Modest Mouse en Lollapalooza Chile: la música es lo primero

Esta edición de festival Lollapalooza se ha caracterizado por ser el espacio de debut de muchos artistas que tenían deudas de años de visita a Chile, permitiendo que la banda Modest Mouse de Washington venga finalmente a deleitar a los fanáticos del lo-fi con una presentación minimalista pero contundente centrada principalmente en la música.

Haciendo honores a su nombre, los liderados por Isaac Brock realizaron poca interacción con los asistentes, y dejaron que sus canciones hablaran por sí mismas mientras eran acompañados de proyecciones de líquido diluyéndose en distintos objetos (muchos de tecnología vintage) para transformarse en arcoíris. Los músicos del conjunto además se caracterizan por ser multi instrumentistas, haciendo cambios entre teclados, bajo eléctrico, trompeta y banjo para acompañar sus ya clásicas piezas del indie rock con casi 30 años de trayectoria, y lo que vuelve entretenido de apreciar el show.

Tocaron un setlist ecléctico que abordó toda su discografía casi por igual, dedicando solo una toma más proveniente del disco «Good news for people who love bad news» del año 2004, pieza que los consagró internacionalmente.

La fuerza de la banda se sintió principalmente en la recta final del show, desde el inicio de King Rat, la enérgica Dashborad, Tiny Cities Made of Ashes, Float on, y el cierre Spitting Venom, quienes lograron cautivar a los conocedores del conjunto y a quienes venían recien a conocerlos, habiendo una cancha llena de asistentes que cantaron sus canciones mientras saltaban al ritmo de la música, cuyos cánticos recuerdan al estilo de protesta más icónico de EE.UU. al estilo Bruce Springsteen.

Sin duda un show que se sintió corto, que con una de duración no dejó conforme al público que gritó por más. Esperemos que con esta visita en algún momento se motiven a hacer un expectáculo en solitario.