«Mandylion»-The Gathering: Prevaleciendo como un clásico en el metal

«Mandylion»-The Gathering: Prevaleciendo como un clásico en el metal

No se habla lo suficiente de la personalidad ecléctica que posee The Gathering, pero los holandeses son de esas fuerzas creativas que para cada nuevo lanzamiento no temen en hacer un cambio drástico tanto en la dirección de la propia música como en su proceso creativo, trazando un recorrido que ha evolucionado desde doom-black metal, doom metal progresivo y metal gótico a post-metal progresivo, rock alternativo, shoegaze, trip-rock y trip-hop.

El punto de partida con “Always” (1992) sin duda acertó en la etiqueta de novedosos al jugar con los guturales de Bart Smith y las melodías etéreas, pero fue en realidad “Mandylion”, el tercer álbum de estudio, el que marcó simbólicamente el nuevo inicio del -en ese entonces- sexteto, trayendo consigo el debut de Anneke Van Giersbergen en las voces y letras.

Mientras que esta tercera placa publicada el 22 de agosto de 1995 a través de Century Media Records catapultó el reconocimiento de la agrupación en el diálogo de la instrumentación y la voz y así mismo la propia salvación tras un antecesor (“Almost A Dance”. 1993) en el que la labor de Niels Duffhuës y Martine Van Loon en el canto dejaron que desear, le dio también el paso a la que para aquel tiempo tenía 22 años para convertirse en un tremendo exponente de todo lo que estaba sucediendo en el metal y la música pesada de los 90s, además de una indudable inspiración para futuras mujeres que indagarían en la escena un par de años más tarde tales como Floor Jansen (After Forever), Tarja Turunen (Nightwish), Sharon den Adel (Within Temptation) y Simone Simons (Epica), entre otras; después de todo, se trataba de una de las primeras mujeres que plasmaban su voz como protagonista en el estilo.

Aquel estilo, por cierto, continuó en estar a cargo del liderazgo de los hermanos René y Hans Rutten en la composición, guitarra líder y batería + la colaboración de Frank Boeijen en los teclados, Hugo Prinsen Geerligs en el bajo y Jelmer Wiersma en la guitarra rítmica, y exploró en el outfit mejor combinado una fusión de doom metal gótico, metal progresivo, post-metal y shoegaze de la mano de aquellos arreglos vocales que inspirados en cantantes como Elizabeth Fraser (Cocteau Twins), Lisa Gerrard (Dead Can Dance) y Barbra Streisand hicieron la diferencia de cualquier otro acto contemporáneo. Sin embargo, como si en ella se hubieran aglutinado todos los ingredientes de mejor manera, es el track de apertura «Strange Machines» en lo particular el que hasta el día de hoy se mantiene como una de las canciones más emblemáticas tanto del catálogo de The Gathering como del catálogo de Anneke por sí sola. -tomando en cuenta que Anneke ha dibujado su propio camino desde el 2007-.

Se suele opinar colectivamente que sea donde Anneke Van Giersbergen hace presencia, ilumina hasta el lugar más oscuro, y esta placa no es la excepción, desplegándose en que esa condena de clásico quizás no se debe a la mera creación. Si bien la música y las letras conservan la esencia melancólica y depresiva de los dos trabajos anteriores, las melodías cantadas y su sonido angelical brillan de una manera que parece intangible y te impregnan de alegría, y ver en vivo a la dueña de esas voces en aquellos tiempos mozos -como ahora- y como su permanente sonrisa dan indicios de que posiblemente está viviendo el mejor momento de su vida, se adhieren a esa emoción.

Bien se puede decir que el álbum y esa cohesión de elementos no ha dejado de ser un ‘must listen to’ para cualquiera que le gusta el metal o indaga en él. No se excluye que refleja una época en específico, pero se mantiene fresco como si se hubiera lanzado ayer, no por nada el pasado 31 de mayo de 2024 tuvo certificación de oro en Países Bajos. «Strange Machines», «Leaves» o ambas partes de «In Motion» no dejan de ser incluidas en setlists de la banda o la primera mencionada en conciertos de la que además ha explorado pop, folk y música clásica. Y es que para entender la música y su respectiva evolución en ambas partes, “Mandylion» no debe faltar en el repertorio.

Vicente Andrade

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