Los suecos de Meshuggah llegarán por primera vez a Teatro Coliseo el próximo 26 y…
Meshuggah regresa firme y poderoso con Immutable
Atomic Fire, 2022
Los suecos líderes del metal técnico vuelven tras 6 años de silencio. Fue en 2016 cuando salía su último álbum The Violent Sleep Of Reason, y ahora se dejan caer con Immutable, un adjetivo que significa «lo que no puede ser cambiado». La invitación es a descubrir si esta máxima se cumple en el disco.
Durante treinta años, Meshuggah se ha mantenido en la cima del metal extremo. De hecho, el término ‘djent’ nació, en gran parte, gracias a esta banda y su constante creación de música increíblemente técnica y desafiante, ganándose la etiqueta de ‘pioneros’, por lo que es difícil señalarlos como una banda inmutable. Y esto lo comprobamos de entrada, cuando notamos que este álbum de 2022 tiene un uso de voces limpias por parte de Kidman, quien se pasea junto a inconfundibles riffs de muchos ritmos complejos, aunque suenan menos agresivos que en el pasado.
Los riffs de Mårten Hagström y Fredrik Thordendal, en ‘The Abysmal Eye’, están mucho más cerca del Meshuggah más clásico, al igual que la entrega vocal profunda de Kidman. Está el fantástico sonido, casi tribal, de ‘Ligature Marks’, con notas de guitarra que se elevan por encima de pesados riffs, inyectando una melodía inquietante y puntualizando un momento intenso, tal cual es la intro melódica de ‘They Move Below’, una canción inmensa de casi diez minutos, absolutamente grata y que permite intervalos de calma y belleza.
‘Kaleidoscope’ juega con un sonido djent más moderno, mientras lo enlaza con su propia complejidad de solos que dejan perplejo a quien escuche; esto deja en bandeja otro excelente trabajo, como lo es ‘Black Cathedral’; puede que sea demasiado corta y sea un instrumental, pero deja grata impresión con esos riffs rápidos de inspiración black metal, y como tal, es oscuro y malvado. No lo esperábamos y vaya que saca una sonrisa. La parte final se inclina más al death con ‘I Am That Thirst’, con el ritmo hipnótico de ‘The Faultless’ y la rápida agresión de ‘Armies Of The Preposterous’. Distintos pasajes, distintas paradas, variedad y dinamismo en este disco que deja muy bien parado a Meshuggah. ¿Qué es muy largo?, bueno, pero tras 6 años, no nos vamos a quejar de que estos ídolos del metal se extendieron más de la cuenta y nos entregaron buena música en demasía.
Mezclado por Rickard Bengtsson y Staffan Karlsson, masterizado por Vlado Meller (ganador de múltiples Grammys con Metallica, RATM, Red Hot Chili Peppers y otros), todo se compenetra con el arte de Luminokaya, quien nuevamente creó la portada de un álbum categórico, preciso, con sonidos vanguardistas que dejan este trabajo en una buena posición para enfrentar críticas y un posible tour. El nuevo disco de Meshuggah recupera el atrevimiento original y expande sus bases en un buen ejercicio de creatividad, con riffs propios de su sello y un sonido muy demoledor.