«Negative Spaces»-Poppy (2024): una joya transgresora

«Negative Spaces»-Poppy (2024): una joya transgresora

Imagina una invitación para abandonar las certezas y adentrarte en una inmensidad musical. Justo así suena el universo de Poppy: complejo de definir, pero ciertamente adictivo en algunos puntos, pues de una u otra forma acabamos hablando de ella. Y es que «Negative Spaces »(2024), recién lanzado, nos dejó con muchísimas impresiones.

Las notas se suman y dispersan en melodías impredecibles, con detalles fugaces que surgen en cada acorde, en cada cambio de tonalidad, resonando en un espacio sin tiempo y digno de sus influencias. En las pausas dramáticas y explosiones rítmicas podemos apreciar la clara intervención de Jordan Fish a la hora de crear discos que no envejecen. Y es que si hablamos de metalcore, «Sempiternal» (2013) podría ser uno de los discos más representativos del género, capturando esa esencia melódica y emotiva a la perfección, pues todas las canciones son buenas y a los seguidores de la banda les encanta.

Este nuevo trabajo, quizás sea necesario escucharlo mínimo dos o tres veces para un veredicto final, no porque sea poco convincente, sino, porque entre tantos detalles que convergen se va revelando su esencia. En cada nueva escucha, retienes un poquito más y hay que decirlo, fusionar el metal alternativo, es una fórmula que está resultando, ampliando el espectro del género. Pero también, en esta reinvención musical encontramos matices que se atropellan: riffs que chocan con el trabajo vocal, subidones y variaciones que se despliegan como prosas sonoras, creciendo con intensidad hasta alcanzar una disonancia inquietante. En medio de su descomposición, hay una estructura que persiste y aporta ese algo que nos gusta.

El sexto álbum de Poppy tiene bastantes tracks que están listos para ser éxitos. Lo hemos visto con «New Way Out», además, lo que hizo Fish aquí da  guiños totales a Bring Me The Horizon, acoplándose también con Spiritbox e incluso Bad Omens, bandas que han re-dibujado los límites del core fusionando los blastbeats con breakdowns que, a pesar de la locura interna, resultan liberadores.

En la pendiente de la apertura de «Negative Spaces, sobresale un “industrial core” con elementos de synth pop ochentero que dan la sensación de estar en un bosque oscuro. El metal alternativo con el que juega en el inicio, se siente potente, sobre todo en las tres primeras canciones: «had you had enough?» «the cost of giving up» y «they’re all around us» porque son pesadas y brillantes a su forma. Lo restante, también posee una naturalidad con los elementos electrónicos que se incorporan, haciendo sonar el disco agresivo y amenazador, pero de una manera visualmente adictiva. El concepto está bien ejecutado, ya que a diferencia de sus trabajos anteriores, este tiene canciones memorables.

Moriah Rose Pereira es Poppy, un enigma eterno que no teme mostrar sus aristas en todas las direcciones, y que ha sabido reinventar su carrera musical, erosionando el caos en los espacios negativos que habitan más allá de la forma. Por ejemplo,  el interludio de «yesterday» suena como una caja musical a punto de desintegrarse, dando paso a un electro-pop con «crystallized» y luego, se disuelve en acústicas ambientales que parecen fusionarse con «vital» y recuperar su curso. Es como si hubiéramos retrocedido al pop-rock de los 00’s, con un coro pegadizo, ritmos suaves y envolventes, dinámica que continúa en «push go», una buena incorporación al disco.

Y de la nada, nos encontramos con «nothing», donde se nos presenta un trabajo vocal más limpio y melódico, como si Amy Lee estuviera haciendo metal pesado, pero con unos coros que suenan totalmente como Poppy, quien parece haber encontrado su identidad musical en este álbum. «the center’s falling out» es el tema donde más apreciamos guturales y riffs pesados, recuperando la tonalidad oscura del disco, que se desvanece en «hey there», donde una voz en off recita:

Hahahaha negative spaces Is there a motivation In negative spaces? or are we all just trying to restart?

La canción que lleva el título homónimo también aporta su cuota más core, haciéndola contagiosa, lo que se extiende en «surviving on defiance»  que continúa esa misma línea hasta el final de la canción, dando paso al single que ya conocíamos: New Way Out. «Tomorrow I’ll be ready, Tomorrow I’ll change», el interludio que abre «halo» probablemente la canción más emotiva,  reflejando en su letra un dilema interno entre seguir adelante y aferrarse de manera ambiciosa a algo para que funcione, siendo una ruta difícil de mantener, pues el narrador se aferra a esos pequeños instantes para continuar con su vida.

Para ataque de los puristas, el Negative Spaces es bueno, aunque a veces resulta un tanto artificial en la transición de los sonidos, sin embargo, tratándose de Poppy, este nuevo material la ha redimido por completo, logrando ser emocional y estético en partes iguales. Las melodías atrapantes se desplazan entre lo innovador y lo que ha funcionado. Con tintes de synthwave, metal, pop, pop-rock, se nota que no hay miedo a la experimentación, lo que está a la altura del trabajo que ha hecho Sumerian Records con sus artistas y como broche de oro para la estadounidense, su colaboración con Knocked Loose está nominada a un Grammy, consolidando su polémica pero inquietante trayectoria, y que ahora desfila entre los pasajes del metal.

 

María Ignacia Cornejo

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