de cuerdas, con músicos invitados».

El músico destaca la incorporación de elementos y el buen trabajo en equipo: «Cuti Aste, Andrés Pérez en los arreglos de bronces, Sebastián Vergara en las cuerdas, Felo Foncea en la dirección del video, Barry Sage en la ingeniería, junto con Chris Cuevas, Felipe Silva, Manuel Castro, todo nuestro equipo técnico volcado como un concierto en vivo, todos conviviendo una semana completa, creando como esta nueva postal de la vida de Lucybell».

El trabajo iba a constar de 40 canciones aclara Eduardo, pero finalmente las elegidas fueron 20. y Al momento de empezar a seleccionar también hicieron un ejercicio en que iban destacando qué músico o cantante podría aportar en ciertos temas y que pudiera darle un sello nuevo o distintivo a la canción. «Y eso pasó con ‘Milagro’ sin lugar a dudas con la intervención de Beto Cuevas, quien cuando lo llamamos en cosa de segundos ya estaba arriba del proyecto, con mucho profesionalismo y calidad humana», indica, «lo mismo con Consuelo Schuster, que es la primera vez que Lucybell graba formalmente con una mujer, se vivieron momentos especiales, de hablar mucho de música, compartir experiencias. Creo que fue un disco hecho con amor, pasión y fue un momento histórico que se grabará para el futuro».

La gira y 20 años de Amanece

Pese al estancamiento, la banda está con todas las ganas de seguir adelante. Se truncaron algunas importantes presentaciones donde querían tocar en México «Amanece» o  «Mil caminos» con orquesta y todo, revela Caces y esperarán la luz verde del gobierno para poder realizar conciertos. «No queremos poner en riesgo a nadie, aunque cuando se dé la oportunidad o cuando se dé una nueva formula, bienvenido sea, nos amoldaremos a lo que se diga. Mientras exista la posibilidad y donde todos (nuestra banda, equipo, y nuestro público) puedan estar a salvo vamos a estar ahí, a la primera, así que paciencia, porque cuando volvamos, va a ser explosivo, tanto de emociones contenidas, como de energía en el escenario».

Recordemos que los 20 años de «Amanece» es algo muy importante que la banda tenía en carpeta. Justamente sobre este disco y la celebración nos quisimos enfocar un poco, ya que es un disco muy especial para Eduardo, el primero de lleno de él en la banda, y por cierto, donde hubo un cambio en el sonido de Lucybell, que pasó de cerrar el ciclo de la banda como cuarteto a empezar a jugar con tres integrantes. «Algo pasa con las bandas cuando se arman como un power trío», recuerda. «Cuando se junta esa nomenclatura de bajo, guitarra, batería y voz ocurre algo mágico. Se reducen los espacios, y sobretodo en vivo, que es donde se produce la esencia misma de la banda».

El single con que se presentó «Amanece» al mundo fue ‘Luces no bélicas’, un tema que como bien dice Eduardo produjo un refresh en la música de Lucybell: «Salió de forma instintiva, no podíamos sacar un sencillo que tuviera una reminiscencia del pasado. Lucybell ha sido una banda muy inquieta desde que nació, desde que lanzó su primer tema. Desde «De sudor y ternura» hasta nuestro nuevo tema «Culpable», ha sido inquieta por crear emociones. Creo que «Amanece» fue un cambio importante, pero no sólo por el gusto de cambiar, sino por el de agregar un nuevo color al abanico sonoro de la banda que ya tenía varios clásicos a la fecha».

Hablando específicamente de su entrada, pese a que ya para ese entonces Eduardo había tenido una escuela bastante importante instrumental, comenta que no sabia si realmente estaba contento en ese período con lo que estaba pasando en su vida. «Me estaba dedicando a la docencia en la Escuela Moderna y eso estaba bien, siempre me ha gustado enseñar, entregar conocimiento, está en mi forma de ser, pero cuando Claudio me dice que si me gustaría estar en la banda tras la salida de Marcelo y Gabriel, le dije inmediatamente que sí (ya le había dicho una vez que no). Esta vez no iba a dejar pasar esta oportunidad de hacerme miembro de Lucybell. Con Claudio nos conocíamos musicalmente, ya habíamos estado juntos en las bandas La Redención y La Máquina y ahí fue cuando nos adentramos en nuestros instrumentos, en la composición, a tocar con otra persona al lado y eso es muy enriquecedor y lo plasmamos en esa nueva etapa con Francisco y también después cuando llega Cote, con una batería potente, metida en el tempo hacia adelante, como una locomotora desbocada. Esta banda siempre me ha presentado desafíos e incluso con este nuevo disco, en que toqué el contrabajo sin haberlo hecho desde el 2014, pero me tiré y toqué el disco casi completo así».

Con respecto a «Amanece», quisimos recapitular un poco la historia del disco y sus sesiones y Eduardo nos aclara: «Yo entré en septiembre del ’99 y empezamos a tocar, a reconocernos nuevamente para después en enero / febrero del 2000 juntarnos en una sala de ensayo de la mítica Picá de don Chito, donde se tocaba harto y podíamos ensayar también. Nos juntábamos sagradamente a crear nuestro disco, a hacer una manufactura de nosotros mismos. Recuerdo que el primer día que llegué al ensayo formal del disco —ya con varios conceptos encima y giras— y lo primero que hicimos fue hacer una jam, para conectarnos y saber quién hacía qué. Sin duda desde el primer día hubo un respeto de mis compañeros hacia mí. Pude componer paralelamente con Claudio y Francisco en diferentes momentos. Recuerdo que salía de mi casa —que me quedaba relativamente a una hora de la sala— caminando al ensayo, meditando, componiendo canciones y entonces llegaba con algunas cosas resueltas o con algunos desafíos que me habían puesto mis compañeros. Fue muy grata esa experiencia», recuerda.

Eduardo recuerda lo que fue ponerse al frente de Eduardo Bergallo, un productor que ya había tenido cancha con el rock en español hasta ese entonces como ingeniero de sonido (Gustavo Cerati, Soda Stereo, Rata Blanca, Pedro Aznar). «Sentimos que estábamos en buenas manos sonoras, junto con Joaquín García y Diego Bustamante, se armó un grupo de trabajo muy potente, en que día a día en que íbamos grabando, lo pasamos bien además, compartimos, nos reímos y justamente por ahí fue de donde salió el nombre del disco, porque nos encontramos grabando desde las 9:00 de la noche a las 7:00 de la mañana. Nos juntábamos en horario vespertino durante dos semanas de mezcla, en que ya los últimos días estábamos ya así como en estado «zombie» y de ahí el nombre («Amanece»), pero también fue como un despertar a un nuevo ciclo, y a una nueva vida que le estábamos dando a Lucybell».

Lucybell y un legado de la música chilena, ad portas de 30 años de historia 

Con la banda al parecer en buen pie musical más que nunca, quisimos mirar un poco hacia atrás con Eduardo y enfatizar un poco cuán importante es lo que considera la música de los chilenos como un legado que se empezó a construir en 1991, tanto con él dentro o fuera de la banda: «La banda se ha construido con los músicos, la gente, nuestros fans nos han ayudado a construirla», reflexiona. «Al comprar un ticket, una polera, un gorro, un tazón, lo que sea. Nosotros les damos el incentivo y ellos responden con mucha energía, estamos orgullosos de tener un fans club poderosísimo en Chile y en otras partes, aunque el peso de Lucybell lo tiene que dictar la historia creo. Fuimos un poco hijos de la invasión británica, pero también la banda fue parte de todo este boom de finales de los ochenta y durante los noventa del rock en español, donde propusimos nuestro lenguaje y se tradujo en canciones propias, que pudo repercutir en las personas. Creo que nuestro título perfecto es que ‘Hicimos una canción honesta y supimos estar parados donde teníamos que estar'».

Por Patricio Avendaño R.

Escucha el nuevo álbum de Lucybell acá: