Metallica en Lollapalooza Chile 2017: El demoledor regreso de los maestros del metal
A las 2 de la tarde, nadie podía negar que Metallica sería la dueña de la jornada. La tenida oficial de Lollapalooza Chile fue la camiseta de la banda (en cientos de estilos, colores, tours y discos), más la cierta lentitud con la que se iba desarrollando la jornada, y la horda de fans “puros” que se dejaron caer a partir de las 6 de la tarde, sólo prepararon el ambiente para un cierre de jornada como Lollapalooza no lo había tenido, quizás, en toda su historia en Chile.
Luego del show de Rancid, casi nadie abandonó su puesto en el VTR Stage. Había que guardar el lugar y daba lo mismo tener que esperar más de una hora.
Con algo de retraso partió la velada, pero los de San Francisco estaban, nuevamente, listos para vestirse de grandes. Autodefinidos como “la presencia heavy del festival”, invitaron a todos a sentirse vivos a través del estilo que fundaron en los ‘80. James, Lars, Kirk y Robert dieron un show impactante, ante una marea de gente que pagó hasta lo que no le daba para verlos en formato Lollapalooza, aunque muchos no se sintieran cercanos al festival.
El setlist fue a romper cabezas, y eso que dejaron afuera grandes clásicos. Después de la intro de «El bueno, el malo y el feo», salieron a romperla con “Hardwired” y “Atlas, Rise!”, dos temones del flamante disco que recuperó la esencia aplanadora de Metallica. El público enloqueció ante “For Whom the Bell Tolls”, cantada a todo pulmón, para seguir con “Fuel”, una que fue tan criticada en los ’90, pero que hoy es fiel representante de ese paso que se atrevieron a dar en el momento justo. Nos dejó con la energía a mil. La magia de “One” y el ritmo de “Now That We’re Dead” alimentaban los mosh y hasta algunas bengalas en el mar humano que, perfectamente, bordeaba un Estadio Nacional. Qué bien sonó “Moth Into Flame”!, una del nuevo disco que es tiene algo del sello puro de su thrash ochentero. “Harvester of Sorrow” interpretada a un gran nivel, “Halo on fire”, “Motorbreath”, la espectacular e imponente “Sad but True” seguían con una potencia demoledora, los acordes demenciales de “Wherever I Roam” y la calidad inconmensurable de “Master of Puppets”, no solamente iban saldando a favor las expectativas, sino que mostraban a una banda en perfecto equilibrio entre lo melódico y su thrash histórico. Pero había más!.
Para el final, la icónica “Fade to Black”, la tremenda “Seek & Destroy” desatando la locura, la sorpresa de la noche con “Fight Fire With Fire”, y uno de los momentos más gigantes del show y de la historia de Lollapalloza: los acordes de “Nothing Else Matters” y el coro de miles de personas, todas distintas, porque acá no estaban los fans que pagan la entrada en un concierto único, y ese es el gran objetivo cumplido por la banda al aceptar ser parte de este festival. El cierre? “Enter Sandman” con pirotecnia desatada y todo, el tema que los hizo quebrar con su fanaticada dura, pero que en la actualidad se reconoce como el tema que obligó al Metal a dar un giro. Y ellos lo saben muy bien.
Con un show más largo de lo previsto, llamó la atención el buen estado (musical) de sus integrantes. Porque casi no hubo fallas. Hetfield estuvo bien en absolutamente todo; Ulrich en un plano más secundario, pero con mucho más ritmo; Hammett se lució, simplemente; sus solos fueron espectaculares, sobretodo en la parte que se convirtió en un enajenado demonio de la guitarra y Trujillo hizo lo que quiso con una calidad suprema (imposibles solos y un dominio del slapping impresionantes).
Ante el adiós de Black Sabbath, Metallica queda como el número 1 del estilo. Lejos. Y lo mejor es que ellos no tienen prejuicios ni ganas de seguir estereotipos que los ligan a un determinado evento o festival, lo que sólo avisara sorpresas positivas tras un disco que nos devolvió la fe en su música y al speed metalero, el que de ninguna manera está en retirada; otra consecuencia favorable de la participación de Metallica en Lollapalooza, es que el arrollador éxito (en toda la gira), podría sugerir que otras bandas del género se aventuraran a esta experiencia y quieran ser el representante “heavy” del festival.
El cierre de la primera jornada de Lollapalooza debe ser uno de los mejores de la historia del festival en Chile. Monumental, monstruoso y mágico. Todo con M de Metallica. Después de una larga espera y variados análisis sobre esta participación, hubo justicia para todos!.
Fotos: Lotus
Setlist:
Hardwired
Atlas, Rise!
For Whom the Bell Tolls
Fuel
One
Now That We’re Dead
Moth Into Flame
Harvester of Sorrow
Halo on Fire
Motorbreath
Sad but True
Wherever I May Roam
Master of Puppets
Fade to Black
Seek & Destroy
Fight Fire With Fire
Nothing Else Matters
Enter Sandman