Megadeth en Chile: Sinfonías para una destrucción
Euforia y pasión sin tregua se vivió en el Movistar anoche
Y llegó el día en que la banda siempre comandada por el “colorado” Dave Mustaine esta vez apoyada por Dirk Verbeuren en la batería, James LoMenzo al bajo y el nuevo componente de la banda, el guitarrista finlandes Teemu Mäntysaari, regresó finalmente tras siete años de espera bajo el marco de la gira del Crush The World Tour. Y cumplieron el cometido haciendo temblar el Movistar Arena en lo que fue una fiesta de metalheads de todas las edades que pudieron disfrutar de los clásicos de uno de los Big Four del thrash metal norteamericano.
El plato se repitió, y al igual que hace unos años atrás quienes estuvieron a cargo de encender los fuegos para Megadeth, fue la banda nacional de thrash y death metal, Saken, que en una corta presentación logró abrir los fuegos necesarios. Casi al final de su interpretación, invitaron a Andreas Vingbäck, vocalista de Dark Funeral y GRÁ a ser parte de la canción «Nasty Gods». Algo que fue una gran sorpresa para los seguidores del músico sueco que reside en nuestro país desde hace unos años.
A las 21:00hrs en punto se apagaron las luces, anunciando que estaba por comenzar el show que dio inicio con el tema homónimo de su última placa, «The Sick, The Dying…And the Dead!». A la grabación que anuncia “bring out your dead, bring out your dead…”, se le suman los primeros acordes de guitarra, el redoble de tambores y los droogies se desatan inmediatamente, originando el primer moshpit de la noche. «Skin o’ My Teeth», «Dystopia» y «Hangar 18» no dan un solo respiro de descanso a la audiencia que se muestra eufórica, aumentando rápidamente la temperatura del venue capitalino.
«Sweating Bullets» y se escucha a todo el Movistar seguir a Dave, “hello me, meet the real me…”, «This Was My Life», «Hook In Mouth», «Angry Again», «She-Wolf». Se abre paso a la mítica batería de «Trust» a la que le siguió «A Tout le Monde», el bajo inconfundible de «Tornado of Souls» y la poderosa «Symphony of Destruction» coreada como es de costumbre, “Megadeth, Megadeth, aguante Megadeth”, un clásico tras otro.
Dave en pocas palabras presenta «We’ll Be Back» del último disco, que es bien recibida. Volvemos a los 80s y Vic Rattlehead se suma a la banda unos momentos en el épico «Peace Sells» que le da protagonismo a LoMenzo y su bajo. «Mechanix» y «Holy Wars…The Punishment Due» para cerrar lo que fue una noche épica e inolvidable para los droogies que lo dieron todo al disfrutar bajo una energía demoledora.
En lo que fue un concierto de 90 minutos muy a lo vieja escuela con un sencillo telón de fondo que pregonaba el nombre de la banda en sus clásicas letras metalizadas y la imagen de Vic Rattlehead, junto a un gran juego de luces. Mustaine, que viene edificando su relación con Chile desde hace exactamente 30 años, mostró una vez más que sigue siendo una leyenda del metal, y que su maestría es colosal. Por otro lado, Verbeuren no pierde el ritmo, sin importar qué tan rápido sea el tempo de una canción, LoMenzo que marca el paso poderosamente con su bajo, y por último, el debut en Chile del joven Temuu, elegido por el mismísimo Kiko Loureiro fue un éxito, se lució en cada solo perfectamente ejecutado, sin dar espacio al más mínimo margen de error.