Max Cavalera y Corey Taylor recuerdan su histórica colaboración en «Jumpdafuckup» de Soulfly

Sin duda uno de los discos más célebres de la década de los 2000’s y en plena ebullición del nu-metal fue «Primitive» de Soulfly, un disco con grandes invitados. Ahora, en el nuevo número de Metal Hammer, Max Cavalera, y el líder de Slipknot, Corey Taylor, dan a conocer la historia detrás del himno nu metal de aquel disco y de Soulfly, Jumpdafuckup.

Grabado para aquel segundo disco de Soulfly, Primitive, lanzado en septiembre de 2000, Jumpdafuckup vio a los icónicos líderes de metal unir fuerzas. Cavalera admite que se inspiró en la tendencia del hip-hop de los 90 de aparecer con varios invitados en las pistas y le dijo a Hammer: «Pensé, ‘¿por qué no podemos hacer eso con el metal? ¡Eso sería genial!'». Recordemos que en esos años esto de las colaboraciones en el metal no era algo que se frecuentaba mucho. 

Taylor fue solo uno de los invitados que aparecen en el disco, junto con el líder de Slayer, Tom Araya, Chino Moreno de Deftones y Sean Lennon, hijo de la leyenda de los Beatles, John. Cavalera ya era fan de Slipknot después de escuchar su primer álbum, así que contactó a Taylor para ver si estaría interesado.

Aunque entusiasmado con su colaboración, Cavalera admite que hubo algunos problemas iniciales el día de la grabación. «Corey estaba tocando en Arizona la semana que estuvimos en el estudio», le dijo Max a Hammer. «Mi amigo y yo manejamos hasta el lugar y estaban a punto de hacer la prueba de sonido y yo grito: ‘¡Oye, Corey, qué pasa! ¡Tenemos que ir al estudio y grabar!'»

«Prácticamente lo secuestramos», dice Cavalera con una sonrisa. «‘¡A la mierda tu prueba de sonido!’ Lo pusimos en este auto de mierda en el desierto».

Sin embargo, a Taylor no pareció importarle mucho. «Tomamos el micrófono y cantamos [Jumpdafuckup] juntos», dice Taylor. «¡Amigo, fue una de las mejores experiencias de mi vida! Fue mi primera experiencia real de hacer algo con un compañero… Bueno, ni siquiera un compañero, ¡sino un héroe! ¡Era el jodido Max Cavalera!»