Metal Attack II en Chile | Cannibal Corpse, Napalm Death y Destruction: Carnaval de bestias
Tal como se esperaba, las cuatro bandas cumplieron con un devastador show en el Teatro Caupolicán
La segunda versión de Metal Attack comienza a consolidar un festival que según los resultados que vemos en directo, debería ser más seguido en su realización. Si su primera versión en 2015 demolió cervicales, esta vez una de las mezclas más letales de la música contemporánea apabullaron a Santiago en su segunda versión.
Los encargados de encender los fuegos de la maratónica jornada son los nacionales Recrucide, quienes recientemente arribaban al país tras un tour por tres semanas en Europa junto a los legendarios Sadism. Rodrigo Zepeda y los suyos continúan demostrando porque son uno de los combos seguros del death metal en Chile. Tras el buen paso dado con “The Cycle” un disco que refuerza su viaje death metal con el frenesí de un sonido algo más contemporáneo, los chilenos se echaron el público al bolsillo con un repertorio que, ya se hace amigable. Mezclando las nuevas canciones con algo de “Supremacy” (Ritual y Uncontrolled) junto al material algo más antiguo ¡qué letal sonó Art of Crime! de “Blood Divine” (2011) incluso se dieron el lujo de presentar en público el homenaje del death metal a Los Jaivas con su versión para ‘Mambo de Machaguay’ la misma que tocaron hace algunas semanas en radio Futuro.
Terminado el show de Recrucide llegaba el turno de la ejecución alemana para el thrash metal. Ni más ni menos que Destruction fue el encargado de traernos tal honor, Schmier cual comandante de tropa alemana Salió al escenario con su bajo Flying-V a darnos certeros disparos del thrash metal que hizo de Destruction un bastión del género. ‘Curse of the Gods’, ‘Armageddonizer’ y la clásica ‘Tormentor’ de su esencial “Infernal Overkill” (1985) desataron los primeros mosh masivos de la noche en Santiago. ‘Black Mass’, ‘Total Desaster’, y ‘Mad Butcher’ nos recordaban que los alemanes están acá desde 1984 impartiendo la palabra del thrash metal como su único dios y ley. Incluso cuando mostraban atisbos de ser unos precursores del thrash/black metal, género que años después se masificó alrededor del mundo, en parte gracias a su demostración (acaso la portada de Sentence of Death, no es ver a los primeros Sepultura). El encore llego con ‘Thrash Till Death’, ‘Invincible Force’ y la muy coreada ‘Bestial Invasion’. Puños en alto, en señal de una sangrienta victoria, Schmier y el eterno Mike Sifringer se retiran contentos tras haber cercenado al público local, la victima queda dislocada a merced de un nuevo verdugo.
Desde Birmingham, Inglaterra un cuarteto de fanáticos del hardcore punk ochentero, asomaba con total naturalidad ante un teatro que, minutos después entraría en una catarsis colectiva al son del extremo sonido que desbordan Shane Embury, Dany herrera, John Cooke y Mark Greenway. Napalm Death uno de los absolutos protagonistas del Metal Attack sin más nos sometió a una ceremonia de la que es imposible salir vivo sin sentir algo; rabia, ira, frustración, descontrol y paz ¿por qué no? Son los sentimientos que asoman tras el maremoto sónico que es presenciar un show de los ingleses. La embestida de los comandados por ‘Barney’ nos lleva por un viaje por lo mejor de su discografía; ‘Instinct of Survival’, ‘When All Is Said and Done’, y la épica ‘The Wolf I Feed’ (sí, pueden existir canciones épicas en el grindcore), nos arrollaron simplemente. ‘You Suffer’ y ‘Scum’ nos llevan de viaje a los días en que ND cimentó una nueva forma de verbalizar con música extrema el desaguisado momento político social al que nos enfrentamos a diario. ‘Suffer the Children’ de “Harmony Corruption” nos lleva de vuelta a los días en que Napalm Death trituraba su propuesta con un devastador death metal.
Sin embargo en ‘Breed to Breathe’ nos recuerdan que en los años noventa filtraron su música con el groove metal y que, a pesar del riesgo de aquella mezcla para la renovación de su clásico sonido, salieron airosos. ‘Silence Is Deafening’, una de las canciones más simbólicas de la banda sin más, es dedicada a Víctor Jara, el popular cantautor chileno asesinado tras el golpe de estado en 1973. ‘Victims of a Bomb Raid’ (Anti Cimex) y ‘Nazi Punk Off’ (Dead Kennedys) son el preámbulo punk de cierre para una noche que a ese momento se tornaba brutal. ‘Siege of Power’ termina por dejar a la víctima incurable.
Ya a las 23:00 hrs Cannibal Corpse tomó el escenario de San Diego con la categoría que los caracteriza como uno de los más mortíferos actos que tiene el death metal de todas sus épocas. George Corpsegrinder con su profundo growl y con Cannibal Corpse en su versión más doom en ‘Code of Slashers’ conmueven a los presentes por la intensidad y prolijidad con la que, Webster y sus compañeros descosen cada nota de su instrumento, tal como en ‘Scourge of Iron’. Si bien las canciones de “Red Before Black”, su último disco, son muy bien recibidas, el teatro estalla cuando desempolvan clásicos del tallaje de ‘Hammer Smashed Face’ o ‘I Cum Blood’, el mismo efecto surge en ‘Gutted’ y ‘Skull Full of Maggots’.
Tal como la presentación de los americanos en Metal Attack I (2015) Cannibal Corpse muestra un show arrollador y balancean con jerarquía un setlist que guarda para el final lo mejor; ‘Make Them Suffer’ y ‘Stripped, Raped and Strangle’ terminan por destriparnos y la labor queda terminada. Tras una larga jornada de death metal, solo queda esperar por cómo nos deleitara el próximo año un festival que debe volverse una costumbre insana y necesaria. ¡Metal Attack lo hizo de nuevo!
Por Nelson Silva A.