Nación Rock Awards: Lista de los mejores 20 discos del año
Un año de abundantes producciones en los diversos estilos y donde reaparecieron grandes bandas consagradas con nuevas producciones, por otra parte bandas del nuevo orden reafirmando su buen nivel y reediciones varias y discos póstumos. Esta es nuestra lista de los mejores discos del año:
20: Kasabian ‘Velociraptor’
La banda inglesa reafirma su nivel con un disco que explora aún más la sicodelia al estilo vintage británico, pero tampoco se queda tan sólo en eso como recurso, sigue en una intensa búsqueda de espectros sonoros abarcando el pop, la electrónica junto con el brit rock al mejor estilo Oasis, Blur, e incluso precursores del estilo como The Stone Roses o The Happy Mondays. No hay duda que es una de sus mejores placas editadas hasta la fecha, considerando una muy alta vara que dejó su debut de 2004 y que aunque han editado cosas rescatables después de eso es este el disco que más le hace el peso e incluso logró superarlo en varios aspectos.
19: Machine head ‘Unto the Locust’
No causó un impacto tan grande como su predecesor The Blackening del año 2007, el cual fue considerado uno de los grandes discos de metal de la década pasada. La idea de Rob Flynn y su banda esta vez fue la de escarbar en los sonidos mas puros del death, thrash e incluso black metal. ¿el resultado? una bomba asesina sacudecráneos por donde se le mire, se dieron el lujo de incluir una sonata y subdivisiones dentro de sus propios temas. Más que demostrado lo bien que le hizo a la banda el ingreso de Phil Demmel en la poderosa guitarra y también da cuenta de que ideas buenas tienen para adjudicarse un sitial de honor dentro de las bandas de metal contemporáneas.
18. Manchester Orchestra ‘Simple math’
Un estupendo regreso de la banda norteamericana liderada por el talentoso vocalista Andy Hull. Si ya el2006 en Mean everything To Nothing nos habían deslumbrado con ráfagas enormes de poder y melancolía, aquí el desafío era más grande: optar por más instrumentalización y tratar de cubrir muchas capas y texturas sonoras cumpliéndolo a total cabalidad. Apoyándose audiovisualmente con un gran video para la canción ‘Simple Math’ e indicando el alerta de que puede ser una de las grandes bandas que penetran en la carrera del indie norteamericano y mundial.
17. Megadeth ‘Th1rt3en’
Lleno de riffs agresivos y potencia fue la propuesta de Megadeth para este año. Dave Mustaine siempre al mando y consolidando un sonido de vuelta a las raíces del thrash de sus primeros discos, muy apoyado en la sólida ejecución de Chris Brodderick en la guitarra líder, quien ha sido parte fundamental en este nuevo proceso de la banda que ya venía en este sendero desde su anterior trabajo del año 2009 Endgame. Pese alas supersticiones que rodearon al rubio líder de esta emblemática banda , el disco resultó ser uno de los grandes del metal de este año.
16.R adiohead ‘The Kings of Limbs’
Se podía predecir de alguna forma de como iba a venir la mano con un siempre esperado nuevo disco de Radiohead. Dejando casi completamente las guitarras de lado Radiohead nos vuelve a entregar un disco donde la experimentación y su veta vanguardista son la orden general de su contenido. Aún así y aunque costó digerir-y para muchos la paciencia no fue una gran virtud al momento de escucharlo- el disco cuenta con inspiradores momentos de nostalgia y atmósfera logrando un sonido único y misterioso. El disco dentro de sus terrenos experimentales brilló en una gran dosis.
15. Noel Gallagher High Flyng Birds
Era el debut del mayor de los hermanos Gallagher después de los conflictos que terminaron por disolver Oasis. Teniendo ya desde principios de año el disco de su contraparte, su hermano Liam con Beady Eye, un disco que sobreexplotó la influencia beatlesca, Noel optó por un disco el cual si bien está mayoritariamente está plasmado del sonido de su ex-banda, se nutre del exquisitos arreglos y apela a diversidad instrumental y orquestal. Las baladas muy bien estructuradas y el talento al momento de componer del músico inglés no perdiendo ni un ápice de solvencia.
14. Arctic Monkeys ‘Suck It and See’
El haber pasado por la escuela Josh Homme y haber experimentado con el sonido que impregnó su anterior trabajo del 2009 Humbug , sin duda que fue un gran paso para la joven banda de Sheffield, Inglaterra. La gran hazaña de este disco es haber tomado toda esa enseñanza y de alguna manera recobrar su identidad perdida que fue uno de los puntos bajos de aquella placa de hace un par de años. Sin dejar el rock’n roll de lado los Arctic logran recautivar con un sonido garage, melódico y entretenido en casi su totalidad. Se sacan un fantasma y contraatacan con un disco que recupera en gran parte su autenticidad y talento.
13. Rory Gallagher ‘Notes From San Francisco’
Curioso caso el de este disco. Después de más de 33 años se editan finalmente estos archivos escondidos de este notable músico irlandés fallecido en 1995. La cosecha guardada era buena, un disco lleno de riffs absolutamente frenéticos y electrizantes y donde por sobretodas las cosas destaca la ejecución magistral en la guitarra de este gran exponente del blues rock que brilló mayoritariamente en la década de los setenta. El disco póstumo del año y que es doble en realidad, en el CD 2 aparece un espectacular concierto en vivo que data desde 1979.
12. Fleet Foxes ‘Helplessness Blues’
Serias dificultades tuvo que lidiar la banda comandada por el barbón Robin Pecknold al momento de editar este Helplessness Blues, su tercera entrega discográfica. Y hablamos de dificultades dado que hubieron cintas perdidas , enfermedades y bloqueos creativos de por medio, pero finalmente lograron salir a flote con un disco que superó con creces las expectativas. El esquema casi se mantuvo, bellísimas melodías totalmente influenciadas por el folk de los años setenta, pero esta vez agregándole un plus de composiciones más complejas y subdivisiones notables dentro de algunas canciones, una banda que suma y sigue.
11. Anthrax ‘Worship Music’
El regreso del clásico vocalista Joey Belladona al estudio era la gran expectativa de este disco. Un disco que se mueve entre el groove metal noventero y el sonido thrash de la vieja escuela de estos incansables del metal. Casi como una oda a los grandes exponentes del heavy metal, citando en sus letras a Dimebag Darrell o a Judas Priest, el disco se encamina por la ruta del más fiel estilo de un sonido contemporáneo, rudeza en los riffs, temas gancheros y la notable incorporación de Belladona que pareciera que vocalmente no ha pasado ni un año por encima desde esos grandes clásicos ochenteros que grabó con la banda. Gran regreso y esta vez le apuntaron en gran medida con lo facturado en este álbum.
