Megadeth- «Dystopia» (2016)
Siempre que Megadeth anuncia su entrada en el estudio de grabación, el mundo se alza pidiendo la vuelta a los orígenes del thrash, rememorando el glorioso inicio representado por maravillas como “Peace Sells…” o “Rust in Peace”. Cuando has influenciado a una generación completa de músicos es difícil poner una etiqueta, no obstante, me atrevo a afirmar que “Dystopia” es un disco 100% Megadeth, alejado de su vertiente más melódica representada en “Youthanasia” o “Super Collider”. Producido por Dave Mustaine y Toby Wright, “Dystopia” recupera ese sonido caracterizado por las frecuencias medias y graves que ya escuchamos en el fundamental “Countdown to Extinction”, pero aprovechando los avances técnicos que hoy existen.
David Ellefson sigue siendo el bajista ideal, pero ahora conjugando su labor junto a la de Chris Adler y armando una sección rítmica sólida. Mustaine recuperó ese gusto por los riffs enrevesados, su voz, al menos en estudio, parece haber perdido esa ronquera que tanto lo caracteriza en vivo. Las letras aportan su particular visión del mundo sin renunciar a sus principios, sobre todo en lo político.
Ya en el disco, cantos provenientes de Oriente nos introducen a “The Threat is Real”, un temazo que lo tiene todo: velocidad, agresividad, riffs de infarto y la primera oportunidad de disfrutar de un Loureiro enorme. Los arreglos de guitarra y la línea de bajo encajan con la sencillez de la batería. “Dystopia” es una obra maestra en sí misma, con todos los elementos de Megadeth: potencia, dinamismo, la característica voz de Mustaine y esa forma de encarar estrofas y estribillos tan suya; el trabajo que hace Kiko rellenando cada recoveco con su maestría en los solos es brillante. Tema con lead simple y guitarra melodiosa, la que construye una de las composiciones más directas del trabajo. Las estrofas, con esos arreglos de guitarra y esas voces que entran a la primera, desembocan en un estribillo que funcionará bien en directo (al grito de Dystopiaaa!).La sección final, donde cambia el ritmo, es de infarto, recordándonos a “Hangar 18” y ese sin igual duelo de solos. “Fatal Illusion” comienza machacando las cuerdas graves de guitarras y bajo y cuando aparece Ellefson se marca el que será el riff principal, acelerando el tempo en un quiebre de guitarra que me recordó al “Killing is my Business…”, terminando muy alto con un brutal “Evil never dies, never dies!” de Mustaine. Uufff a esas alturas ya el disco nos ha conquistado.
Y no da respiro gracias a “Death From Within”. Tema brutal donde Adler hace un trabajo excelente técnicamente y el que, quizás, sea el mejor trabajo solista de Dave en todo el álbum. Normal que este corte tenga un groove tan bien construido y ese estribillo tan vieja escuela. Agradará a los fans más fieles porque va directo. Sube el volumen. “Bullet to the Brain” comienza con un acústico seguido por un riff denso, de esos en los que la digitación va a tiempo con la batería; estribillo pegadizo. Tiene muchos cambios y, una vez más, se nota la mano de Loureiro con unas guitarras progresivas. Muy bueno. “Post American World” es brutal, tanto a nivel musical como en el mensaje. Continúa con esa atmósfera densa, con un riff del diablo. El estribillo es brillante, de una tremenda factura, y lo que viene después mezcla acústica y distorsión. Nos recuerda el por qué amamos a esta banda. Mustaine canta con un timbre oscuro y en el estribillo recurre a su habitual quiebre. Y las buenas noticias siguen con “Poisonous Shadows” que es más oscura, con una progresión brillante, solos geniales y un final donde Kiko va al piano y Dave susurra, dando una dimensión grandiosa al tema. “Conquer or Die!” es una preciosa sección acústica, que recoge con el micrófono ambiental el sonido de los dedos. Pero luego el tema se vuelve Megadeth y Kiko nuevamente se luce. Él sólo puntea y el resto de la banda se hace cargo del ritmo, uff. Seguimos con otro temazo de velocidad brutal: “Lying in State”. Es una cachetada del metal de la vieja escuela; es, sin duda, la más directa del disco y los headbangers tendrán su minuto de locura. “The Emperor” es más melódica, del tipo “Super Collider”. Y al final, tenemos “Foreign Policy”, la versión del grupo punk Fear, llevada a otro nivel pero siendo muy respetuosa de la original.
¿Es “Dystopia” el mejor álbum de Megadeth en años?
Para los que no aprobaron la vertiente más melódica se podría afirmar que sí. Para otros puede que sea lo mejor desde “Youthanasia”. Pero en lo que todos concordarán es que el disco tiene música para tirar al mundo. No es una continuación de “Rust in Peace” pero se nutre de éste en cuanto a influencias, y su sonido logra acercarse mucho a “Countdown to Extinction”. También recoge matices que fueron celebrados en “United Abominations” y “Endgame” pero que acá están mejorados, más trabajados. Estoy convencida de que la presencia de Adler y Loureiro fue fundamental para el resultado del álbum y ambos debieran considerar seguir siendo parte de Megadeth, porque ayudaron a encontrar el equilibrio entre el thrash, el heavy y las melodías más progresivas. Este lanzamiento es un éxito indiscutible dentro del metal 2016, que debiera refrendarse con una exitosa gira, que traerá de regreso a Mustaine y sus gladiadores, en el mes de agosto, a nuestro país. ¡En buena hora y con un discazo!