MONO- Oath: Juramentos sonoros y de tiempo

MONO- Oath: Juramentos sonoros y de tiempo

El doceavo disco de los japoneses es un viaje sonoro que sobresale en matices y contemplación

El año 2024 ha sido un año próspero musicalmente hablando. El grupo japonés MONO, quien tuvo una visita reciente a Chile y Sudamérica durante el mes de abril nos ofrece en este disco un nuevo registro introspectivo y cinematográfico, haciendo gala de muchos juramentos y compromisos sonoros. Un compromiso con la música que ya tiene más de 25 años de trayectoria, cuyas cuerdas encabezadas por los guitarristas Takaakira «Taka» Goto y Hideki «Yoda» Suematsu nos muestran que el post-rock es un género que puede acompañarnos de múltiples e íntimas maneras, aún vigente y en constante exploración.

«Oath», ya publicado hace unos meses atrás -el 14 de junio para ser precisos -, es un disco además especial en contexto. Es uno de los últimos trabajos de mezcla del fallecido ingeniero en sonido Steve Albini, conocido en la industria por revolucionar el formato de grabación del rock alternativo y las políticas de acceso a estudios profesionales, quien además era un íntimo amigo del grupo nipón. Un mes antes del lanzamiento, de un ataque al corazón deja este plano Albini, a quien aún gente del todo el mundo le hace luto. Los mismos integrantes de MONO mostraron su pesar, y lo reconocieron como un importante maestro en su trayectoria como banda.

Con el desafío que siempre implica escribir sobre un disco instrumental, el recorrido musical en este caso contempla algo más de 1 hora y 10 minutos de duración, siendo un trabajo del cual sin duda se podría decir mucho y desmenuzar de varias formas. Obviamente, en rigor de la extensión, nos atendremos a cosas puntuales para seguir una propuesta de escucha.

Las primeras tres canciones ‘Us, Then’, ‘Oath’ y ‘Then, Us’ se pueden escuchar como una primera épica, la cual consta de secciones con cuerdas frotadas y vientos que inician con una intención sin duda cinematográfica, en donde imaginar fortalece la experiencia del disco. ‘Run on’, la canción siguiente, es otra colosal pieza de 9 minutos, la que va en constante ascenso hasta reventar en los conocidos juegos y fraseos de cuerdas a los que Yoda y Taka nos mantienen acostumbrados. El trabajo de la bajista Tamaki Kunishi es siempre impecable, sabiendo sostener bien el colchón de sonidos que el grupo elabora. Bajo Gibson con amplificador Ampeg sigue siendo una apuesta segura con resultados efectivos, dando una profundidad propia de bandas con estilo garage.

‘Reflection’ es el primer gran descanso del disco, una canción lenta y atmosférica que busca limpiar los tímpanos para el segmento siguiente, en donde las habilidades instrumentales en piano y otros instrumentos de los integrantes sale a ser lucidos. ‘Hear the Wing Sing’ y ‘Hourglass’ comprenden posiblemente el segmento más calmado y melancólico del album, siendo ambas canciones muy dulces en su construcción e intensas en arreglos. Se recomienda escucharlas con el volumen alto o con unos buenos audífonos.

El ascenso vuelve a aparecer con «Moonlight Drawing», una canción en donde ciertos guiños a la música folclórica japonesa se hace notar. El baterista Dahm Majuri Cipolla, quien ingresó después de la salida del histórico Yasunori Takada el 2017, no se siente fuera de lugar y sostiene la rítmica del grupo con completa naturalidad, siendo un actor importante en la actualidad dentro de la cohesión grupal.  

Ya llegando al segmento final del disco ‘Holy Winter’ inicia con un distintivo fraseo de piano, bajo y metalófono, mezcla habitual en canciones de la banda que nos llevan nuevamente a imaginarnos lo que el título nos ofrece. Las cuerdas frotadas destacan al final de esta canción. ‘We all Shine on’ es una invitación a botar energía de forma paulatina, con un potente clímax que termina por hacer brillar todo el viaje que el disco ha entregado hasta ahora. Para finalizar está ‘Times Goes By’, una última épica que sigue algunos motivos similares a las canciones anteriores, funcionando como síntesis de esta placa.

El tiempo es un elemento importante en este nuevo álbum, y es importante dedicárselo como tal, para que se logren disfrutar los rincones más sofisticados y a su vez minimalistas de esta propuesta, proveniente de una importante banda contemporánea de ambient y rock instrumental que ya se ha consagrado como referente. 

Rodolfo Galleguillos

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