Meshuggah en Chile: La matemática de la luz
Desde temprano el coliseo ubicado entre las estaciones de Universidad de Chile y Moneda comenzó a llenarse. La noche marcó una temperatura agradable a pesar de que los últimos días habían sido fríos. Los encargados de abrir la primera jornada en Chile de los suecos fueron la banda nacional All Tomorrows, quienes brindaron un explosivo y muy buen aperitivo a los asistentes quienes los apoyaron en todo momento, dejando en claro por qué son uno de los números más aplaudibles por la crítica nacional y foránea.
Eran las 21:30 en punto y ya había sonado en los parlantes, repetitivamente, “Ma Baker” de Boney M., cuando Meshuggah hace su ingreso al escenario del Teatro Coliseo completamente colmado. Unos breves saludos y comienza el show. Iniciaron con “Pravus” del “obZen” encendiendo a sus seguidores que empezaron a mover al unísono sus largas melenas. Jens Kidman, el frontman de los suecos, comenzó a mirar desafiante cada vez que se daba un respiro en las líricas y eso, con el juego de luces tan propio de la agrupación, fue una catarsis. “Born in dissonance” y “The hurt that finds your first” dejaron claro que la noche estaría extrema y bien pesada.
“Rational Gaze” hizo lucir a plenitud lo que es el show de luces que ostentan los oriundos de Umeå. Desde las plateas hasta la cancha que estaba completamente saturada y con un piso resbaladizo, que hizo que muchos de sus asistentes cayeran debido a los líquidos de cebada que se acumularon en ciertos lugares del recinto, no fue excusa para saltar y moverse con la matemática de “Clockworks” y “Violent Sleep of Reason”, nombre y canción del octavo y último larga duración de los formados en 1987.
Luego de un muy breve descanso, la banda volvió al escenario donde interactuaron sus integrantes con parte del público, regalando uñetas y algunas miradas a ciertos fanáticos que fueron los que más energía derrocharon en la primera fila. Si bien algunos problemas técnicos afectaron el micrófono de Kidman, no fue impedimento para que las guitarras, batería y bajo sonaran con la potencia necesaria.
“Lethargica” reanudó la energía en los asistentes siendo el preámbulo para una de las canciones más esperadas por la fanaticada como es “Bleed”. La tercera pista del “obZen” tiene un gran recibimiento por la fanaticada la cual gustó y cantó con los más de siete minutos que duró el track. Un gran momento de la primera jornada. “Demiurge” del LP “Koloss” fue la que eligieron para el cierre de la primera jornada de Meshuggah, dejando la vara demasiado alta para lo que debiese ser la segunda fecha que está contemplada para la noche del sábado en el mismo Teatro Coliseo.
Si bien los suecos tuvieron pequeños problemas de sonidos, específicamente en el micrófono, eso solo fue un detalle de una noche redonda en la cual repasaron gran parte de su amplia discografía. Los suecos, con el virtuosismo de cada integrante, sumando un espectacular y meticuloso juego de luces, muy bien tomado de lo que ha sido la escuela de Nine Inch Nails y Prodigy, premió a un público que ya se está acostumbrando a verlos cada tres años por estas latitudes y donde su fanaticada está creciendo por miles. Meshuggah, con sus más de 30 años de experiencia, demuestra cada vez que son un espectáculo sólido y que merece ser presenciado en un recinto más grande, pero que no deja de invalidar que en el Coliseo se disfruta como si estuviesen tocando en alguna localidad de Europa del Norte.