Dos de las bandas más veneradas del death metal llegan a Santiago para mostrar su…
Noche estridente: La intensidad de Arch Enemy y Behemoth en Teatro Coliseo
El pasado miércoles 23 de noviembre se vivió una extensa jornada de metal extremo en Teatro Coliseo. Había gran expectación por una de las giras más llamativas del último tiempo en la escena, que mezcla a los suecos de Arch Enemy, íconos del death metal melódico, junto a los polacos de Behemoth, que gozan de una gran popularidad por sus destacados trabajos de estudio que mezclan death y black metal.
Pero no sólo habría música extranjera ese día. A eso de las 19:00 de la tarde, y con una cantidad de personas considerable en el recinto, salían a escena los nacionales de Soulinpain, mostrando un set potente orientado a la promoción de su más reciente lanzamiento “Evil”. La banda consta de una larga carrera y no es primera vez que comparten escenario con bandas de renombre, por lo que se nota la experiencia en el escenario. Lamentablemente, el sonido no los acompañó del todo en su presentación, ya que las baterías y voces resaltaban por el resto de instrumentos, perdiéndose un poco las cuerdas. Aún así, su set fue disfrutado por los asistentes, que pudieron presenciar una puesta en escena a la altura de la ocasión.
La escenografía del escenario de Teatro Coliseo ya se preparaba para recibir a Arch Enemy, con un telón que hacía alusión a su último disco y las ya típicas banderas con su logo característico. No se puede decir que fue la mejor presentación de los suecos en nuestro país, y es una pena, ya que la ejecución de la banda y su puesta en escena fue de alto nivel, pero el sonido no los acompañó para nada. Su set comenzó con “Deceiver, Deceiver” de su último LP “Deceivers”, para continuar con la efusiva “War Eternal”, que desató la euforia de sus fans. Un guiño a su catálogo más antiguo llegaría con “Ravenous”, para seguir con las nuevas “In the Eye of the Storm” y “House of Mirrors”.
Desde que Alissa White-Gluz y Jeff Loomis integran la banda que Arch Enemy vive una nueva etapa, quizás más orientada al rock y no tanto al death melódico, pero no por eso se deja de lado el tecnisismo en las cuerdas y en las secciones rítmicas. La dupla Loomis/Amott es un lujo de ver en vivo (quizás, los solos de guitarra fueron de las pocas secciones cuyo sonido pudo distinguirse mejor a través del set).
Algunos puntos altos de su presentación fueron “My Apocalypse”, “The Eagle Flies Alone” y “As the Pages Burn”, donde la precisión de su ejecución fue aplaudida por todo el reciento, generando algunos pits. El cierre llegaría con canciones ya clásicas de su repertorio que se remontan a la primera década de la banda, interpretando y destacando “Snow Bound” y “Nemesis”.
El momento más esperado por la mayoría era la presentación de Behemoth. No es primera vez que los polacos visitaban nuestro país, y esta vez lo hicieron para promocionar su nuevo LP “Opvs Contra Natvram”. Si bien su puesta en escena es un sello característico de la banda, se extrañó la escenografía más producida de sus shows en Europa. El sonido mejoró un poco en comparación a las bandas anteriores, y un comienzo a la segura con “Ora Pro Nobis Lucifer” encendió a todo el público. “The Deathless Sun” demostró que la banda está, probablemente, pasando por su mejor momento, con una impecable interpretación. “Ov Fire and the Void”, “Conquer All”, “Daimonos” y “Bartzabel” fue una seguidilla de clásicos que fueron coreados al unísono.
Puede que la banda no se caracteriza por tener mucha interacción con el público, esto es de cierta manera reemplazado por la impronta escénica de su frontman Nergal, quien con cambios de vestuario y una puesta en escena imponente, otorga teatralidad y misterio al show.
“Off to War!” y “No Sympathy for Fools” se encargaron de seguir defendiendo su nueva placa con una intensa ejecución. El cierre constó de “Blow Your Trumpets Gabriel”, “Versvs Christvs” (con una versión muy performática) y “Chant for Eschaton 2000”, dejando, quizás, la sensación de haber presenciado un set que terminó demasiado rápido.
Si bien la calidad y trayectoria de las bandas que se presentaron es innegable, es una lástima que problemas técnicos perjudiquen su presentación (sobre todo si hablamos de artistas que cargan más de 20 años de ruedo en sus espaldas). Sin embargo, no cabe duda que a pesar de eso, el público pudo disfrutar de la música y del macro de la jornada, con dos de los mayores exponentes actuales de la música extrema.