“OU812”: Van Halen cerrando los 80’s en la cima
Warner Bros., 1988
El cambio de vocalista, pasando de David Lee Roth a Sammy Hagar, no disminuyó la fiebre por Van Halen. Así fue probado con 5150 (1986), y el drástico cambio de fórmula —enfilado a un AOR empalagoso, que seguía dando buenos dividendos. No era de extrañar, puesto que se trataba de un súper grupo encubierto, teniendo en el micrófono a la otrora voz de Montrose y una respetable carrera solista. Ya para el 24 de mayo de 1988 presentaron su nuevo trabajo: OU812. Una portada en blanco y negro, con las cabezas de los cuatro integrantes, que homenajeó al icónico With the Beatles (1963); y un curioso título que se traduce a “Oh, tú también comiste uno” —en respuesta al Eat ‘Em and Smile (“Cómetelos y sonríe”) del ya mencionado David Lee Roth; que continuó el rumor del fuego cruzado, mantenido a través de los nombres de los discos lanzados por ambas partes.
Grabado como de costumbre, a partir de 1983, en el estudio personal de Eddie; fue producido por la misma banda, en un ejercicio menos endulzado que su predecesor. Porque pese a que se mantuvieron elementos, como los teclados, quisieron experimentar con ellos de otra forma; como es el caso de la apertura a cargo de Mine All Mine, acelerada y cuasi robótica.
Aunque hay excepciones, como se plantea en When It’s Love; quizás lo más ilustrativo del periodo de Hagar en la agrupación —que pareciera estarse jugando la vida allí. Power ballad mayúscula y muy pulida; ambientada en un restaurante de tono azulado, con un solitario tipo sentado en la barra y una mujer tras ella. Con uno de los mejores aportes de Michael Anthony, y sus agudos marca de fábrica en los coros —“¿Cómo sé cuándo es amor? No puedo decirte, pero dura para siempre. ¿Cómo se siente cuándo es amor? Es sólo algo que sienten juntos”. Escaló con justa razón, detrás de Jump y Why Can’t This Be Love, como el single promocional de mayor éxito para Van Halen.
A.F.U. (Naturally Wired) trae de vuelta a Eddie, a conciencia, tras las seis cuerdas; sacándole chispas. Cabo Wabo, en tanto, es algo que por todos lados huele a Hagar: tomando algunos elementos que él mismo escribió en el tema Make It Last (1973), cuando todavía era parte de Montrose, en clave blues desmenuza el flechazo que tuvo por la localidad mexicana del Cabo San Lucas —que luego volvió a inmortalizar, también bajo el nombre de Cabo Wabo, con su famosa franquicia de bares; además de bautizar así su propia marca de tequila. Se pisa el acelerador para Source of Infection, una auto mofa para el guitarrista; quien poco antes sufrió de dengue, tras la picadura de mosquitos durante sus vacaciones. Feels So Good, un peso ligero que hasta califica como música de ascensor, sólo destacó por la innovación de la animación y montaje del video.
Finish What Ya Started, con el clip en blanco y negro, engancha sólo entrando el riff; de clásica vibra de medio oeste, y que llama a terminar asuntos inconclusos. Black and Blue, sencillo que adelantó el disco, continúa con esa guitarra pegajosa —aquí en bajas revoluciones; que decanta en Sucker in a 3 Piece, con el despecho del ex-novio al ser botado en miras de un ricachón —y cuya base rítmica recuerda a ratos a Panama. Sólo la versión en CD, para cerrar, incluye el cover A Apolitical Blues —prestada del catálogo de los californianos Little Feat, la versión original contando con un nombre en común tras las perillas: Ted Templeman, el histórico productor de la primera etapa de Van Halen (1978-84).
El álbum, dedicado al hace poco fallecido padre de Eddie y Alex —Jan Van Halen, que asomó en el clarinete para una canción de Diver Down (1982); continuó la contundente racha, llegando sin problema a la primera posición del ranking US Billboard 200 —tradición patente en cada disco de estudio hecho por los apodados Van Hagar. Al momento de promocionar OU812, el grueso correspondió a un tour Monsters of Rock donde fueron cabeza de cartel —por una treintena de fechas a estadios llenos en territorio estadounidense; acompañados en todas por Scorpions, Dokken, Metallica y Kingdom Come. Elevó todavía más su estatus, y los preparó para una nueva década que se avecinaba; con publicaciones tan potentes como For Unlawful Carnal Knowledge (1991) y Balance (1995) —antes que se disolviese la sociedad Halen / Hagar.