Nightwish en Chile: Belleza eufórica
Lo de anoche en el Teatro Caupolicán fue una verdadera hoguera de entrega hacia una banda que si bien ha tenido cambios de formación, traspiés y sobretodo en cuanto a sus vocalistas sopranos femeninas, ha sabido demostrar que es una de las grandes bandas de este heavy metal épico y sinfónico gracias al núcleo de sus integrantes que están desde sus inicios.
Pero lo de ayer fue una especie de festival donde dos bandas nacionales a la altura estuvieron prendiendo la jornada desde temprano: Caterina Nix, la banda de Caterina Torrealba que tiene que ver totalmente con la propuesta de los finlandeses Nightwish, que brilla por la figura de su vocalista complementado por buenísimos músicos. No por nada ha sido apadrinada por el propio Timo Tolkki de Stratovarious para cantar sus canciones en el disco «Chaos Magic» y uno por venir, tal como contara anoche en un set que fue totalmente apoyado y vitoreado por la multitud que llegaba a esos de las 19.20 hrs.
Polimetro era la segunda carta nacional que apareció cerca de las 20.00 hrs., banda con historia que gracias a un virtuosismo de la escuela Dream Theater siguió prendiendo a una multitud que cada vez más llenaba ese Caupolicán. Muy buen detalle que desde un comienzo el Teatro se copara en gran parte ya que ambas bandas nacionales se sintieron muy agradecidas y emocionadas de tocar a Teatro lleno. Polímetro se fueron totalmente ovacionados tras desprender temas de su trayectoria como ‘Laberintos’ o ‘Luz y Sombra’.
La corona de la fiesta hacía su entrada majestuosa a las 21.00 hrs. Tras su simple pero esencial logo proyectado en las pantallas gigantes. Era Nightwish y la intro de Hans Zimmer que sonaba para dar paso a los músicos entrando de a poco y dejando para el final la entrada de la reina Floor Jansen, interpretando ‘Shudder Before the Beautiful’ , tema de apertura de su nuevo disco de estudio.
El público fue un aporte inmenso a que este show quedara enmarcado como uno de los más grandes que se han dado en ese recinto de San Diego, transformando todo en una caldera total que vibraba con la épica y emocional entrega de esta gran banda finlandesa en cada uno de sus temas. ‘Ever Dream ‘era cantada por la audiencia en su entrada para luego desatar la locura en ‘She is My Sin’, un clásico del gran “Wishmaster” (2000) un álbum totalmente consagratorio para la banda.
“Amazing!” exclamaba la bella Floor Jansen que también se encargaba de arengar aún más a una verdadera horda de entrega fiel que tenía al frente, no solo en cancha sino que también en las tribunas y plateas altas. El turno era para el lucimiento de Marco Hietata, el barbón estilo ‘mago Gandalf’ que fue parte importantísima del show, esta vez pidiendo que prendieran las luces de los teléfonos para celebrar su interpretación solitaria de ‘The Islander’.
Seguían temas de su disco reciente como ‘Elan’, ‘Weak Fantasy’ para luego llegar a otro momento clave de la noche, que fue cuando interpretaron ‘Wishmaster’, un logro completamente alucinante, tanto por el sonido que emanaba de esos teclados, batería y guitarras como de la sólida performance de Floor, moviéndose, bailando y causando el delirio de todos sus fans. Lo que nos deja claro este concierto es el buen fiato que ha tenido ella con la banda, no nos hace extrañar para nada la potente imagen de Tarja Turunen en sus mejores tiempos con Nightwish, podríamos decir que ella le ha dado el aire que le falta a esta banda que pareciese que retoma su lugar como nunca este 2015.
La emotiva ‘Nemo’ fue coreada a todo pulmón y un regreso a su disco de “Oceanborn” de 1998 era anunciado por la bella vocalista con su imagen en pantalla y la intempestiva ‘Stargazers’ sonaba a todo cañón, luego ‘Sleeping Sun’ continuaba el viaje por aquellos tiempos de tal disco.
Una salida para volver con los encore: la idolatrada ‘Ghost Love Score’ siguió desatando una euforia poderosa, había una energía enorme en el teatro, de las pocas vistas, Nightwish superando expectativas de todas maneras. El final llegó con ‘Last Ride of the Day’ y una despedida emocionante en un concierto que se agradeció mucho por parte de la banda. Ya lo había dicho Troy Donockley que estuvo bastante certero aportando con los instrumentos más folclóricos: el concierto en Argentina no estuvo ni cercano a la locura desatada en Santiago.
La ovación final fue tremenda y se repitió tras la despedida final, la reverencia teatral típica y la foto de espaldas tipo ‘selfie’ de parte de la banda. Fue un océano de alegrías la verdad, la gente se quedó pidiendo más por buen rato, en un show de primer nivel que solidifica un momento en una carrera para una banda que paso a paso ha sabido conquistar corazones con potencia, virtuosismo, y ese factor mágico que mantienen totalmente intacto.
Por Patricio Avendaño R.
Fotos: Jerrol Salas G.
Setlist:
Shudder Before the Beautiful
Yours Is an Empty Hope
Ever Dream
She Is My Sin
My Walden
The Islander
Élan
Weak Fantasy
7 Days to the Wolves
Wishmaster
I Want My Tears Back
Nemo
Stargazers
Sleeping Sun
The Greatest Show on Earth
(Chapter II: Life; Chapter III: The Toolmaker)
Ghost Love Score
Last Ride of the Day