Ya con todas las luces encendidas en cuanto a expectativa para develar lo que nos…
Mr Robot y ‘Pictures of You’: Una apología al duelo en código The Cure
The Cure es probablemente una de las bandas más importantes de los 80’s, e incluso, una de las bandas más importantes del mainstream actual. Sin embargo, no es solo la sonoridad la que construye el concepto de The Cure, sino que el impacto cultural de la banda trasciende casi en múltiples dimensiones del espectro artístico, ya que apuesta por una estética que se articula con la armonía, creando una puesta en escena que desde lo más genuino, impacta en las, les, los seguidores transgrediendo las significancias de lo establecido a finales del siglo XX.
A la creativa atmosférica consabida, es que existe un aspecto que nunca puede ni debe pasar desapercibido, puesto que la estructura conceptual de los nativos de Blackpool, también transgredió los estándares de la vestimenta, resistiendo de forma imperiosa a una masculinidad que hoy conocemos como tóxica, utilizando sus cuerpos como verdaderas aproximaciones a la reconfiguración del outsider, puesto que la genialidad de estos jóvenes era tal, que los procesos creativos no solo se reducían a composiciones musicales, sino que estos procesos creativos respondían -y siguen respondiendo-, a la confluencia de una sonoridad, atmósfera y estética, la que es reconocible en sus cabellos largos desordenados, pero profundamente cuidados, en sus rostros con exageradas capas de base y polvos compactos, y también en el imperfecto tinte rojo mate que cubre los labios del transgresor frontman.
Es por esto que la importancia del concepto artístico de The Cure, siempre debe analizarse desde una forma holística, lejos de reduccionismos comparativos con otras bandas de la época, puesto que la construcción de los británicos dentro del complejo mapa musical, es una variable que se destaca desde sí misma, logrando hacerse de un espacio en las radios, televisión, series y películas, desafiando siempre al establishment de una cultura tradicionalmente machista, sexista y estigmatizante.
A raíz de lo anterior, es que la banda británica trasciende no sólo por medio del trabajo autónomo que han realizado con su música, sino que llegan a ser inspiración y fuerza movilizadora, para nuevos procesos creativos, ya que la dialéctica misma de la banda confluye como un concepto tan global, que la narrativa de The Cure reconfigura dialógicamente la impronta artística como móvil y también como contexto contracultural. Es por esto que la banda del viejo continente ha sido parte importante en la veta emotiva que relaciona a las, les, los espectadores con las piezas artísticas en las que participan, como es el caso de “Pictures of You” en Mr. Robot.
Articular el impacto del clásico indiscutido de la banda en marcos de una escena específica de la serie Mr. Robot, pareciese ser algo que pasa desapercibido (algo que para muchas, muches y muchos, es un hecho que resulta ser poco relevante, considerando la magnitud de la línea argumental de la serie comandada por Sam Email). No obstante, a lo recientemente descrito es preciso reafirmar que, entre los verdaderos protagonistas que dan sentido y línea lógica al desarrollo de la serie, la música aparece como otro espectro dentro de la serie, puesto que es la precisión y asertividad en la selección musical con la que construyen la serie, que se logra extrapolar un lenguaje no verbal a la generativa de la identidad de la macrofigura protagónica de Elliot Alderson.
Ahora bien, a modo de reconstrucción argumental desde una perspectiva meramente armónica y sonora, es que la articulación dialógica de la construcción identitaria de cada personaje tiene directa relación en el modo en la que la musicalización aparece como un actor omnipresente, condicionando psico-emotivamente las estructuras interpretativas de cada uno de las, les, los espectadores. A su vez, las condicionantes emotivas en márgenes de un argumento se condensan invariablemente en dolor, inquietud, desasosiego, afecto y profundo tormento. Entre muertes, amenazas, rencor y desigualdad, es que se articulan algunos de los preconceptos que dan vida a una de las series más importantes del último tiempo.
Para situarnos desde The Cure hacia Mr. Robot, es preciso enfatizar que en medio del dolor y desasosiego por amores no correspondidos, contextos de profunda vulnerabilidad, tanto de violencia física, como también de violencia sistémica; es que nos vemos enfrascadas, enfrascades y enfrascados en la desoladora muerte de Shayla; un hecho tan crudo, como traumático, lo que en términos teóricos es reconocido como castigo femicida, puesto que comienza con un secuestro, seguido por espectros incompletos de registros de abuso y tortura, en efecto, lo que para Elliot fue el comienzo de un vínculo afectivo -que siempre tensionó las bases de las rígidas estructuras del amor romántico-, terminó siendo uno de los dolores más profundos que experimentó en ese proceso contextual, a lo que sumado al complejo mapa familiar, profundiza aún más el quiebre en la disociación espacio-contexto, transformándo así “Pictures of You” en una verdadera dialéctica entre el sentimiento y duelo en relación a la incapacidad de verbalización que posee -por esencia- nuestro oscuro personaje.
El recuerdo como reconfiguración de la interpretativa de espacio, es que para Elliot este ejercicio se transforma en una amalgama de emociones no identificadas, algo así como el reconocimiento en el recuerdo vívido, un espacio-tiempo de calma y tranquilidad, tal como fue el comienzo de esta relación afectiva: vecinos en incipiente conocimiento, compañeros en el comienzo una vida que pareciera tener fecha de caducidad. Es por esta razón que, parte de la exteriorización del dolor se construye por medio de las figuras inexistentes de palabras que fluyen únicamente por medio de Pictures of You, algo así como si se tratase de una perfecta armonía al dolor, recuerdos vívidos que son -por efecto- un escape a esta realidad, una especie de poética dismorfia a una cruda realidad.
The Cure es a Elliot todos esos sentimientos que se reconocen, se identifican, pero que también se reestructuran en marcos del duelo bajo la absorta mirada perdida de un joven informático frío, pero de corazón quebrado por la muerte e injusticia. Pictures of You es una perfecta analogía a la transversalización e identificatoria versátil a los procesos de duelo no experimentados, no reconocidos… jamás vividos. Pictures of You es a Elliot una sincronía certera hacia la narrativa de una vida que existe en medio de la idealización rememorativa de tiempos que ya no volverán. Una constante situacional que entrelaza a la imagen, no sólo como un recurso material, sino como la imperativa de un constante dolor hacia aquella mujer que no volverá, aquella mujer que lo hizo sentir parte de un todo, en el seno de una sociedad que le quitó todo, incluso las ganas de vivir.
Identificando más precisamente el carácter de la escena, el recuerdo al que nos lleva el joven de vestimenta negra, es que aquellas premisas emocionales y contextuales que son incapaces de verbalizarse por medio de un ejercicio comunicacional tradicional, posicionan a la banda británica como verdaderos responsables de dialogar con las, les, los espectadores en marcos de una perfecta sutileza, es decir, las, les, los espectadores reconocen en el tibio tenor vocal de Smith aquellas palabras y sensaciones que Elliot jamás pudo decir en casi cuatro temporadas: “You were stone white, so delicate, lost in the cold. You were always so lost in the dark”.
Es este Ubi Sunt el que nos deja en un espacio de conexión entre el dolor de nuestro sombrío personaje, la compenetración entre el recuerdo y la reconexión con el protagonista -que pareciese tener poca importancia dentro del ritmo y argumento de la serie- es que nos inmiscuimos en la narrativa de la banda británica logrando reconocernos como parte del dolor a través de esta misma experiencia, pero que sin embargo, también está teñida de nuestros propios dolores y experiencias, nuestros propios duelos, nuestros muertos jamás llorados, nuestros muertos bloqueados por temor al sufrimiento que nadie parece querer atravesar.
Es por esta razón que The Cure no solo es nuestra banda del mes, sino que es una banda que nos acompaña de diversas formas, a través de diversos escenarios; que pese a que sus canciones hayan sido producidas y creadas hace más de 20 años, es la trascendencia holística, el impacto, la resignificación histórica, la reconfiguración de las formas en que se reproducen ciertos patrones culturales en los que la música puede esbozar aquello que nosotras, nosotres, nosotros nunca podremos decir.