Luego de su presentación en la última edición de la Teletón, que se pensaba exclusiva…
«Mi Destino: Confesiones de una Estrella de Rock»: La creativa sanación de Jorge González
Corría el año 1999 y Jorge González se encontraba en una etapa en la que no había publicado ninguna obra en cinco años. Solo «La Cumbia Triste» bajo la placa de Gonzalo Martínez y sus Congas Pensantes. Luego del experimental disco «El Futuro Se Fue» de 1994, el líder de Los Prisioneros vivía una vida confusa y algo atormentada. Algo que daría vida a «Mi Destino: Confesiones de Una Estrella de Rock» como una disposición a volver a hacer un disco potente, en donde se demostrara a sí mismo su bien sabida capacidad como músico y productor.
Jorge había coqueteado con ciertos proyectos para hacer discos pero ninguno rindió frutos. Un álbum solista, un intento con Los Dioses y un colaborativo con Álvaro Henríquez, no se concretaron finalmente pero si dieron luces de lo que podría venirse. El año ’99 lo encontraba instalado de nuevo en Santiago, en la casa de calle Beaucheff con su novia Carola y acompañado de siete gatos. En ese momento no se encontraba con contrato discográfico, por esto se acercó al sello Alerce, por un aprecio que tenia el músico hacia el sello chileno. Justo un año antes Jorge ya había tenido contacto con el sello puesto que aportó una versión de la canción «Paloma Quiero Contarte» en el disco Tributo a Víctor Jara (1998)
Para una entrevista al ex canal Rock and Pop afirmó: Si uno graba con Emi o Sony lo mas probable es que el disco sea mula, pero si ves Alerce no puede ser mula. Lo otro es que los artistas principales de Alerce son chilenos. Lo que es groso para mí porque sé que le van a poner empeño, porque es el disco de ellos. En cambio en el caso de la Emi, podía estar mis disco, pero en realidad lo importante era vender el catálogo de los Beatles.
Para hacer el disco se armó un estudio en la casa de su mamá en la novena avenida de San Miguel, la misma donde compuso parte de los mas grandes himnos de Los Prisioneros. Para esto le pidió ayuda a su amigo Argenis Brito, con quien había tocado en Los Dioses, y en la antigua pieza de costura de su madre arreglaron el lugar perfecto para las grabaciones.
Iba todos los días desde su casa cercana a Parque O’Higgins. Pasaba allá horas y horas comiendo sopaipillas y componiendo. Estando solo en esto se sentía mas aliviado, nunca fue cómodo para él que gente dependiera económicamente de sus decisiones. Mi Destino es un disco en el que Jorge toca casi todo los instrumentos, tiene un tinte autobiográfico y es un cañón. Cuenta con la colaboración de gente como Carlos Cabezas, Álvaro Henríquez y el propio padre de Jorge González, Coke Rey.
Son 11 canciones, la primera de ellos es «Me Pagan Por Rebelde», canción precisa para abrir este disco y todo lo que representa. «Yo solo quería tocar rock and roll» repite al final del tema. Y es que González venía de una etapa en la que las grandes multinacionales acaparaban su creatividad y lo promocionaban como algo que no es, lo de él no era estar en el mejor estudio de Inglaterra con un contrato millonario como fue en el disco «Mi Futuro Se Fue». Lo suyo es de artesano, en su pieza, en la casa de su madre, en su departamento en pleno invierno alemán.
El segundo tema del disco es «Envidia», una canción en respuesta a la mala onda de la prensa de la época. Cuando se encontraba en medio de la grabación del disco, el 17 de agosto de 1999, el diario Las Ultimas Noticias publicaba en su tapa una nota sobre el ex Prisionero; «Los Días Mas Oscuros de Jorge González». En ella se hablaba de violencia, consumo de drogas e intentos de suicidio. Por esto en «Envidia», como respuesta, suena un audio simulando el sonido de una radio informando de la muerte del músico.
La siguiente canción en el álbum es «El Viajo Que Bailaba el Nuevo Estilo de Baile», allí Carlos Cabezas participa con el órgano Hammond y Álvaro Henríquez con la composición, voz y guitarra.
Luego de este track viene un cover a Albert Hammond, se trata de «Necesito Poder Respirar» en clave Creep. Uno de los temas mas bellos y románticos del disco. Es la versión en español de «The Air That I Breath». Fue el primer adelanto del disco en las radios y marcaba el regreso de González como solista.
El quinto tema del disco es «Allende Vive (Y Yo Se Donde)», la nostalgia hacia la figura histórica del presidente de la Unidad Popular marca la lírica. Son sus recuerdos de infancia volviendo al presente. Al igual que en la canción «Caszely», sobre el ídolo de Jorge González. Su memoria jamás borraría un recuerdo del 28 de marzo de 1973, ese día Colo Colo enfrentaba a Emelec por Copa Libertadores. De pronto Carlos Humberto Caszely toma el balón en la mitad de la cancha, se pasó a toda la defensa, eludió al arquero y entró con la pelota al arco, un gol de antología, la gradas gritaban «Se pasó, se pasó». Esa noche González estaba presente en el Estadio Nacional, siendo un niño quedaría marcado por ese gol por siempre.
En la canción «Corre Como el Agua» hay un invitado muy especial para el san miguelino. Se trata de su padre «Coke Rey» quien era musico aficionado y le enseñó mucho a Jorge en su infancia. El tema es un homenaje a Víctor Jara y además tiene un solo de guitarra estilo Gato Alquinta, haciendo referencia a la época en que su padre le enseñaba música de «Los Jaivas» en casa.
En «Pidiendo Perdón» tiene lugar la polola de Jorge en ese entonces, Carola. Ella había participado en las juventudes comunistas y recurrentemente hablaban de política con el músico. La canción «Pidiendo Perdón» hacía referencia a la situación que vivía Augusto Pinochet en Londres, estando detenido tras ser acusado de genocidio, terrorismo internacional entre otros crímenes.
Mientras que el romance del disco hacia Carola se concretaba en «Carita de Gato», como el le decía. Un tema de amor muy profundo y algo onírico en su sonido.
Tienes la carita de gato
más bella de este lugar
Eres la mejor compañía
mi poesía medicinal
Noche a noche, vamos pegaditos
a las fiestas del soñar
Quédese, quédese no se me vaya
que lo bueno está por comenzar
Las otras dos canciones son «Blanca Blanca» y «Nunca Más», muy representativas de la experimentación del disco, bajos marcados y juegos con el silencio. Ambas canciones de amor, como pidiendo perdón, como evaluando a posteriori lo que fueron algunas relaciones. Acá un extracto de «Nunca Más»:
Alguna vez te prometí
no volverá a pasar.
Junté valor mirándote a los ojos
no volverá a pasar.
Siempre tengo esos momentos que pienso
que nada me va a destruir
Y no falta el que acepta
la invitación con más que gusto
Me pongo lo que venga
rompo lo que tenga
La composición del disco le tomó solo dos meses, luego de burocracias, el 26 de octubre de 1999, se publicó en formato CD y casete bajo el nombre «Mi destino (Confesiones de Una Estrella de Rock)».
No pasaba por una época muy bullente y se le metió en la cabeza grabar un disco con Alerce, ahí pudo conocer a músicos de Sol y Lluvia y Mecánica Popular. «Confesiones de una estrella de rock es un cañón, por qué? Porque las canciones son buenas y suena de miedo», declaró González en una auto entrevista, a lo que agregó; «Es mi disco solista favorito, más que libro. Y me hizo muy bien hacerlo, habla de soledad, nostalgia, amor y sexo»
La carátula fue hecha por su hermano Marco, con figuras de gatos en distintas situaciones y la imagen central de la cabeza de un gato con audífonos. Combina el rock con la electrónica, sonidos del canto nuevo y el folclor chileno tiene su presencia. Ese 26 de octubre del ´99 a las siete de la tarde fue el lanzamiento en un show único e íntimo. El lugar, la Sala Shakespeare, local de su amigo Vicente Ruiz en Bellavista, Bombero Núñez con Santa Filomena. Ahí concurría parte de la bohemia santiaguina de aquellos años. Lugar que Jorge conocía por hacer de dj en varias fiestas haciendo bailar a la gente mezclando electrónica con pop, parte de su repertorio en esas jornadas eran «Hay Que Venir al Sur» de Rafaella Carrá.
Para el lanzamiento actuó con su guitarra Rickenbacker en una presentación minimalista en la que a veces cantaba a capela. Algo que le acomodaba mucho más en ese momento. Todo esto se dio en medio de las campañas presidenciales, oportunidad en la que Jorge siempre aprovechó de entregar su apoyo a Gladys Marín a través de los medios.
Con aspecto más carreteado y barbón se presentaba para las fotos promocionales y a las entrevistas, una etapa en la que su aguda lucidez se mostraba constantemente. Luego del disco el plan era girar y tocar en muchos lugares, sin embargo, él no estaba bien de salud. Motivo por el que decidió rehabilitarse en Cuba. Reconocido por el mismo como su mejor disco en solitario, Mi Destino es también una pieza ineludible del rock chileno, congrega una explosión creativa muy particular de González, y cierra la década reviviendo al músico.