Tras la salida del primer adelanto, las expectativas se encendieron en torno al nuevo álbum…
«Ohms»: Deftones vuelve con uno de los discos más consistentes de su carrera
Reprise Records, 2020
Finalmente ha llegado este verdadero regalo para todos los fans y para el rock en general, en un año complicadísimo para todos. Y se siente casi como un alivio. Deftones de alguna manera nos resume sus 25 años de carrera con una suerte de reflexión, un estado emocional como de que «ya lo hemos hecho todo» y no es coincidencia esto de los tonos reflexivos y reseñas de toda la discografía—desde un punto de vista más humano que técnico—que ha realizado Chino cuando la banda está en este punto. «Ohms» es una especie de tributo a esta tremenda trayectoria y a la comunión como banda, a esa de la que Chino ha sentenciado cosas recientemente como «Vinculación. Ese siempre ha sido un punto fuerte, creo que en nuestra banda en general. La razón por la que probablemente podamos seguir haciendo discos es porque tenemos una amistad que va más allá de hacer discos».
Dicho eso, «Ohms» suena como si de cada disco de la banda extrajeran un pedacito y al mismo tiempo no deja de tener momentos absolutamente épicos y heavys con cuotas de reformulación del propio modelo. El riff está de vuelta, gran cosa. El peso de las guitarras de Stephen Carpenter está diciendo presente y la absoluta contundencia en la batería de Abe Cunningham se manifiesta como en los gloriosos años de Around The Fur o el homónimo. Esto, sin dejar la esencia genuina de letras metafóricas y situaciones oníricas y oscuras de parte de Chino, viajes en el tiempo y el espacio. Pasado, presente y futuro y un sonido absolutamente fresco. (Y sí, Gracias nuevamente, Terry Date).
La intro synth wave de ‘Genesis’ le da el vamos a todo. Su nombre lo indica. Empieza el viaje del álbum más corto de la banda hasta la fecha, solo diez pistas con menos de 45 minutos («Balance! Balance! Balance!») canta Moreno llevándonos en este viaje como irremediablemente a ese descomunal coro de «¡Shove it! Shove it! Shove it!», emocional gancho de «My Own Summer (Shove It)» del ATF. Es un interesante track, sin embargo, no convence del todo y no es para nada representativo de lo que es el disco. En ‘Ceremony’ podríamos decir que tenemos la primera verdadera gema del álbum (Me uniré al desfile / De los fantasmas que vinieron antes / Antes de dejarte completamente, sin sorpresas / Con un beso, una caricia). Una especie de ritual ante el final, desencantado de todo, porque «todo es una ilusión» como dice el espectral coro, todo entre medio de guitarras alzadas que vienen del abismo escalando hacia la superficie.
‘Urantia’ nos da una sublime muestra del poder Meshuggiano que lleva dentro Carpenter con un riff demoledor en la entrada, para darle paso a la sutileza de Chino ¿Cómo no iba ser encantador esto? Los ambos mundos de Deftones unidos en su forma más coyuntural. El riff se mantiene muy inquieto, mientras Chino canta situaciones de muerte y fantasmales nuevamente: «Te encontraré de nuevo en algún lugar, creo/Me encontrarás en algún lugar otra vez, creo», con un coro albergado en la evidente melodía del Mellon Collie de los Smashing Pumpkins. ‘Error’ es la primera canción con alma motivadora, posee un poco del espíritu «White Ponyesco» y es más encendida y reconocible. Tiene fórmulas archi reconocidas en la banda, pero es casi por lo mismo que la abrazamos y comprendemos. El disco en este punto ya te sedujo, te enganchó y procede a su conquista, no hay vuelta atrás.
‘The Spell of Mathematics’ sigue con este período de fantasías tan bien expuestas en WP hace 20 años atrás, el hechizo de un amor representado por imágenes, en uno de los temas más largos y experimentales : «Yo creo en tu amor / Ha puesto su hechizo sobre mi / Y yo creo en tu amor / Es lo único que se necesita para sobrevivir » canta Chino, mientras teclados y tonos sicodélicos van embelesando todo este sueño bendito, ralentizado y fugaz, dándole paso a la alucinante ‘Pompeji’ y uno de los momentos altos del disco, esta vez centrándose en aquel hito histórico de la ciudad en ruinas italiana, el castigo divino y casi como nunca se lo vimos Deftones con furiosos y contundentes reclamos al cristianismo y su historia saliendo de los viscerales gritos de Chino: «Jesus Christ, we hold you to blame / You gave your life, but we died in vain! (Jesucristo, te echamos la culpa / Diste tu vida, ¡pero morimos en vano!). Algo por decirlo menos, estremecedor; y para culminar un brillante puente sacro de sintetizadores entre ésta y ‘The Link Is Dead’. «¿Quieres acción?» Chino grita de la manera que solo él puede, sin dejar tiempo para una respuesta y lanzándose a una diatriba mordaz. Agarra su mejor tramo de rabia en este gran par de canciones, lo synthes de Frank Delgado traspasan el tema, lo que pasa es que el murallón de guitarras y estos alaridos a veces los hacen pasar a segundo plano. ¡Qué canción y qué buenos riffs!
Pero el disco sigue metiendo sorpresas, un slapping de bajo de Sergio Vega al mejor estilo de Chi se mete en ‘Radiant City’ y las nueve cuerdas de la guitarra de Stephen nuevamente nos dejan una secuencia de riffs hipnotizante que no nos suelta hasta el final, para servir en bandeja a la relajante pero no menos heavy ‘Headless’, con pasajes etéreos dignos del shoegaze, pero sin dejar el peso de lado. ‘Ohms’ es la encargada de cerrar el ciclo, la que ya les conocimos y que nos deja un sabor muy dulce (¿se entiende mejor que haya quedado para el final?).
«Ohms»es un maravilloso paseo por el Deftones de todos los tiempos, colores y formas. En un disco que se remite a su presencia histórica, casi en señal de auto agradecimiento, pero no necesariamente cayendo en el autoplagio. Fue un disco que se empezó a construir con el núcleo de los tres originales (Moreno-Carpenter-Cunningham) y al parecer esa génesis que tuvo el disco dio los mejores resultados complementándose con los extraordinarios aportes de Sergio Vega y Frank Delgado. Es un álbum bello también desde el punto de vista artístico, la portada de los ojos tristes es absolutamente acertada y afín a la estética Deftones y musicalmente no se acaba con las dos o tres primeras escuchas, el disco nos deja un sinfín de cosas por redescubrir y alimentarnos por más años».
Por cierto, el disco, ya disponible en su totalidad en las cuentas de streaming y ya cuenta con un video para cada tema.
Por Patricio Avendaño R.